Actualidad

Guatemala bajo el influjo de la web

La aparición y consolidación de Internet cambió en buena medida la manera de ver el mundo y hasta imprimió su huella en el ámbito de las relaciones personales, al interior de las organizaciones empresariales, e incluso en el orden político. Pocos quedaron fuera de esa transformación social, que llegó más lejos que muchos de los movimientos emprendidos con iguales propósitos desde los convulsos días de la Revolución Francesa (1789-1799).

Guatemala tampoco escapó de esa corriente y pese a las limitaciones propias de un país en vías de desarrollo, buena parte del crecimiento registrado en los últimos años en cuanto al acceso a la red de redes revolucionó la mirada de muchas personas y cada día son más las convencidas de la necesidad de estar conectadas de una u otra forma a los canales virtuales.

Desde 1995 a 2014 Internet llegó a apenas al 22% de la población chapina. Sin embargo, al término del primer trimestre de este año el servicio había sido contratado por más de 5.3 millones de usuarios, es decir, el 31.2% de los habitantes del territorio (17,005,497millones), conforme con el Internet World Stats.

[media-credit name=»Infografía: iLifebelt» align=»alignleft» width=»463″]171207GUATEMALA WEB[/media-credit]

Si bien estas cifras muestran un crecimiento progresivo del acceso a la autopista virtual gigante, y de hecho hacen de Guatemala uno de los países con mayor penetración de Internet en Centroamérica, los informes destacan que un porcentaje alto de los usuarios se concentra en la capital y sus municipios periféricos.

Facebook es un espejo de esta realidad: aproximadamente el 70% de los registrados en esa red social viven en Ciudad de Guatemala y municipios aledaños, mientras que el otro 30% está distribuido por el resto del país. Quetzaltenango es la segunda urbe en lo tocante a la cantidad de usuarios, con menos del 4%.

Y el rango de edad más significativo es de 18 a 24 años, con dos millones de personas, lo cual explica el porqué los intereses más fuertes giran en torno a los avances tecnológicos y al entretenimiento.

Quizás por ello los expertos afirman que el guatemalteco promedio en Internet es “unmillennial que vive en la ciudad capital, es activo en al menos cuatro redes sociales, sobre todo en Facebook, pero explora nuevas plataformas como Snapchat. Le interesan temas de tecnología, entretenimiento y las compras tanto físicas como online, y es más probable que sea usuario de un dispositivo Android que de un dispositivo iOS”.

Pero la ruptura con ese estereotipo cobra forma de manera progresiva, por el incremento de la cobertura al interior del país y una política de contratación cada vez más apegada a la realidad del ciudadano promedio, aunque los especialistas insisten en que todavía queda mucho por hacer para cerrar la brecha de personas sin acceso a este servicio.

Guatemala continúa siendo uno de los países más marcados por la desigualdad y la exclusión social en el mundo y ello también deja su impronta en el tema. Miembros de la Alianza para una Internet Asequible concuerdan en que el costo de conectividad a la web es caro con relación a los salarios mínimos vigentes, si se considera que un gigabyte de datos móviles equivale a 4.2% del ingreso mensual per cápita.

El servicio es asequible para el 20% más rico o con mejores ingresos, en tanto el 20% de la población más pobre debe invertir el 19% de sus entradas si desea contratar un plan de al menos 1 gigabytes, aseguraron.

No obstante, las limitaciones, casi todos los sectores aceptan ya que las redes sociales virtuales son el vehículo para generar un mayor desarrollo y por ello ganan terrenos las alianzas y proyectos en aras de ofrecer otras alternativas en ese orden.

“Desde utilizarlas como parte de las estrategias de enseñanza, hasta claves para el mejoramiento y posterior soporte de los productos y servicios de las empresas e instituciones de cualquier industria. Estos datos deben ser una fuerza para resolver temas como el de la banda ancha… si no tenemos esta autopista… solo estaremos viendo todo el potencial, sin poder aprovecharlo para las necesidades tan urgentes del país como es el empleo”, afirmó el gerente del sector servicios de la Asociación de Exportadores de Guatemala (Agexport), Andrés Porras.

Para el 84.6% de los usuarios de las redes sociales en Centroamérica, Internet es la fuente de información más utilizada, reflejó la séptima investigación anual iLifebelt, que abarcó una muestra representativa de 1,088 personas residentes en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana.

Los especialistas de la institución, que promueve la Investigación, el Desarrollo y la Innovación (I+D+I), comprobaron que la adopción de Internet sigue creciendo a pasos acelerados en estos países, con lo cual está cambiando la dinámica de comunicación de las personas en torno a un dispositivo que devino casi universal: el Smartphone.

Los teléfonos móviles democratizaron el acceso a la red de redes y esto también lo confirmó la pesquisa, según la cual 95% de los usuarios de redes lo consideran su principal dispositivo deconexión a esa plataforma virtual.

Otra certeza ratificada fue la sensación creciente de agobio de los usuarios respecto al exceso de información que circula por estos canales: para un 18.60% de los usuarios la experiencia más negativa dentro de las redes sociales está relacionada con la frecuencia de publicaciones de las marcas y para un 34.80% la falta de interacción o respuesta de estas es lo que más disgusta.

El estudio iLifebelt, desarrollado en septiembre de 2017,estuvo enfocado a discernir los cambios de tendencias ocurridos en estasplataformas en los últimos meses y evidenció que, aunque la mayoría de los usuarios continúan siendo menores de 30 años (45.6% del total entrevistado), el grupo etario cuya presencia más creció en estas plataformas fue el de las personas de 51 a 60, con relación a los resultados de años anteriores.

Esto evidencia un cambio estructural en la forma en que los centroamericanos se vinculan con la tecnología, la cual está traspasando las barreras relativas a la edad.

Lo curioso es que esto, más que impactar en el área de comunicación, está imprimiendo su sello en la esfera política. Baste con ver la presencia cada vez más amplia de autoridades de Gobierno, congresistas, partidos, organizaciones sociales, instituciones y todo tipo de agentes vinculados a esa rama.

“En el año 2018 Costa Rica, Brasil, Colombia, México, Paraguay y Venezuela tendrán elecciones relacionadas con el Poder Legislativo. A través de lo que se dio en 2017 en Estados Unidos, con el fenómeno de la desinformación y las Fake-news, sabemos que una de las principales herramientas que se utilizarán en las contiendas electorales en Latinoamérica serán las plataformas digitales”, vaticinó el director de investigación del centro José Kont.

Guatemala también tiene experiencia en ese sentido, si se considera el amplio movimiento popular que logró levantarse en la primavera de 2015 contra la corrupción y en particular contra los miembros del gobierno del Partido Patriota, a partir del uso y abuso de las redes sociales.

Por esta razón es importante que los usuarios acaben de entender que no todo lo que circula en digital es información verídica y que, ante este fenómeno, las instituciones se deben preparar adecuadamente para evitar la manipulación y desinformación del público durante estos procesos.

Las informaciones transmitidas por los distintos canales virtuales nunca son asimiladas de forma homogénea y por encima de la habilidad seductora de algunos de ellos siempre se erige la realidad y la experiencia personal de cada receptor, más fuerte que la producción simbólica y virtual de los mismos.

Pero en esta época de transición, en el orden civilizatorio, más vale no andarse con triunfalismos: mensajes comunicativos huecos, vacíos de contenido y retóricos, logran enamorar hasta a lo más cautos, en un terreno donde la competencia es brutal y está marcada por una total disparidad en el orden tecnológico.