Columnas

Lecciones de un presidente

Con el tintineo de campanas de Navidad y las luces de colores que se ven en el firmamento de Guatemala, es importante un recordatorio y desearle feliz Navidad al presidente de Guatemala, Jimmy Morales, quien ya debe estar preparado para descubrir a tantos hipócritas que lo rodean y que se lo querrán ganar dándole regalos que antes no recibía. Aplaudo y es recomendable que siga entrenando tenis con el embajador de Estados Unidos, Luis Arreaga, quien por fortuna es guatemalteco y ha demostrado ser un buen patriota, ayudándonos a luchar contra la corrupción. Nuestro presidente debe de aprender de Arreaga, el ejemplar comportamiento que tiene respetando la ley sin perder su sentido humanitario y siendo cuidadoso de no rodearse de politiqueros baratos guatemaltecos que solo ven sus intereses personales y no las necesidades de las personas más vulnerables. Don Jimmy Morales para Navidad comerá muy buenos tamales y ojalá esto le haga recordar que hay muchos paisanos muriéndose de hambre y niños, quienes no tienen un tamal sino que de los alimentos mínimos necesarios para sobrevivir.

“Esta Navidad no se trata únicamente de que los que nos gobiernan, vean cómo se gastan sus altos salarios”.

No se trata únicamente de una refacción escolar, sino que además a nuestros niños y jóvenes proporcionémosle comida para sobrevivir y a sus padres de familia démosles trabajo para resolver su problema económico. No me estoy refiriendo que Morales ordene hacer más cárceles a través del Ministerio de Gobernación, sino lo que quiero es que me comprenda que con medidas tan simples como las mencionadas anteriormente disminuirán los presos que algunos han tenido que recurrir a violar la ley por sus necesidades. Con el presupuesto que le dejó el Organismo Legislativo para trabajar en 2018 ya debe estar haciendo un plan de trabajo con sus ministros, la mayoría incompetentes, y darles las instrucciones de aprovechar esos impuestos del pueblo en la ejecución de su trabajo en cada cartera y no permitiendo que los recursos económicos asignados se queden sin ejecutar y olvidados.

Esta Navidad no se trata únicamente de que los que nos gobiernan, vean cómo se gastan sus altos salarios, si no que deben hacerlos meditar y razonar tanto el Organismo Legislativo, Judicial y Ejecutivo en trabajar más honradamente en beneficio de los más necesitados. Al nuncio apostólico Nicolás Thevenin, le recuerdo que ya no estamos en la época de los reyes, donde ellos eran los más autoritarios, aquí le exigimos que cumpla con las instrucciones del respetable y humanista papa Francisco, quien les exige ejercer y cumplir lo que se les ordenó: “dar de beber al sediento y de comer al hambriento” sin estar luciendo trajes de lujo, cruz y anillo de oro, mientras muchos guatemaltecos se están muriendo de hambre. En nuestras aldeas, municipios, y departamentos, ni se le conoce, por estar entrometiéndose con nuestro presidente en asuntos políticos, dividiendo a la grey católica, triunfando y multiplicándose divididamente, el resto de las iglesias cristianas: Ojalá esto llegue a oídos del “honorable Papa Francisco” para ordenarle al nuncio apostólico, que cumpla con sus deberes y no se esté mezclando en aguas pantanosas, que llevan corrupción. Eximo de este comentario, al resto del cuerpo diplomático, que si está trabajando como debe ser y poniendo en alto el nombre del país que ellos representan.

TEXTO PARA COLUMNISTA

Leonel Guerra Saravia

Médico y cirujano con maestrías de ciencias sociales, política, relaciones internacionales y filosofía.

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