Cruzada anticorrupción y goles marcan 2017
En el año que termina, en Estados Unidos, cobró fuerza la cruzada contra decenas de representantes del fútbol que empañaron la historia del deporte rey en el mundo y ahora deberán pagar por sus delitos de corrupción tras ser juzgados por un tribunal de Nueva York.
El escándalo conocido como Fifagate llevó al banquillo de los acusados a grandes exdirigentes de esa disciplina en América Latina, comprometidos con la venta ilegal de los contratos de televisión y marketing de los mayores torneos de la región por más de U$S200 millones en sobornos.
Y luego de un proceso que duró casi un año fueron condenados todos, entre ellos el exjefe del fútbol de Brasil, José María Marín; el exjefe del fútbol de Paraguay y presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Juan Ángel Napout; y el exjefe del fútbol de Perú Manuel Burga. .
«El juicio fue un gran paso para exponer cómo el mercado de los derechos del fútbol fue corrompido por dirigentes durante muchos años. Algo de esto se sabía, pero no había sido probado», declaró el codirector del Centro de Gerenciamiento del Deporte de la Universidad de Michigan, Stefan Szymanski.
Este fue uno de los 28 testigos del Gobierno de Estados Unidos en el juicio, durante el cual también tuvieron que comparecer como acusados dos guatemaltecos: Bryan Jiménez y Héctor Trujillo, quien recibió ocho meses de cárcel y tuvo que pagar una gran suma por concepto de multa.
El británico Costas Takkas, exjerarca de las Islas Caimán, tendrá que purgar 15 meses de cárcel, igual que otros 21 implicados en el caso que finalmente se entregaron a la justicia estadounidense.
Los restantes 15 acusados están en sus países, donde han sido o son juzgados, combaten la extradición o están libres, como es el caso del suspendido jefe del fútbol brasileño, Marco Polo del Nero.
También están libres Ricardo Teixeira, que dirigió la Confederación Brasileña de Fútbol durante 23 años, el paraguayo Nicolás Leoz, que presidió la Conmebol durante dos décadas, y Jack Warner, exjefe de la Concacaf.
Pero pese a los avances, el Fifagate parece seguir abierto a nuevas inculpaciones y extradiciones, así como a más declaraciones de culpabilidad.
De hecho, este año también confesaron sus responsabilidades en el tema el expresidente de la Federación de Fútbol de Guam y exmiembro del comité de auditorías de la FIFA Richard Lai y el exbanquero argentino Jorge Arzuaga. En tanto el hijo del expresidente del fútbol de Ecuador, José Luis Chiriboga, selló un acuerdo de colaboración con la fiscalía que le ha permitido evitar la inculpación.