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2018: año del progreso definitivo

Cuando se acercan los segundos que marcan, en forma especial, los últimos momentos de un año y las esperanzas de un nuevo año mejor para todos. Surgen ante nuestra vista los fantasmas y los oráculos que nos anuncian que lo mejor para nuestra patria está por llegar.

Guatemala enfrenta grandes retos durante el 2018. Que tiene que resolver para salir por fin de varias décadas de estancamiento y crecimiento sin orientación, y convertirse por fin en uno de los países de mejor desarrollo de la región. ¿Cuáles son los riesgos y las oportunidades principales?

A nivel nacional Guatemala seguirá creciendo lenta pero sostenidamente. El crecimiento tiene que orientarse a generar empleo en los sectores más vulnerables de la población. Para ello todos los sectores productivos y políticos tienen que generar una estrategia conjunta que se concentre en un eje de financiamiento, cambio cultural emprendedor y una visión de generar pequeñas y medianas empresas.

Sin olvidar las grandes tareas pendientes del país. Como diría una tendencia política regional moderna: Hay que incorporar al modelo educativo y a las pymes a los millones de personas que no han terminado la educación primaria y secundaria. Especialmente en las áreas de pobreza y de población indígena. El eje de trabajo para pymes tiene que dar oportunidad a los millones de jóvenes que no estudian ni trabajan. Guatemala no puede continuar siendo uno de los países que se ven como rezagados por sus elevados promedios de pobreza, ni su porcentaje alto de trabajo informal.

A nivel internacional. El crecimiento de la economía mundial ha iniciado la recuperación, tanto en Estados Unidos como Europa parece que empezarán a crecer sobre el 2% del PIB, lo que permitirá que las economías emergentes y menos desarrolladas también puedan iniciar su recuperación. El reto es que el ingreso por persona se ha estancado tanto en países desarrollados como emergentes, y en países de menor desarrollo la pobreza y el analfabetismo no están resueltos.

El comercio mundial muestra una fuerte reactivación, pero enfrenta el gran riesgo de que la economía líder, Estados Unidos, pueda apelar en un momento al proteccionismo. Después de la crisis del 2008-2009, el mundo entró en un largo período de recesión, que está llegando a su fin. Estamos viviendo un momento de estabilidad mundial, que se presenta como una recuperación de los mercados de materias primas y comodities, así como una tendencia pausada de las tasas de interés y los tipos de cambio. Los cuáles auguran un momento de oportunidad para la tranquilidad económica mundial.

Un reto ineludible es que aumenta el crecimiento de la economía acompañado con un angustiante desempleo. Las nuevas tendencias del crecimiento están acompañadas con el uso de tecnologías de la información y las comunicaciones que sustituyen el trabajo humano, lo cual genera la paradoja de crecimiento con desempleo. Lo que su vez genera un efecto nocivo de aumento del desempleo acompañado de una baja generalizada de los salarios. Disminución de salarios que no logra alcanzar el fondo que produzca la recuperación del empleo.

Podremos construir una patria mejor. Está en nuestras mano construir una visión de patria progresista.

TEXTO PARA COLUMNISTA

Cristobal Pérez-Jerez

Economista, con maestría en política económica y relaciones internacionales. Académico de la Universidad Nacional de Costa Rica. Analista de problemas estratégicos, con una visión liberal democrática.

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