Columnas

Nuevo año con actitud positiva

Al iniciar este nuevo año, realizo un llamado para los hijos de la eterna primavera. En estos últimos tiempos hemos vivido en una Guatemala convulsionada, con enfrentamientos sociales, políticos e ideológicos, una histórica lucha contra la corrupción, de la cual ahora se pretende dividir en pro CICIG y los no CICIG, y en la cual ha tenido relevancia la declaración de non grato del comisionado de la CICIG, que generó una innecesaria crisis que nos mantuvo en zozobra por varios meses.

La detestable herencia que conservamos de ser uno de los países más desiguales del mundo, aparentemente nos sigue proyectando una borrasca de negros nubarrones sobre nuestras cabezas para los años venideros. Es cierto tenemos un mar de problemas, hemos dado sangre, sudor y lágrimas, a cambio de más sangre, de más sudor y de más lágrimas, ahora a los guatemaltecos nos cuesta soñar de colores, y si lo hacemos es en blanco y negro.

El obscuro abismo en donde nos encontramos nos tiene contaminados de negatividad. No obstante, de esta obscuridad, tenemos la oportunidad, la dicha y el regocijo de ver las estrellas que más brillan en el cielo, las cuales tenemos que saber conectarnos con su energía y como chapines empezar a brillar con luz propia para hacer un mejor país que nos aleje de esos altos índices de corrupción, delincuencia y pobreza y nos reconcilie con la paz, la esperanza, la justicia y con los demás guatemaltecos.

Yo, el día de hoy, les vengo a pedir que nos alejemos de las cadenas que nos enlazan y las vendas que nos tapan los ojos para mal, que cambiemos a una actitud positiva para que seamos felices. Que busquemos en nuestro interior la llama de una ilusión pequeña, pero tenaz, y la alimentenos con alegría durante los 365 días que nos esperan.

Este nuevo año debemos cambiar de actitud para hacer innovaciones en nuestras vidas, hacer una cadena, donde no nos atemos sino que nos unamos y nos autodisciplinemos para empezar a sembrar en nuestros hijos o en las nuevas generaciones estructuras tan sólidas como nuestras ruinas, en la que generemos identidad del concepto de ser guatemaltecos, y en donde nos apreciemos chapines y gocemos esa chapinidad.

Hay personas de otros países que desearían haber nacido guatemaltecos, y al no serlo vienen a construir su futuro en nuestro país o bien aman todo lo que de este país proviene y se inspiran en nuestras raíces, poniendo un toque chapín a lo que hacen a diario. Un ejemplo es el iPhone que su principal melodía ha sido inspirada en nuestra marimba.

¿Cómo es posible que otros amen a nuestro país, y que generen su éxito a partir de nuestros orígenes y nosotros no luchemos por mejorar nuestra situación personal y no utilicemos esa serie de recursos que nuestro país ofrece? Los exhorto y los invito a que cada uno de nosotros regale su mejor versión y hagamos de nuestra patria una grandeza y recordemos y enfoquémonos en hacer realidad alguna de las frases de nuestro himno nacional: Guatemala tu nombre inmortal.

La historia del subdesarrollo de Guatemala, no toda es por la historia del desarrollo del capitalismo mundial, ni porque nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros. Dejemos de ser los perfectos idiotas, donde creamos que únicamente somos pobres porque ellos son ricos y viceversa, que la “historia es un exitoso complot de malos contra buenos en la que aquéllos siempre ganan y nosotros siempre perdemos”, cambiemos esa actitud.

Explotemos nuestro talento, seamos proactivos, creativos y audaces, pongamos pasión y entrega a todo lo que hacemos.

Debemos de soñar en grande, tratemos de forjar nuestros sueños con perseverancia hasta alcanzarlos, sigamos los pasos de aquellos guatemaltecos destacados, que han logrado a través de sus metas y experiencias, hacer la diferencia y que nos proporcionan ejemplos que todos debemos emular. Entre ellos Miguel Angel Asturias que nos entregó un Premio Nobel de Literatura o bien de Erick Barrondo, que nos entregó nuestra primera medalla olímpica.

En ese cambio de actitud al modo positivo, debemos tener el coraje de Atanacio Tzul para cambiar nuestra realidad, y la habilidad de usar el bisturí como Aldo Castañeda para curar nuestros corazones y tener la visión de Rodolfo Robles para forjar un mejor futuro.

Tal y como lo dice John Maxwell, nuestra actitud determina nuestro enfoque de la vida, pues el cambio no viene de otros, viene de nosotros. Los invito a creer en ustedes, que no les importe lo que los demás piensen, esa es la opinión de ellos, haz la diferencia, plantéate metas grandes y que no te importe que se rían de ti, no permitas que desabrochen tus anhelos al hacerte creer que “tú no vales, tú no puedes o tú no lo mereces”, ponte piel de rinoceronte, acuérdate que querer es poder, sé audaz, y aunque caigas, levántate de nuevo, porque si no te quedas fuera del juego.

Anda tras el triunfo, con principios morales y ética profesional, nunca lo hagas con trampas. Si piensas que tu éxito es el dinero porque este es importante, y complementario para la felicidad, también recuerda que el dinero no siempre da el éxito. Nuestro concepto de éxito debe ser no sólo el éxito externo que va acompañado en la mayoría de casos con recompensas económicas, sino además para crecer personalmente y alcanzar la calma interna.

Arriésgate, no te quedes en tu zona de confort, comprométete a ganarlo y hacer cosas nuevas y trascendentales y esfuérzate para alcanzar el éxito como lo han hecho guatemaltecos ilustres y plantéate hacer historia. Confía, ten fe en ti y entonces lo lograrás, recuerda que sólo tenemos un corto tiempo para alcanzar nuestros fines, por lo tanto es tiempo de empezar ya, se capaz de plantearte altas expectativas y ganas de luchar por ellas, cambia toda actitud enferma que infecte de desánimo y pasividad, pues el éxito no puede ir relacionado con la mediocridad o el negativismo. ¡Tú puedes con actitud positiva!

TEXTO PARA COLUMNISTA

Mireya Batún Betancourt

Abogada, Notaria y Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales, postgrado en Criminología, especialista en ejecución penal con estudios en Doctorados de Ciencias Penales y Derecho Constitucional Internacional.

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