Irán bajo la lupa por conflictividad social
Irán está bajo la mirada escrutadora del mundo por la veintena de muertes y más de 300 detenciones ocurridas en los últimos días, en el contexto de las manifestaciones ciudadanas contra el alza del costo de la vida.
Mientras el Líder Supremo Alí Jameneí, dirigente máximo del conservadurismo islámico en el país persa, culpa a los enemigos de la República por las protestas, varios hacen notar su llamado a restringir la actividad en las redes sociales y a mantener la calma para frenar la hostilidad de los opositores.
Algunas de las críticas giran en torno a la supuesta corrupción del gabinete presidido por Hassan Rouhani y al derroche de la riqueza nacional para financiar el terrorismo.
De hecho, esta semana los manifestantes corearon consignas contra ciertos funcionarios y contra el ascenso de los precios de alimentos, como el huevo, hasta en 40%.
Las aves domésticas y los productos derivados de estas son esenciales en la dieta de la mayoría de los 80 millones de habitantes de Irán, al punto que alzas similares causaron problemas políticos a sus líderes tras la revolución islámica de 1979.
Según la agencia iraní Fars, la economía mejoró desde el retiro de las sanciones internacionales que pesaban sobre el país, pero los efectos positivos siguen sin llegar al pueblo.
Estas manifestaciones son las más fuertes que afectan al territorio desde las desarrolladas luego de las controvertidas elecciones presidenciales de 2009 e impactaron hasta ciudades sagradas para los chiíes como Mashhad y Quom.