Propósitos de año nuevo
Este 2018 empieza como todos los años, con buenos propósitos y con metas tanto a nivel personal como nacional; ¿Quién no se fija la meta de bajar el peso adquirido durante las fiestas, por ejemplo? A nivel nacional, los buenos propósitos y las metas se fijan, lamentablemente, a nivel sectorial. Cada grupo o sector busca conseguir “sus” propósitos; no hay metas comunes. Una meta común, por ejemplo, podría hacer más eficiente la recaudación fiscal y de esa cuenta, aumentar los ingresos para que el Estado pueda cumplir la enorme lista de funciones que tiene. Más allá de justicia, seguridad, salud y educación, cada año adquiere por virtud de leyes o “acuerdos” -entre los que están los pactos colectivos- más y más obligaciones financieras que ahorcan las posibilidades reales de atender las genuinas necesidades de la mayoría de los guatemaltecos. En fin, esa es materia para otros muchos artículos, simposios, talleres, etc. ¡Vaya si la sociedad civil no lo sabe!
Regresando a los propósitos de año nuevo, es opinión generalizada que el primer cuatrimestre de este año está marcado por la elección de fiscal general para sustituir a Thelma Aldana. A este tema se le ha denominado “la madre de todas las batallas”; no recuerdo si fue el comisionado Velásquez quien le denominó así o si fue Edgar Gutiérrez, pero el hecho es que alguno de ellos -o de su clan- le llamó así. No sé si lo recuerda, querido lector, pero el término se acuñó en 1991 durante la primera guerra del golfo; el término no lo acuñó el presidente Bush (papá), lo acuño Saddam Hussein, o sea, el dictador. Interesante, que conociendo su autor y lo que significaba para él -mantener el dictatorial control sobre Irak y el invadido Kuwait- lo usen Velásquez y Gutiérrez.
De por sí, referirse al proceso de elección de fiscal general como “lucha” evoca aquellos tiempos de insurgencia frente al “sistema capitalista impuesto por el imperio”. ¿Por qué es que para un sector anacrónico de la izquierda, todo es “lucha”? Ciertamente, como en todo en la vida, habrá posiciones distintas y hasta opuestas, pero ¿Lucha? En fin, no pretendo perderme en semántica, pero son cosas que me llama la atención: El uso de la frase “madre de todas las batallas” y que sea una lucha.
“Por supuesto que en una democracia la participación ciudadana es vital para la transparencia, pero casi nunca lo hacen estas personas de la “sociedad civil” por las vías y los espacios que corresponde”.
En ese mismo tema, qué curioso que algunos actores de la llamada “sociedad civil” que no tienen participación constitucional o legal en el proceso de elección de fiscal general más allá de la que puedan tener por vía de agrupaciones gremiales (Colegio de Abogados, Consejo Superior Universitario, por ejemplo) activamente y desde hace rato están presionando y seguirán haciéndolo para forzar la decisión -a su gusto- que por virtud de la Norma Suprema corresponde a otros entes legal y legítimamente electos por el pueblo.
Por supuesto que en una democracia la participación ciudadana es vital para la transparencia, pero casi nunca lo hacen estas personas de la “sociedad civil” por las vías y los espacios que corresponde. Así, señalarán, atacarán y desacreditarán a candidatos que no estén alineados con sus propósitos y tendencias; callarán y tratarán de esconder las falencias de los candidatos que ellos apoyen y, como tristemente suele suceder, los periodistas y medios afines harán lo mismo. Ni modo.
La CICIG, por supuesto, estará muy activa en ese tema pues el MP es su socio en la “lucha contra la corrupción” y pues ni modo que deje al azar la designación de su mancuerna; eso es entendible a nivel humano y organizacional, sin embargo, su participación no está contemplada en la Constitución, leyes o en el su mandato y eso si es algo que debe importarnos a los ciudadanos. La CICIG seguirá presentando acusaciones y me atrevo a especular que las incrementará con la intención de neutralizar a “sus enemigos” y de esa cuenta allanar el camino de sus elegidos.
Más que darle mi opinión personal y estos elementos, no puedo hacer más, usted deberá sacar sus propias conclusiones y, con la información completa, decidir quién es un buen candidato y quién está artificialmente “inflado” para parecer una buena elección. Estemos atentos e informados y, si es su deseo, participe activamente en el ámbito de su elección, pero por favor no sea apático.
Yo, por mi parte, uno de mis propósitos de año nuevo -aparte de bajar de peso- es hacer lo posible por no entrar en conflicto con posiciones distintas a las mías y aportar, desde mi particular perspectiva, elementos para que usted, mi lector, tenga la historia completa y no solo un lado de la moneda.