A los ´Riverita´
Los apodos y los motes son además de exageraciones de la realidad, una marca. En algunos casos, más que ser una forma de ridiculizar características personales, estas ´marcas´ hacen referencia a capacidades muy específicas que definen estilos personales o grupales. Así sucedió inicialmente con el ´mote´ de los ´Riverita´. Cualquiera que escuchaba el podo sabía perfectamente la implicación con relación a especialistas en resolver secuestros, policías entrenados para mantener el orden y gestionar con ´mano dura´.
Cuando a la Cúpula de la Policía Nacional Civil ascienden Nery Ramos, Stu Velasco, Erwin Mayén y Rony Spinoza, hay que confesar que muchos sectores ciudadanos tuvieron dudas. Incluidos muchos de quienes hoy reconocen los logros dejados. Cuando este ascenso tomó lugar, ´los Riverita´ habían iniciado ya su formación de posgrado usando muy inteligentemente todas las opciones de profesionalización académica que los oficiales superiores tienen a disposición. Porque desde un principio comprendieron que la dignificación de la institución inicia por tener una comandancia con estudios de posgrado y que motive al resto de los miembros.
No sé en qué momento sucedió, si durante el inicio de sus estudios de posgrado o por simple pragmatismo político pero, ´los Riverita´ fueron capaces de comprender los imperativos morales a los cuales están sometidas hoy las modernas gendarmerías. Quizá fueron sus cursos de filosofía política, o quizá fueron capaces de interpretar los ´signos de los tiempos´ para entender que el país está madurando. Pero no hay duda alguna que la experiencia universitaria introdujo un sentido crítico único. Razón por la cual, el modelo debería mantenerse para seguir capacitando a la oficialidad de la PNC.
Si habían temores iniciales al momento en que ´los Riverita´ asumen la conducción de la PNC, estos temores quedaron atrás . Quizá el momento que resultó cual punto de quiebre fue ´la toma del Congreso´. Más de nueve horas después, el operativo terminó liberando a los rehenes sin un solo muerto. En cualquier otro contexto, incluido en países del primer mundo, el resultado de hubiera sido muy diferente. No se puede dejar de reconocer que el anterior ministro Rivas fue cojonudo para soportar mil y un presiones para resolver de forma reactiva pero su Cúpula PNC le dio resultados conteniendo, evitando la violencia y liberando. Las futuras manifestaciones populares tuvieron siempre la garantía que el protocolo establecido (la violencia como último recurso) se respetaría del todo.
El indicador de incautación de droga, el número estructuras de extorsionistas que fueron desarticuladas, los liderazgos de pandillas que fueron detenidos y los atentados frustrados, todo lo anterior resume probablemente la mejor gestión policial de la historia moderna del país. Lo reconfirma la tasa de homicidios heredada, lo afianza el reconocimiento multisectorial que la anterior cúpula recibió y lo sella la forma en que la anterior dirección abandona la institución: Con la cabeza en alto y no engrilletados. Nunca antes en la historia reciente de Guatemala directores y subdirectores de la PNC habían generado una percepción y aceptación tan positiva. Basta recordar a Erwin Sperinsen.
´Los Riverita´, al menos estos ´Riveritas´ a los cuales tengo el gusto de llamar ex alumnos y además amigos, ´ Nery Ramos, Stu Velasco, Erwin Mayén, Rony Spinoza (actual Director Adjunto PNC) y Augusto Lacán resultaron una enorme sorpresa para todos ya que a diferencia de tantos ex funcionarios guatemaltecos que hoy están en prisión, ´los Riverita´ entendieron que en democracia simplemente hay cosas que ya no se pueden ni deben hacer.
Muchas gracias muchachos.