Columnas

La crisis política genera otros efectos

Guatemala atraviesa una crisis política que ha generado efectos adversos en el campo económico y en el campo social; hay quienes sostienen que la crisis política no es la generadora de la crisis económica, no es necesario ser economista para comprender que un problema sin resolver genera otros problemas alrededor, mas cuando este problema es político; una crisis política, genera inestabilidad, la que, a su vez, provoca una crisis económica y puede desatar una crisis social. En el mundo actual estos hechos se suceden en la sociedad a tal velocidad que no da tiempo a detenerse y a pensar con calma lo que esta pasando por lo que resulta difícil entender con claridad sus efectos, de ahí la importancia de conocer el país, caminarlo y escuchar a la gente.

Hoy a la población ya no solo le interesa que le resuelvan los problemas  que aquejan a  cualquier ciudad, como mejorar la infraestructura vial, combatir el  crimen y la violencia, remozar las escuelas,  mejorar el ornato, resolver los problemas del medio ambiente, agua y manejo de la basura, sino que de igual manera  estas expectativas locales se entrelazan con otras inquietudes globales como la lucha en contra de la corrupción, la pobreza y la extrema pobreza, la desigualdad económica y  la poca seriedad e irresponsabilidad de algunos políticos en su actuar público.

Todo esto ha generado un sentimiento de rechazo a la política, pocos creen en la honestidad y en la capacidad de los políticos para resolver los problemas de un país y de igual manera consideran que los partidos políticos  ya no son el mejor ejemplo de intermediación entre la sociedad y el gobierno,  ni representan los ideales de una verdadera propuesta política  que permitan sacar adelante un país, el resultado, es que en muchos países al igual que en Guatemala, se exijan cambios al sistema político, empezando por la  democratización interna de los partidos, la selección adecuada de  políticos que  se conduzcan con honestidad y transparencia en el manejo de la cosa pública, lo cual es correcto.

Hay que tomar en cuenta que  este rechazo en algunos países latinoamericanos ha generado  propuestas  populistas en las que se  le promete al pueblo lo que le gusta oír, aunque esas promesas  sean imposibles de cumplir, mecanismo que utilizan  los mal llamados líderes políticos para llegar al poder y mantenerse en él, a costa de lo que sea; aunque en el corto plazo pueden mantener  una alta popularidad, esta  normalmente no es duradera, y en el mediano plazo sus medidas políticas, casi siempre,  generan una convulsión social y daños permanentes e irreparables  a la economía del país, dando lugar al  surgimiento de una nueva élite de ricos, normalmente más corrupta que la anterior.

En el caso concreto de Guatemala los efectos de la crisis política son una crisis económica y una crisis social, lo que es una realidad innegable, así como un gobierno paralizado que no ha podido ni solucionar la crisis, por encontrarse acorralado, ni poner en marcha sus planes y programas.  Y en lo político aparecen nuevas propuestas partidarias, que van en el espectro político desde la derecha a la izquierda, pasando por propuestas social demócratas, social cristianas, neoliberales, hasta una mezcla variopinta de empresarios y oenegeros tanto de derecha como de izquierda, todos procurando estar listos para el próximo evento electoral, en otras palabras se empiezan a cargar las baterías para la próxima campaña política.