Columnas

Vaclav Klaus

Está de visita en Guatemala el expresidente (2003 – 2013) y ex-Primer Ministro (1992 – 1997) de la República Checa, Vaclav Klaus.   Es una gran oportunidad para nuestro país y nuestros políticos puesto que se puede aprender muchísimo de su experiencia ya que como político fue exitosísimo en situaciones de las más adversas que uno se pueda imaginar, como el haber sido parte de la transición del Comunismo hacia el libre mercado en 1989 y la separación pacífica de Checoslovaquia en dos países, Eslovaquia y La República Checa.

Es cierto que al inicio también tuvo un rol importante una figura tan popular y admirada como Vaclav Havel, pero el cerebro económico del éxito de la República Checa fue sin lugar a ninguna duda, Klaus.   Por ello, tu ve el privilegio de conocer a Vaclav Klaus en 1993 cuando vino a Guatemala por primera vez a recibir un doctorado Honoris Causa en Ciencias Políticas por parte de la Universidad Francisco Marroquín.  Recuerdo que, en ese entonces, durante la transición del comunismo a una economía de mercado, la gente le preguntaba que si el cambio sería doloroso.  El respondía que sí, que no hay cambio sin dolor, que si uno quiere una bella rosa también tienen que aceptar las espinas.  Hoy esto suena a poesía, pero era una dura realidad.  Un pueblo que estaba acostumbrado a que le dieran lo que había mediante cartillas de racionamiento y en la que los ciudadanos no tenían mayor injerencia en nada pasó de ese régimen represor a uno de libertad donde cada quien tendría que ser responsable de sus propias vidas y destinos.

Durante su vida política, Klaus ha sido consistente y fuerte defendiendo las ideas del libre mercado sin medias tintas.    Ha criticado los sistemas híbridos de “Estado Benefactor” precisamente porque tienden a crear gobiernos que cada día crecen más y quitan la libertad y responsabilidad de los ciudadanos, ha criticado al Comunismo sin piedad por ser un sistema inhumano y destructor de la vida donde todo lo decide y hace el gobierno, ha sido un crítico muy duro en la Unión Europea en el sentido que se está formando un supra Estado eliminando la soberanía de sus miembros y la libertad de los mismos al crear un mega gobierno que lo quiere regular y dirigir todo, ha sido un defensor incalificable de la vida, la libertad y la propiedad.  En el caso del tema ambiente, escribió un libro titulado “El Planeta Azul” en el que explica sus posturas contra los alarmistas y la nueva política ambientalista que a través de una visión negativa y catastrófica solicitan cada día más impuestos para financiar sus actividades a través de una mayor injerencia de los gobiernos en este tema.   Klaus considera que el ser humano se puede y debe adaptar a los cambios y también considera que las evidencias contradicen a los alarmistas.  Que el crecimiento económico es el mejor aliado del medio ambiente y por lo tanto debemos seguir permitiendo que el sistema de mercado sea el que se aplique, sin mayores intervenciones, para alcanzar ese mayor bienestar que hará que los ciudadanos puedan también cuidar mejor a nuestro planeta.

Es obvio que de Klaus podemos aprender que cuando tienes claras las ideas y crees en ellas las debes defender a capa y espada.  Se han burlado de él en el parlamento Europeo y en muchos otros lugares.  Justamente los políticos socialistas y los más intervencionistas lo detestan pues es una piedra en el camino hacia sus ideales de mayor intervención, regulación y control por parte de los gobiernos.

Su mensaje hacia los políticos guatemaltecos es que no teman defender sus ideas liberales ya que los argumentos que defienden el mercado libre y la libertad son los correctos porque son moralmente superiores a los de los socialistas.