Mirilla indiscreta

Demasiado grande para nuestra geografía y nuestras pequeñeces

Una expresión del tamaño de la que titula este trabajo trasciende desde luego, la mediocridad de quienes miden la grandeza de los demás con los ojos de un zanate al querer volar compitiendo con un águila real.

Cada cosa en su lugar y en un país carente de nombres, lograr que uno sobreviva y se agiganta frente al enanismo intrascendente de quienes sin historia abominan a todo aquel que pueda forjarla.

En estas últimas horas, el peso de los que calibran la ignominia, para ver si se suman o rechazan afiliarse a la corriente que de acuerdo con sus valoraciones pese más, se disputan el extraño privilegio de medir interesadamente, si enaltecen o sepultan con el muerto su legado.

No quieren competir, frente a un nombre y una herencia, que incluso hizo posible que ellos pudieran insultar la memoria de quién, al rescatarlos de una derrota militar, los cobijó bajo la bandera de la paz, para que hoy, puedan invocar muertos ajenos y tratar de devolvernos a la guerra.

Nos ha pasado a todos en alguna oportunidad, que no tomando en cuenta la naturaleza de los escorpiones, les ofrecemos una mano amiga cuando están a punto de morir aplastados y una vez a salvo, hacen acopio de su veneno y despiadadamente pican… se le olvido a su víctima por un momento… que se trataba de un escorpión.

En el espacio de los liderazgos, sucede en otra dimensión, un fenómeno absurdo, que parte de la tesis, que en un mundo de mediocres los valores a la inversa, repudian el arrojo, la inteligencia, la osadía, la perseverancia y el liderazgo verdadero como un insulto a la mayoría de voces afónicas, que saben que competir con Plácido Domingo, Carreras o el finado Pavarotti será un reto inalcanzable y proclaman al reguetón como música clásica y a su auditorio el más cultivado y selecto.

Y no es que el reguetón no entrañe el arte propio y contemporáneo de una corriente musical popular y aceptable para la gente de hoy.

Pero Daddy Yankee y Luis Fonci con sus virtudes y talentos se transforman en líderes singulares, que con sus iguales, insisto, con sus iguales son reconocidos y señalados por el resto, como los mejores.

Sin embargo, habrá más de un osado insolente y desorientado que con voz desafinada destroce una melodía transformándola en repetido sonsonete sin considerar que para ser cantante… hay que ser cantante.

Aunque siempre habrá uno que otro borracho, que, sin ponerle atención, mientras cuenta chistes, lo anime para que alimentando su ego siga alegrando el patético espectáculo.

Así me lucieron en las últimas horas algunas “gentes” que sin dimensionar las magnitudes estuvieron diputándose frente a una gran pérdida el merecido título de “gentecillas”.

Me ofusca la confusión que a veces se ha hecho en no reconocer los líquidos y su diferencia con los fluidos excretados.

El agua es un líquido vital para conservar la vida y la orina, también vital, es un residuo que, cumplida su función, el cuerpo expulsa por incompatible con el organismo.

Sin embargo, los innovadores, los caza ingenuos, siempre en busca de descerebrados…Expertos en falsificar las verdades y confundir las virtudes, han convencido a muchos, que beber orina es saludable y regenerador y para darle credibilidad a su experimento y elevarlo a la categoría de ciencia, la llamaron Orinoterapia…

Y los de siempre… A los que la novedad les hace creer rápidamente, sin pensar y por eso se declaran ateos… Quienes confunden las consignas con los postulados… Quienes hacen líderes a los agitadores… Quienes aceptan ser intendentes de su patria en lugar de gobernantes…Los que denostan a los líderes porque no alcanzan ni la condición de dirigentes… Quienes borran la historia, aunque desaparezca su partida de nacimiento… Los que hablan de planes sin tener patria… Quienes olvidaron el himno porque es muy largo para aprenderlo… Quienes viven del presupuesto pero quieren destruir al Estado… Quienes le tienen alergia a los votos y fobia a las elecciones…  Todos aquellos a quienes les ofende la grandeza porque la comparan con su pequeñez… A quienes los ofenden los apellidos porque ni siquiera tienen nombre… muchos de ellos, como siempre, corrieron a beberla.

Fue Danilo quién con convicción me decía todas estas cosas… Sabiendo que algo me podía decir por la muerte de don Alvaro Arzú, recurrí a su experiencia para conocer que pensaba frente a su muerte.

Me desconcertó escucharlo, sabiendo como sé, que su relación estuvo muchísimos años, matizada por el desencuentro y la hostilidad.

Escucharlo fue para mí una inexplicable sorpresa.

-Pero licenciado Roca usted no tuvo una buena relación con el expresidente Arzú- quise contrastar su opinión con una añeja discrepancia histórica difícil de hacer coincidir.

-Para mí querido don Edmundo, adoptar la verdad de un liderazgo no es tarea fácil – tuve la desdicha de conocer de cerca líderes continentales que marcaron la historia de América Latina que me hicieron y lo acepto, quizá demasiado riguroso en eso de acreditar liderazgos-

-El listón que puse fue muy alto, y el desencanto al hacerlo en mi país igualmente equivalente por el recuerdo de aquellos que incluso fueron mis maestros y Presidentes latinoamericanos de la época dorada.

Tanto fue así, que en Guatemala el rango de mi líder reconocible fue marcado por su innegable formación, talento, sabiduría e impecable honradez… me refiero a mi querido y recordado pariente el Doctor Juan José Arévalo, que me inundó del orgullo singular y privilegio incomparable que debiera representar ser Presidente de Guatemala.

Con ese rango, como nivel comparativo, se imaginará el sufrimiento que ha significado para mi establecer equivalencias y reconocer liderazgos.

-Quienes le sucedieron a usted en la presidencia quisieran ver su imagen reflejada en lugar de la de ellos, le dije en una oportunidad en Santiago de Chile, siendo nuestro embajador y yo un ilusionado jovencito arevalista que se sentía tan pequeño frente a aquel gigante que en vida ya constituía para mí, un monumento… “te equivocas” me contestó en tono paternalista y envolviendo en sarcástica ironía su brillante humor negro agregó “ cuando vieron la pobreza que perseguía a Arévalo… les dieron ganas de robar… mi honestidad y honradez no fue un buen ejemplo… por mí… a algunos les dio ganas de robar “ concluyó la gráfica ironía … para culminar nuestra estulticia … murió su madre … y por temor a que su estancia en el país provocara una revuelta popular revolucionaria… no obstante ser nuestro embajador … se le negó venir… Como contraste, le cuento don Edmundo… El General Arana, para más contradicción, postulado por el MLN del líder Mario Sandoval Alarcón… no sólo le permitió venir… y al hacerlo… le rindió honores especiales y custodia presidencial a su llegada y durante su estancia…. Por cierto, don Edmundo, tuve el privilegio de acompañarlo junto a su hermano… mi padrino de bautismo Mariano Arévalo Bermejo a su primer viaje de reencuentro con su amado Taxisco y su playa preferida Monte Rico… fue una experiencia inolvidable.

Efectivamente don Edmundo… tuve una larga experiencia de desencuentros con Alvaro Arzú… pero negar el tamaño de su liderazgo y legado … constituye una mezquindad sin nombre…

Esto que le digo hoy don Edmundo… muy difícilmente se lo hubiera podido expresar con mi gran reconocimiento y admiración al Expresidente Alvaro Arzú… Un hombre de Estado que desde muy joven… hizo de su patria… la razón de su existencia e inclaudicable lucha.

¡Me quedé con un reprimido deseo de decírtelo Alvaro!… En tu caso tuviste muchísimas personas, seguidores y aliados que te han de haber aburrido con lisonjas y reconocimientos.

Quizá sea más útil para la patria hacerlo hoy, que te salen algunos valientes arriesgando su anonimato, símbolo de su valor, tratando de opacar tu irrepetible legado como hombre de Estado y singular y prominente Líder Nacional.

Por tu vocación indiscutible de buscar la forma de fundirte con la patria… partiste en un momento inoportuno. En gran parte el peso de defenderla con sus inmensas contradicciones se había cargado sobre tus hombros y liderazgo…

Hoy con tu sepelio te liberan de la responsabilidad y los ciudadanos tienen que asumir la de tu legado y ejemplo.

Creo, que tus méritos son equivalentes en valor y presencia histórica, a tu liderazgo y también pienso que los ciudadanos no permitirán que se pierda o se destruya.

Bueno Alvaro, cumpliste tu misión … sólo nos queda comprobar… si tus compatriotas… aprendimos la lección.

Danilo Roca (Edmundo Deantés)

Jurista, analista político, luchador por la libertad.

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