Columnas

Creando comunidades sostenibles tendremos nuestros propios Dreamers

#ItzaBal

En los últimos días, el mundo entero fue testigo de los resultados y consecuencias de la implementación de la política ¨Tolerancia Cero¨ en el Gobierno de la administración Trump.

Si vemos dicha política desde un punto de vista legal, ésta es lógica y con sustento; sin embargo, si la vemos como una decisión de política pública es profundamente ilógica, dañina e inhumana, puesto que fue necesario separar a los hijos de sus padres a quienes se les emprendió un proceso legal por el hecho de haber ingresado en los Estados Unidos de América de forma ilegal, en otras palabras indocumentados.

Los detractores de la política ¨Tolerancia Cero¨, dicen que ésta se caracteriza por tener componentes racistas y xenófobos marcadamente irracionales, y que esconden una estrategia económica y política de los Estados Unidos como una muestra de su poderoso imperio ante el mundo; también se dice que dicha política persigue la marginación de los migrantes al no reconocer su derecho humano de migrar y a su vez no resuelve el problema desde la raíz.

Con la presente columna de opinión pretendo enfocar el problema de la migración desde un punto de vista causal, partiendo de la pregunta ¿Cuáles son las verdaderas razones por las que una persona decide emigrar?

Con el fin de la segunda guerra mundial, Estados Unidos se posicionó como el gran vencedor e indiscutiblemente se catapultó como la primera economía del planeta, fue el impulsor de un nuevo sistema económico mundial basado en el libre mercado, la cultura del trabajo y la producción que el desarrollo de dicho mercado exigía; y con el ascenso al poder del Conservadurismo a finales de la década de los años 70 y principios de los 80, dicha nación emprende el camino en búsqueda de la reeducación ciudadana, la lucha contra la corrupción y las mafias enquistadas en el Estado a todo nivel; es de esa cuenta es que en el año 1993, fue realizada una purga en las más altas esferas del departamento de policía de la ciudad de Nueva York, bajo el lema de ¨Tolerancia Cero¨, y es allí donde nace el término utilizado ahora por la administración Trump para el tema de los migrantes.

Lamentablemente en Latinoamérica y especialmente en Centro América, la lucha contra la corrupción, el narcotráfico, y otros males que tanto daño nos hacen, no corrió la misma suerte que en los Estados Unidos, y como reflejo de ello cada año son más las personas y familias que deciden abandonar sus hogares en sus países de origen y emprender un camino confuso e incierto hacia los Estados Unidos, en búsqueda de mejores oportunidades para ellos mismos y para sus hijos, ello ante la falta de oportunidades en sus propios países.

¿Qué es una comunidad sostenible?

Hace algunas semanas escribí en este mismo espacio respecto al Plan Alianza Para la Prosperidad del Triángulo Norte, y en mis conclusiones decía que ¨El proyecto si puede ser viable si se le añade a dicho plan el tema de la ¨supervisión, trasparencia y rendición de cuentas¨, quiero creer que planes como este y otros pueden hacer que nuestras comunidades sean lugares donde las personas que vivan en ellas compartan igualmente beneficios ambientales, sociales y culturales; lugares donde la industria y el comercio se realicen bajo prácticas sanas en concordancia con el medio ambiente y generen oportunidades reales para los ciudadanos.

Hace un par de días tuve la oportunidad de reunirme con un grupo de líderes comunitarios aquí en el departamento de Izabal, a quienes apoyo con algunos temas legales en materia de medio ambiente y fue de mucho agrado ver como ellos ya están hablando de temas como el cuidado del medio ambiente y proyectos auto sostenibles como el PINPEP (Programa de Incentivos forestales para pequeños poseedores de tierras de vocación forestal), y PROBOSQUE, con el acompañamiento y tutela por entidades como INAB, CONAP y FUNDAECO; así también pude percatarme de la conciencia que en ellos y en sus comunidades han creado este tipo de proyectos, ahora también están hablando y entienden el tema de los ¨bonos de carbono¨ y muchos de ellos ya han pactado las bases en sus contratos para este tipo de proyectos, que son uno de los tres mecanismos propuestos en el Protocolo de Kioto para la reducción de emisiones causantes del calentamiento global. Eso es justamente el camino que considero debemos seguir como nación en vías de desarrollo y generar las oportunidades desde lo local para que en nuestras comunidades no exista la necesidad de migrar a otros países donde les espera un futuro es incierto.