Columnas

Justicia débil y no oportuna

#Petardo

El Organismo Judicial (OJ) es uno de los organismos del Estado, el cual ejerce el poder judicial en la República de Guatemala y en ejercicio de la soberanía delegada por el pueblo, imparte justicia conforme la Constitución Política de la República de Guatemala y los valores y normas del ordenamiento jurídico del país. El Organismo Judicial está organizado de acuerdo con la Ley del Organismo Judicial, en la cual establece su división en dos grandes áreas que son: Área Jurisdiccional y Área Administrativa. El órgano supremo es la Corte Suprema de Justicia.

Su sede se encuentra en el Palacio de Justicia y Torre de Tribunales en la Zona 1 de la Ciudad de Guatemala. El actual Presidente del Organismo Judicial es el Dr. José Antonio Pineda Barales. El Organismo Judicial actualmente está conformado por alrededor 619 tribunales, distribuyéndose de la siguiente manera: La Corte Suprema de Justicia, 30 salas de la Corte de Apelaciones, 218 juzgados de Primera Instancia y 370 juzgados de Paz. Con preocupación algunos guatemaltecos comentan que el Organismo Judicial no esta cumpliendo a cabalidad con sus obligaciones. Cuando capturan a una persona sospechosa de algún delito, en su paso inicial el juez le da a conocer de lo que se le sindica y le da oportunidad al sospechoso a declarar al respecto.

La mayoría de capturados deciden solo escuchar y no externar opinión, mientras no consulte a un abogado defensor. Sin haberse comprobado el delito algunos jueces proceden a detener al sospechoso sin aun demostrarle al reo sobre las pruebas pertinentes. El reo en muchos casos deja de trabajar y por aparte se le causa un gran problema familiar, y gastos económicos extras para pagar al abogado. Se nota por los medios de comunicación la falta de pruebas dadas por la investigación del Ministerio Publico y la Policía Nacional. Algunos juicios se vuelven largos y tediosos dada la falta de pruebas oportunas y veraces.

Algunos reos son victimas de los que llaman testigos colaboradores quienes, para evitar su delito mayor, da información de algunos hechos al respecto y algunos documentos o llamadas telefónicas sobre el hecho para afectar al resto de reos. Desafortunadamente hay reos que fallecen por la tensión emocional que pasan durante su cautiverio. Es notorio lo interminable que hacen los juicios los propios jueces por falta de las pruebas que deficiente mente aporta el Ministerio Publico y la Policía Nacional. Sería oportuno que mientras no se cuente con pruebas eficientes y oportunas no se de orden de cautiverio al humano. Los comentarios que se hacen es que se debería de ir evaluando el reo al que se le señala de algún delito. Comprobado el hecho, el juez   dicte la sentencia pertinente, mientras tanto el sospechoso debería dejársele que lleve su vida familiar y laboral normal, salvo cuando se piensa que hay riesgo de abandono del país. Es momento de un buen cambio del proceder del Organismo Judicial y se considere los Derechos Humanos de los guatemaltecos.

TEXTO PARA COLUMNISTA

Leonel Guerra Saravia

Médico y cirujano con maestrías de ciencias sociales, política, relaciones internacionales y filosofía.