Columnas

LAS MIPYMES

#GuatemalaAlRescate

Amigos empresarios de Escuintla me invitaron a desayunar con ellos una mañana de estas en un conocido restaurant de esa localidad, verdaderamente fue una bonita reunión en la que les explique como yo veía el país en este momento y hacia donde yo creía que deberíamos hacer el esfuerzo para salir de esta crisis que esta afectando a una gran mayoría de la población.

La verdad es que la reunión tomó un giro interesante y me empezaron a contar como ellos se habían desarrollado dentro del campo empresarial, viniendo de hogares muy pobres  en la que la constante había sido la carencia de todo, desde comida, ropa, dinero para transporte,  estudiar, etc..;  y como, paso a paso, con mucho esfuerzo habían logrado finalizar sus estudios y salir adelante en sus negocios y con el tiempo y mucho trabajo se habían convertido en empresarios de éxito.

¿A qué viene todo esto?  A que entre sus anécdotas me comentaban que, en sus inicios como microempresarios, no tenían acceso a ningún tipo de crédito por parte de los bancos del sistema y ellos mismos se las iban ingeniando para salir adelante cuando tenían algún tipo de tropiezo económico se prestaban entre ellos para solventar sus problemas económicos, es decir prevalecía la amistad entre ellos y de palabra se prestaban dinero para resolver sus problemas.

Hoy la micro, pequeña y mediana empresa tienen un poco mas de acceso a los créditos para iniciar algún tipo de negocio o para mejorarlo, en esa línea la Ley de Garantías Mobiliarias Decreto 51 – 2007, se ha convertido en un aliciente para los micro, pequeños y medianos empresarios, aunque hay que advertir que todavía son muchos los requisitos que se exigen para poder optar a algún crédito por parte de la banca privada, es precisamente aquí en donde el Estado debería de impulsar todo una estrategia de acceso a créditos blandos a través del Crédito Hipotecario Nacional, ya que este es un banco estatal y podría suplir en parte en lo que en su tiempo fue Bandesa, un banco de desarrollo para los pequeños y medianos empresarios.

En Guatemala se estima que casi el 40% del PIB y el 85% de puestos de trabajo son generados por la MIPYMES, estas han  mejorado su  desempeño  y han  incrementado su participación en los  mercados locales, regionales e internacionales, lo cual es positivo, y de igual manera, han tenido un  alto impacto en la economía en su conjunto; esto demuestra que si como Estado somos efectivamente  capaces de generar oportunidades a través de créditos blandos, apoyo técnico, y capacitación profesional en la buena gestión a la micro, pequeña y mediana empresa, podemos mejorar las condiciones de desarrollo del país, incrementar nuestra economía y generar nuevos  empleos.

Mis amigos de Escuintla son una prueba contundente de que sólo se necesita una ventana de oportunidad para muchos emprendedores en todos los rincones del país, para que, de micro, pequeños y medianos empresarios, se puedan convertir en grandes empresarios.

GUATEMALA NECESITA DE SUS MEJORES HOMBRES Y MUJERES PARA RESCATARLA.

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