A las cosas por su nombre: ¡Es un secuestro!
#Catarsis
El día de ayer el alcalde municipal de Coatepeque, Alfonso García-Juncos fue secuestrado junto a una comitiva municipal y una brigada de ENERGUATE por una turba de miembros de CODECA Y CUC. Llamó mi atención que algunos medios de comunicación se referían al hecho como una «retención» y no utilizaban la palabra secuestro. El secuestro se da cuando se retiene indebidamente a una persona para exigir dinero por su rescate o para otros fines, como sucedió en este caso y eso es un delito que debe de ser juzgado con toda la fuerza de la ley.
No es posible que los criminales de CODECA sobre los que pesaban hasta el mes de abril más de 1,900 denuncias sigan cometiendo fechorías impunemente. Tan solo hace dos días esta misma agrupación denunciaba y con razón, el asesinato de sus dirigentes. Es irónico que denuncien un delito y a la vez cometen otro o más bien varios, porque el robo de la electricidad, el bloqueo de carreteras y la destrucción de la propiedad privada son delitos, pero atentar directamente contra la integridad y la vida de las personas sólo nos demuestra de lo que son capaces estos individuos.
Tristemente vivimos en un país en dónde las autoridades están de adorno y los que se las llevan de paladines de la justicia sólo la ejercen cuando les trae algún beneficio político o económico. Mientras tanto, el resto de la población estamos a la merced de una turba de delincuentes que actúan al margen de la ley, pero tienen el descaro de exigir que la ley esté de su lado y los proteja.
La culpa es del gobierno que ha permitido que las cosas lleguen a este punto, violencia trae violencia y el gobierno no tiene control sobre lo que sucede en el territorio nacional. Al momento de escribir esta columna, ni el señor alcalde ni la comitiva municipal habían sido liberados y se teme por la seguridad e integridad de estos, porque se sabe que rociaron al señor alcalde con gasolina. Y es a estos criminales a los que el Tribunal Supremo Electoral les ha permitido participar en las próximas elecciones, cuando en realidad deberían de están rindiendo cuenta por sus delitos en los tribunales.
Es momento de exigir al gobierno que le ponga un alto a estos grupos antisociales, yo no veo la diferencia entre sus acciones y las de una mara, es más, lo que han hecho es un acto de terrorismo y hay que tratarlos como tal.
Estos actos delictivos sumados la falta de certeza jurídica y de seguridad ciudadana nos están generando graves consecuencias económicas, pero más grave es el hecho que estos enfrentamientos están aumentando la tensión ciudadana y la violencia. Los pobladores de las áreas afectadas por las acciones delictivas de CUC Y CODECA podrían tomar la justicia por su propia mano, puesto que las autoridades no hacen absolutamente nada para evitar la violencia y detener a los criminales.
A los representantes y simpatizantes de estos grupos delictivos les pregunto, ¿qué clase de gobierno podemos esperar de personas que no tienen ningún respeto por las leyes de la república, el estado de derecho y la integridad física de las personas?
Piénselo bien estimado lector, piense que clase de país desea para usted y para sus hijos, ya que estas agrupaciones tienen muchos simpatizantes en diferentes partidos y grupos que pretenden gobernarnos. Esto es sólo una pequeña muestra del terror que podemos esperar si estos criminales nos llegaran a gobernar.