Columnas

Realidades en Energías Renovables

#EnergíaAmbienteyPoblación

Mencionamos en anterior columna, el interés de Bill Gates por  los temas de la energía. Que es asiduo lector del eminente Vaclav Smil, ya reconocido a nivel mundial por el dominio que posee sobre la conjugación de la energía con ambiente, poblaciones y alimentos, al punto de conceptuársele como el experto ante quien “las nubes de sueños fantasiosos en energía se topan con la fría montaña de los números y la realidad”; recientemente Gates  indicó estar ansioso de leer el volumen más novel del autor.

A continuación, resumimos comentarios del muy bien informado Profesor Símil, sobre las energías llamadas renovables, sobre todo agua, sol y viento:

“Tan solo un 3.35% del aproximado 10% que hoy día contribuyen las energías renovables, a la total potencia energética mundial, proviene de las “nuevas” energías renovables o sea, solar, viento y biocombustibles. La mayoría de energías renovables son aun, las generadas por  el agua en las hidroeléctricas y aparte, la biomasa a partir, sobre todo, de la leña.

Pero las promesas de las renovables deberán venir de las llamadas nuevas, ante todo energía solar y del viento o eólica. Tristemente, en grandes países consumidores como Estados Unidos o Canadá, la energía de esas dos fuentes constituye hoy, apenas diminutas fracciones de la demanda total (viento 3.19%; solar 2.56%). El hecho básico es que incrementar, digamos la eólica, del actual 1.19% a un 50%, no es simplemente asunto de mayor inversión. Dada la historia de la energía, esto significaría que habrían de zarandearse la totalidad de la infraestructura de la energía y el contexto político, para tan siquiera intentar atisbos hacia la clase de cambio requerido. Concurrentemente, hoy mismo la demanda mundial de la energía, sobre todo en los grandes países en desarrollo, crece a tal velocidad, que hasta la industria de los combustibles fósiles –carbón y petróleo- está en apreturas para satisfacer esas exigencias de los mercados. Y siempre, no hay señales de resolverse el talón de Aquiles de las renovables: su inhabilidad en proporcionar potencia de base o sostenimiento de arranque. Porque el sol no siempre alumbra y el viento sopla variable. Por tanto, es de difícil predicción la disponibilidad de los mismos a lo largo del tiempo, sea en días, semanas o meses. Tenemos el caso de Alemania, donde han crecido sustancialmente las energías renovables en los últimos tiempos, hoy mismo con la capacidad de suplir, en los días más largos del verano,  casi totalmente soleados y en otoño e invierno, con vientos constantes, hasta casi la mitad de la demanda, donde hay instalados generadores, sean estos solares o de viento. Sin embargo, su fluctuación requiere siempre el soporte de la generación de instalaciones a base de carbón, gas natural o importaciones de electricidad hacia el país, so pena de paralizar la economía de  la nación. Aparte de que estas sociedades “modernas” deben adoptar un estilo de vida que depende enormemente de los usos de la energía, partiendo desde transporte público electrificado hasta el alumbrado nocturno, la calefacción y las duchas calientes, hacia formas más frugales de vida con menos consumo de energía, resalta el costo y dimensiones de la actual infraestructura de las energías fósiles. Una inversión nada barata y que se calcula hoy,  a nivel mundial y solamente en sus inicios, en unos 25 a 30 trillones de dólares.

TEXTO PARA COLUMNISTA

Otto Rinze de León

Consultor en energía, ambiente y población. A lo largo de su carrera profesional, ha ocupado distintas posiciones de gestión y dirección, en la iniciativa privada, instituciones de gobierno y proyectos de la cooperación internacional. Correo: ottorinze@gmail.com