Reflejos del poder municipal
#TanmiTnam
El quehacer del poder municipal dificulta su apreciación en la mayoría de estas entidades debido a que no se logran percibir líneas que orientan el trabajo y los efectos o impacto en la transformación de las condiciones negativas de vida de la población que cubren en la circunscripción que les corresponde atender. Es posible que se salven unas cuantas municipalidades debido a que cuentan con un plan estratégico elaborado a través de un proceso participativo que les orienta su administración y el uso de los recursos con que cuentan aplicados a indicadores de necesidades pendientes de solución como educación, salud, juventud, mujeres y pobreza.
En varias regiones del país, se identifican municipios donde los indicadores de uso del territorio está el desorden, la imposición de medidas adoptadas por los Consejos Municipales, la disputa del poder municipal por los Consejos de Desarrollo Comunitario, el desconocimiento de autoridades propias de las comunidades y la falta de información a la ciudadanía sobre los ingresos por algunos usos del territorio del municipio y de la cabecera municipal. En este sentido, el ordenamiento territorial no asoma por ningún lado. Muchas corporaciones municipales se atienen a los fondos provenientes del situado constitucional y por lo mismo no hay preocupación por revisar acciones que sirvan para solucionar la baja recaudación de fondos propios cuyo efecto es la mala calidad de los servicios públicos del municipio.
Es palpable la despreocupación de la mayoría de municipalidades por el medio ambiente y esto es fácil apreciar desde la suciedad que a simple vista se observa en calles y en parques, la ausencia de tratamiento de la basura, la contaminación de ríos y la depredación de terrenos comunitarios. Así mismo hay alcaldes que terminan traicionando la vida, la salud y el futuro de la población cuando sin reflexión y análisis de sus hechos aceptan negocios con grandes compañías para la extracción de recursos naturales que hace vulnerable la salud y el futuro de sus habitantes. Esto sucede porque no han cumplido con las normas que refieren conservar el medio ambiente. También hay cabeceras municipales donde iglesias, cantinas y negocios utilizan altoparlantes a todo volumen en contra de la tranquilidad y buena salud de los habitantes.
El control del tránsito es otro dolor de cabeza, en muchos casos en total desorden en el control del tránsito, taxis, mototaxis, pik ups, microbuses utilizados como transporte de personas sin el cumplimiento de normas establecidas y por lo mismo representan peligro para los usuarios, más el agregado que no reportan beneficio para las arcas municipales. En muchas municipalidades las oficinas técnicas están para gastar los pocos recursos que hay, no cumplen con las responsabilidades que deben atender pero sí funcionan para hacer proselitismo por la reelección. Estas oficinas sin presupuesto para acciones dirigidas a educación, juventud, mujeres, medio ambiente y salud.
Con lo dicho anteriormente, las municipalidades deben cumplir con lo que dice el artículo 257 de la Constitución Política de la República que se refiere a “la calidad de vida de los habitantes” por lo que es recomendable a la ciudadanía que reflexione detenidamente y no elegir a alcaldes ineptos, sin visión de desarrollo, sedientos de enriquecimiento personal. Pero es obligación de la ciudadanía elegir como autoridades municipales a personas que se interesan por el bienestar de todas y todos, que tengan claridad de que la autonomía del municipio sirve para generar mejores condiciones de vida.