Bienaventuranza
ARGUMENTUM
Bienaventurados los perseguidos injustamente por la CICIG, porque de ellos será el reino de Guatemala.
Hay individuos que llegan al gobierno porque creen que es una forma de contribuir a mejorar el país donde viven, donde vive su familia, tienen sus bienes y sus intereses. Estos no prometen nada antes de ser invitados al gobierno. Más bien se integran al gobierno por su capacidad o por su experiencia después de que el partido gana las elecciones. Supuestamente comparten la ideología del grupo que los invita. Algunos de los ministros y miembros del gabinete presidencial son individuos que se mantienen fuera del ámbito y de pronto están participando entre astutos zorros y alacranes políticos.
Esto me recuerda un incidente peculiar, hace unos años me encontré con Mayte de Vielman y a su marido lo habían nombrado recientemente ministro de Gobernación. Me acerqué a ella considerando lo buenas personas que ella y su marido me parecen y no pude más que animarla diciéndole “¡Felicitaciones Mayte! ¡Sé que Carlos hará un buen trabajo!” Pero ella me miró con mucha seriedad y me dijo, – “No me felicites Mireya, ya sabes cómo es esto, sólo se cargará de trabajo y de responsabilidades que no necesita y acabará lleno de problemas.”-. Yo sentí su aflicción y le dije- “Yo lo sé Mayte, pero les deseo buena suerte.” Quizás ella no se recuerde de esta anécdota, pero siempre la guardo en mi recuerdo.
Mayte sabía que un puesto así sólo significaba sacrificios y posiblemente malos ratos. Las personas que sirven a su país, como Carlos Vielman, y muchos otros, a quien un puesto en el gobierno no significa ganarse la lotería sino todo lo contrario, significa servir, lo hacen por un deber moral, son idealistas o patriotas, sacrifican a su familia y su tranquilidad, nunca van detrás del sueldo o de privilegios, porque ya tienen un lugar en la sociedad y un negocio de qué vivir. Ellos pierden oportunidades, su salud y su paz mental, además de abandonar sus fuentes de trabajo por cuatro años.
Es muy difícil que alguien honorable e inteligente se deje corromper, lo cual los convierte en sumamente peligrosos para los verdaderamente corruptos. Cuando algunos buenos guatemaltecos han llegado al gobierno pierden hasta sus amistades, pues en vez regalar favores, entran a limpiar el sistema o a poner orden, como hizo Carlos Vielman, por lo que se llenan de enemigos. Lamentablemente su buena fe, no les permite ver en su propio gabinete, que otros políticos los pueden llegar a boicotear, traicionar, tenderles trampas o usarlos como chivo expiatorio. Algunos terminan injustamente en la cárcel si bien le va, otros pueden llegar a perder su vida.
Carlos Vielman estaba encargado de mantener el orden y hacía bien su trabajo. Nadie en este país estaba feliz con una banda de secuestradores y asesinos. Estábamos felices que Carlos Vielman nos trajera el orden y la seguridad.
Hay políticos que tienen por consigna ser desestabilizadores, su trabajo es romper las estructuras y se han infiltrado como escorpiones a crear una revolución trasnochada. Estos son una mafia de larga trascendencia conocidos en el siglo pasado como guerrilleros y actualmente son empolvados funcionarios socialistas del siglo XXI. Algunos de ellos ya son desencantados izquierdistas que buscan dejar marca en la historia antes de morir. Ya dejaron de creer hasta en sí mismos, pero padecen del cáncer del resentimiento de haber perdido la guerra y el no ser nadie los ha corroído. Llevan una agenda muy directa a cada gobierno en que han participado y seguirán llevándola si se les permite: Crear organismos como la CICIG, para acabar con la soberanía y destruir las repúblicas libres.
Los funcionarios de ideología izquierdista han plagado organismos como la ONU en los últimos 30 años, cuando dejaron de militar en las guerrillas, encontraron empleo y asiento en estos organismos que venían extinguiéndose. Los exguerrilleros, e intelectuales de izquierda han sido los oportunistas de estos organismos en su decadencia, ya casi moribundos, pues dejaron de ser importantes porque incluso allí llegó la corrupción. Su forma de dictaminar es sumamente sesgada, ¿Cuál fue la sanción que le dieron al presidente de Oxfam, Juan Alberto Fuentes Knight por fraude y peculado de dinero? ¿Acaso está preso, como muchos que están siendo investigados por el mismo delito? La justicia de la CICIG está sesgada.
La CICIG se ideó y actúa mal porque es un organismo que atenta contra la soberanía nacional. Fue impuesta a la ciudadanía sin una consulta popular. Pero, sobre todo, porque conlleva una agenda oculta, que es romper con las estructuras políticas y sociales para establecer una dictadura política. Quiere darle poder al organismo judicial para dar un golpe de estado al ejecutivo-. La izquierda quiere tomar el poder, aunque sea por la fuerza. Es un gran desencanto y muy triste aprender que en el país hay estos alicrejos y alimañas venenosas que están sedientas de poder absoluto, por lo cual quieren ver en la cárcel a buenos compatriotas y ver herido y sangrando al país.
La CICIG es el Vía Crucis de la justicia, todos son encarcelados y crucificados sin un juicio justo. Caerá como cayó el imperio romano, por su soberbia y su absolutismo.
El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.
Lord Acton.