Columnas

Los arribistas

#Catarsis

El arribismo es muy común en nuestro país y ahora que estamos a escasas semanas de la convocatoria a elecciones es algo que se hará más frecuente y más evidente. El diccionario define arribista como: «Persona que progresa en la vida por medios rápidos y sin escrúpulos». Estoy segura de que todos conocemos a más de alguna persona que llena las características del arribista. En lo personal lo que más me preocupa es que más allá de nuestra clase política, los que se autodenominan y creen líderes de la sociedad civil son peores en este respecto que los mismos políticos.

Llama mi atención como muchos de los enemigos declarados del sector privado y que son sus principales detractores, también son los primeros en asistir a sus eventos. Se pasan el día entero tuiteando consignas en contra de los empresarios, pero el día que les llega la invitación para un evento del CACIF o de cualquier otro grupo empresarial, son los primeros en llegar y salir en la foto. Si tanto les desagradan los empresarios, bien les vendría un poco de congruencia y deberían quedarse en su casa, pero no, el arribismo les gana. Porque más allá de sus consignas, estos individuos sueñan con llegar a posiciones de poder y ser vanagloriados y admirados por muchos, y que mejor que salir en la foto al lado de los ricos y poderosos del país.

No son uno, ni dos, sino varios directores de medios de comunicación que se dan baños de pureza y se dicen miembros del pacto anticorrupción, pero se les ha visto con frecuencia socializando con quienes critican, porque al final del día lo único que desean es pertenecer a esa élite que dicen despreciar y añoran ser parte de ella.

Y si no me creen, pongan atención a los eventos de estos grupos de poder, ¿quiénes están presentes, quienes llegan? Las fotografías no mienten, ahí llegan todos y cada uno de estos actores. Llegan porque se sienten importantes de que fueron invitados, ¡vergüenza les debería de dar!

Sí tuvieran tan solo un ápice de honor y de congruencia serían los primeros en rechazar estas invitaciones.  Por ejemplo, yo desprecio y condeno los actos criminales de CODECA con relación al robo de energía eléctrica, bloqueos de carreteras y demás, ¿qué tengo que hacer en uno de sus eventos? ¡Absolutamente nada! Yo no ando de compadrazgos con criminales, mas no es el caso con los detractores del CACIF y del sector empresarial. Los describen como unos criminales y corruptos, y por ello no me cabe en la cabeza como se enfilan y hasta emocionan al recibir las invitaciones de estos grupos. ¿No creen que sería una voz de protesta mucho más fuerte y verídica si tan solo no asistieran?

En vez de ser fieles a sus “principios y creencias”, creen que la asociación con estos grupos de individuos los hará prosperar y subir en la vida. Tristemente a muchos les ha funcionado, más no a la mayoría.

El mismo fenómeno lo observamos con los que se dicen pro CICIG, muchos han tomado partido por esta institución no porque compartan su lucha o les interese, sino porque prefieren aliarse al bando que consideran ganador para mantener o ganar privilegios y poder.

Por lo que mi recomendación es que dejemos de prestar atención a lo que estos individuos dicen y mejor pongamos atención a lo que hacen y observemos con quién se relacionan porque la mayoría no son más que unos farsantes y unos burdos arribistas.

TEXTO PARA COLUMNISTA

Carmina Valdizán

Abogada y analista guatemalteca, presentadora de televisión y escritora.