Mirilla indiscreta

El estado de Guatemala vale más que 72 horas

MIRILLA INDISCRETA

El estado de Guatemala vale más que 72 horas

Pocos entendieron y menos le pusieron atención al hecho de que la institucionalidad del país ha dependido de un plazo fatal de 72 horas.

El ejecutivo decidió jugar su carta definitiva, en ejercicio de un acto de plena soberanía, que no puede ponerse en entredicho, sin incurrir en el grave riesgo de aceptar que no existe el gobierno, situación que a su vez nos colocaría en el concierto mundial, como un Estado Paria.

Algunos mensajes que se cruzaron en el interregno de las 72 horas cruciales anticipaban la explosiva situación.

Las verdaderas estructuras del poder real, en manos extranjeras.

La insolencia de los interventores y sus aliados locales, crearon un ambiente asfixiante e insoportable, plagado de abusos e ilegalidades.

La intervención extranjera, sentó sus reales, se apoderó de una estructura judicial estratégica e hincó a todos los sectores de la sociedad, frente a una dictadura oprobiosa sin límites ni medida, haciendo valer sus abusivas ocurrencias inconstitucionales, con la sospechosa complicidad del ente encargado de velar por la observancia del orden constitucional.

Apoyados en ese poder real, paulatinamente, los distintos estratos sociales y políticos fueron cediendo espacios de respeto y dignidad, reducidos a vergonzosas caricaturas frente al oprobioso poder extranjero, aceptaron condiciones indignas de sumisión y vasallaje que nos avergonzaron a los pocos que percibimos desde el principio esa intervención, como una bacteria desconocida devastadora y criminal, por su origen espurio e ilegal.

Desorientados por una Opinión publicada, bajo contrato, extinguió la Opinión Pública infamemente manipulada para minar en la conciencia popular, una serie de principios que nos eran sagrados, y que finalmente sucumbieron a la presión mediática.

Una clase despreciable de vende patrias, encontró espacio y recursos para adueñarse de una espacio nauseabundo de entrega incondicional.

La traición a la patria se transformó en una profesión rentable y es increíble la cantidad de desalmados que se apuntaron en el cursillo de vende-patrias, y su estulticia fue recompensada con espacios en la televisión y periódicos dándoles la fama efímera y dolorosa que acompañó a judas por la eternidad para vergüenza de sus descendientes por los años de los años.

Amén.

A poca horas de la navidad, y aprovechándose de la angustia de sobrevivencia de la población, que poco espacio le deja para pensar en la patria, una espuria y prevaricadora resolución de la corte de constitucionalidad, obliga de hecho al gobierno a la desobediencia para promover la defenestración del Presidente de la República.

Ignoraron que un determinante factor extranjero, ha cambiado radicalmente su opinión en torno a ese huésped indeseable.

Y actores importantes de la política de los EEUU, han llegado a la conclusión, que quienes prometieron combatir la corrupción se contagiaron de la enfermedad y se volvieron más corruptos y criminales con licencia internacional sobrepuesta sobre la Constitución de la República.

De manera irresponsable una mayoría de magistrados con la digna excepción de su Presidenta Ochoa han tensado la cuerda de la estabilidad democrática, forzando al gobierno, a la desobediencia para evitar renunciar a sus obligaciones constitucionales.

Sabiendo que el Presidente de la República, no puede ni debe renunciar a sus funciones establecidas, pretenden obligar la desobediencia para invocarla y motivar un Golpe de Estado Técnico.

¡Insensatos!, sabiendo que obedecerles significa prácticamente una renuncia voluntaria a su condición de Presidente.

Por esa razón estas setenta y dos horas, fueron cruciales para la paz social e institucional del país.

Y contrariamente a lo que piensan estos usurpadores de la legalidad, tengo la certeza que el Presidente aceptará el reto que le exige su condición de mandatario.

Desobedecer la infame resolución por ilegal, es imperativo constitucional en contra de la devoradora de constituciones y patrocinadora de golpes de Estado.

El Senador Wicker, en una intervención sin precedentes frente al pleno del Senado de los Estados Unidos, se atrevió a referirse a esa oficina extranjera, de una manera tan categórica y clara, que pocos se atreverían a repetir en Guatemala, mucho menos difundirla los comprados.

Usando esa tribuna universal denunció como probados, los graves delitos cometidos por esa oficina y la razón que le asiste a Guatemala de ejercer su derecho soberano a expulsarlos de nuestro país.

Coincidentemente el Departamento de Estado de esa nación del Norte, emitió un comunicado, replicado por su Embajada,  donde señala que nunca intervendrá en las decisiones soberanas de sus aliados como Guatemala y su derecho a establecer sus propias normas migratorias.

Y como atenuante a su pecado de Lesa Patria, la propia Corte de Constitucionalidad asoma un casi imperceptible atisbo de cordura al expresar en su resolución QUE EN TANTO EXISTA EL CONVENIO DEBE CUMPLIRSE, ERGO SI DEJA DE EXISTIR YA NO HAY QUE CUMPLIR UN CARAJO.

El delito no es fuente de derecho en la normativa guatemalteca, salvo cuando forma parte de una sentencia que no tenga pendiente ningún recurso, porque se transforma automáticamente en ley.

El infame convenio tiene básicamente una naturaleza jurídica que corresponde al Derecho Político derivado ya en Derecho Internacional Público.

Siendo política, su naturaleza jurídica, no necesita apegarse a ningún Derecho Procesal, si el origen del conflicto es el delito.

Una decisión política de extinguirlo por existir evidencias, denunciadas incluso en el Senado de los Estados Unidos de América, de que ese ente, híbrido e inexistente en el Derecho internacional público, que no ha sido suscrito con ningún Estado, ni aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas y que se sembró en mala hora en Guatemala como un árbol envenenado, y que además acusa serias sindicaciones, en la comisión de hechos delictivos, no requiere a mi juicio, ningún formalismo procesal más que una resolución de cancelar el convenio.

Por esa razón y sin mayores consecuencias el Estado tomando como base el peligro de continuar una relación preñada de delitos e impunidad, con esa oficina, debe declararlo NULO SIN EXPRESIÓN DE CAUSA Y ACORDAR SU INMEDIATA CANCELACIÓN.

La salida a toda esta cabronada internacional es esa.

El pueblo debe tomar conciencia a base de acciones concretas y definitorias que fue malvadamente engañado y manipulado por la corrupta plataforma mediática que prostituyó la creación de opinión pública por la desfigurada Opinión Publicada

Ayer también puse a circular en los medios alternativos de comunicación social una advertencia que con las horas puede hacerse realidad.

Le advertía responsablemente a la Corte de Constitucionalidad, algo que podría ser una premonición adicional a las que de una manera u otra he podido anticipar en estos turbulentos tiempos.

El Cardenal Richeliu, famoso noble y político inglés, consejero de Luis XIII afirmaba “En tiempos de grave crisis, la única forma de mantener el poder, es no ejerciéndolo”. La Corte de Constitucionalidad no observó esta sabia admonición, innecesariamente, dando un paso, tan ilegal, como peligroso para esa misma institución.

La resolución, que obliga a restituir las visas, es tan flagrantemente inconstitucional que no puede ser acatada por el Ejecutivo, lo que favorece la descarada intención de los desestabilizadores y vende patrias de favorecer su añorado Golpe de Estado Técnico invocando el delito de desobediencia del Ejecutivo.

Esa posibilidad dados los crecientes respaldos al Gobierno, especialmente por los EEUU, que ha variado su posición oficialmente para frustración y desencanto de los interventores y aliados locales, Aborta el pretendido y absurdo Golpe de Estado navideño.

Ese escenario en nada favorece el futuro de la Corte de Constitucionalidad, seriamente cuestionado como un instrumento que puede ser contaminado por fuerzas ajenas a la institucionalidad, como ha sucedido, adoptando una abierta posición conspirativa, sediciosa, inconstitucional y suicida, que alienta el cuestionamiento sobre su existencia.

FUERON FINALMENTE LOS PROPIOS MAGISTRADOS, QUIENES LIQUIDARON SU CORTE.

ROCA

TEXTO PARA COLUMNISTA

Danilo Roca (Edmundo Deantés)

Jurista, analista político, luchador por la libertad.