Columnas

El régimen ilegítimo de Nicolás Maduro

ItzaBal

Podremos no estar de acuerdo con muchas cosas que han sucedido en el gobierno del Presidente Jimmy Morales; quien al igual que gobiernos anteriores se ha visto salpicado por escándalos de corrupción, nepotismo y otros males; así también comparto el hastío que provoca escucharlo hablar cuando da sus ya famosos discursos.

Sin embargo, considero acerada y aplaudible la decisión que como gobierno se tomó este viernes cuando junto a otros 12 países de América latina que conforman el llamado ¨Grupo de Lima¨, se anunció que 13 de los 14 miembros que conforman dicho grupo con excepción de México, no reconocerían el nuevo gobierno del usurpador Nicolás Maduro en Venezuela, mismo que inicia este 10 de enero próximo.

¿Cuáles son las causas de esa decisión?

En septiembre de 2001, fue aprobada en el seno de la Organización de los Estados Americanos –OEA- la Carta Democrática Interamericana, que es un instrumento que tiene como objetivo principal el fortalecimiento de la institucionalidad democrática en las Américas, y en esa carta se dispone que cualquiera de sus estados miembros que afecte dicho orden caería en un ¨Obstáculo insuperable¨; de esa cuenta, cuanto el presidente Nicolás Maduro promueve ilegalmente el 1 de mayo de 2017 la creación de una Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, varios países miembros buscan sin éxito activar la ¨Carta Democrática Interamericana¨, con el objeto de cesar a Venezuela en la OEA.

Al no encontrar los votos suficientes para suspender a Venezuela de la OEA, ya que se requieren como mínimo 24 votos (las dos terceras partes) y solo se lograron 19 votos, nace en agosto de 2017, el ¨Grupo Lima¨, que recibe su nombre tras la denominada ¨Declaración de Lima¨ y que consiste en una instancia conformada por 14 países de los cuales, 13 de sus miembros este viernes decidieron no reconocer el nuevo gobierno de Nicolás Maduro que comienza este próximo 10 de enero por un período de 7 años más en el poder (2019-2025).

Las razones del NO reconocimiento son más que suficientes, y la condena es por el rompimiento constitucional que el gobierno socialista de Nicolás Maduro ha producido en Venezuela, ya que desde que se convocó a elecciones generales, fue evidente el sesgo político del árbitro electoral, que en el caso de Venezuela es el –Consejo Nacional Electoral- a quien la propia Constitución de Venezuela le encomienda el PODER ELECTORAL, y le otorga facultades para organizar, administrar, dirigir y vigilar todos los actos relativos a la elección de los cargos de representación popular de los poderes públicos, sin embargo y pese a ello, es la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente quien en el caso de las elecciones generales emitió las órdenes al CNE, y le dictó cómo se debían manejar las elecciones, así también fue la ANC, que ordenó adelantar las elecciones para el mes de abril del 2018, dejando prácticamente en desventaja a los partidos opositores de hacer campaña política en igualdad de condiciones que el partido oficial puesto que únicamente tuvieron dos meses para ello.

Irregularidades en las elecciones:

Según la Organización ¨Observatorio Electoral Venezolano¨, durante las mencionadas elecciones se produjeron varias irregularidades, entre las que se pueden mencionar: La inhabilitación de candidatos de oposición a quienes se les vedó el derecho a inscribirse, la ilegalización de partidos políticos criminalizándolos como lo hemos visto recientemente en Guatemala, la limitación de la inscripción de venezolanos tanto dentro como fuera del país en el Registro Electoral, la eliminación de auditorías y actividades del cronograma electoral, la eliminación del uso de tinta indeleble, la observación nacional y especialmente el no acompañamiento de observadores internacionales.

Es claro que existe una emergencia humanitaria y de violación de derechos humanos en Venezuela y no hay posibilidad de superar la crisis con Maduro en el poder, es obligación del resto de estados y gobiernos de América Latina y el mundo, buscarle una salida lo antes posible a esa crisis antes que las cosas se salgan de control.

Cada vez son más los gobiernos y pueblos del mundo que abogan por la democracia y la libertad como estandartes de progreso en pro de la búsqueda del bien común. La declaratoria del ¨Grupo de Lima¨, dejó abierta la posibilidad a cada gobierno de tener o no relaciones diplomáticas con Venezuela a partir del próximo 10 de enero, es de esperar cual será la próxima decisión que al respecto tome el gobierno de Guatemala.

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