Columnas

Con o sin CICIG

Los guatemaltecos EXIGIMOS una lucha frontal en contra de la corrupción y la impunidad

Pluma Invitada

El no estar de acuerdo en una justicia selectiva o con sesgo ideológico jamás implica que no exigimos una lucha frontal contra la impunidad o la misma corrupción.

Veo el sistema de justicia en un paralelo con un paciente parapléjico, que requiere ayuda para levantarse y caminar. Empero, no lo veremos avanzar, sí está apoyado solamente en una muleta izquierda. Debe apoyarse tanto en la izquierda como en la derecha. Y ojalá estuviera en una silla de ruedas con motor eléctrico y turbo.

Cualquier ayuda para mejorar nuestro sistema de justicia, proveniente de países desarrollados, que tienen un sistema judicial que funciona, objetivo, justo y parejo para todos sus ciudadanos, es totalmente bienvenida.

El pretender que no se rompa nuestra endeble institucionalidad, tampoco implica que estemos contentos con el desempeño de este gobierno. Aun cuando tengamos que llevar en andas a el actual Presidente electo, hasta entregar su cargo. Por el contrario, creo que ha dejado mucho que desear, pues desperdicio la oportunidad de hacer lo correcto al llegar a la presidencia, sin ataduras, sin compromisos, sin agendas ocultas y con el porcentaje de votos más alto de la era democrática. No obstante, gano por ser un candidato o una cara nueva, con la suerte de estar en el lugar correcto en el momento adecuado. Con todo el apoyo popular para soportar y apoyar cualquier decisión que atacara las fuentes de impunidad y corrupción.

Simplemente me pregunto, sí un congreso como el actual, se hubiera negado a pasar una agenda legislativa que incluyera; la ley electoral y de partidos políticos; la ley de servicio civil; y la ley de compras y contrataciones. So pena de ser lapidados, por la fuerza de quienes fuimos la verdadera plaza de 2015. Todos quienes llegábamos sábado a sábado para exigir nuestros derechos ciudadanos.

Me pregunto: ¿Se hubieran atrevido, en ese momento, los diputados a negarle al pueblo envalentonado por la sed de cambio, tal aprobación legislativa? ¡No lo creo!

Le falto al presidente Morales astucia, personalidad, principios, experiencia, pero sobre todo voluntad política y más que nada la VALENTÍA necesaria.

El hecho de no estar de acuerdo con la JUSTICIA SELECTIVA y agendas con sesgo ideológico, jamás puede interpretarse como una complicidad con la mediocridad, populismo y falta de rumbo de este gobierno y la mayoría de burócratas que lo componen.

Me consta la improvisación en varios Ministerios, tales como el de Agricultura, Salud y Comunicaciones entre otros. Una total falta de coordinación entre ellos, y sobre todo una falencia de dirección. La corrupción y la dilapidación de los recursos públicos es obvia y debe ser investigada a fondo. Deducirse responsabilidades a quien corresponda para acabar con la impunidad.

Por lo que los guatemaltecos de bien, exigimos que con o sin CICIG, los entes a quien corresponda establecer la justicia, con los ojos tapados, pero no para no ver la corrupción y la impunidad, sino todo lo opuesto. La ley se debe aplicar de igual manera a todos los guatemaltecos. No debe haber nadie por encima de la ley, pero tampoco nadie por debajo de ella. Todos debemos ser cortados con la misma tijera.

No hay excusas para hacer excepciones, ni por ser muy poderosos económicamente, ni por ser extremadamente pobres. Las leyes son reglas de comportamiento, que nos permiten vivir en sociedad. Pero la libertad, es un concepto en donde los derechos de un ciudadano terminan, donde los del próximo empiezan.

De igual manera, no permitiremos que un poder supranacional se convierta en un poder paralelo, que supuestamente debió atacar tales estructuras ilegales, Tampoco dejaremos que grupos nacionales tengan privilegios y prebendas. Debemos luchar por un país, en donde todos tengamos las mismas oportunidades. Y que quien infrinja la LEY, sea castigado de acuerdo con su delito, sin importar si viene de una cuna de oro o de un piso de barro.

La corrupción y la impunidad deben ser atacadas con toda la fuerza, venga esta de donde venga y sin importar quien la ejerza.

La pregunta que todos nos hacemos es: ¿Y ahora quién podrá defendernos? La respuesta para mí es muy simple, NADIE. Y aquel que pretende hacerlo, no le confiemos. Los paladines de la justicia, sólo se encuentran en los “comics” y la ciencia ficción. A quienes nos aprieta el zapato es a NOSOTROS, los guatemaltecos. Y metiendo la cabeza en un agujero, pretendiendo que no pasa nada, sólo lo hacen los avestruces. Estoy seguro de que muchas de ellas, si no todas terminaron devoradas por alguna fiera.

¿Entonces que nos queda para salir adelante? Desde un punto de vista simplista y práctico, aunque valiente, es simplemente INVOLUCRARNOS. No podemos seguir pensando que alguien más vendrá a hacer por nosotros, lo que no estamos dispuestos a hacer en nuestro beneficio.

Es más cómodo seguir pensando que la política no nos corresponde a los guatemaltecos comunes y qué estamos muy ocupados, creando un patrimonio para nuestra familia. Los que piensan así, más pronto que tarde se darán cuenta que, lo que forjaron, parará a manos de oportunistas que sí se involucraron en los partidos políticos. Y hoy día toman las decisiones por todos los guatemaltecos apáticos.

No pensemos que, haciendo lo mismo, las cosas serán diferentes. Si buscamos que las cosas cambien debemos actuar distinto. De nosotros depende, de nadie más.

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