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Cambios Constantes

Emunah

No hay duda de que hoy más que nunca estamos viviendo en un mundo con cambios constantes. El progreso del ser humano ha evolucionado vertiginosamente que supera nuestra capacidad de poder absorberlo: avances tecnológicos, múltiples aplicaciones móviles, variedad de series de televisión, películas y libros, así como innumerables noticias, y un mundo infinito de información fluyendo en la internet, entre otros.

Diez años atrás, era más fácil ponerse al día en lo que estaba pasando en el mundo. Pero hoy en día frente a las nuevas realidades y condiciones en que vive el mundo actual, resulta imposible mantenerse al corriente. Mucha tecnología, incluyendo habilidades y actividades están quedando en desuso debido a este mundo cambiante.

Computadoras, celulares, televisores, unidades de almacenamiento digital que hace tres años fueron lo más innovadores ahora han dejado de serlo. Cada nuevo período tiende a ser más corto, y en un par de años mucha de la tecnología moderna será considerada anticuada. Los autos autónomos ya son una realidad, y los carros voladores ya están a la vuelta de la esquina.

Este avance es imparable y siempre hay que estar aprendiendo e innovando ya que el proceso de cambio continuo es cada vez más rápido. Estar actualizados todo el tiempo va más allá de nuestras posibilidades. El trabajo, la casa, la familia, los estudios, todo se suma y el tiempo no es suficiente para un paso demasiado acelerado.

Debido a la gran variedad de recursos y de constante aprendizaje podríamos sentirnos abrumados, saturados, y limitados de tiempo para poder estar a la vanguardia. Aunque es importante seguir adquiriendo conocimiento y habilidades, independientemente de la edad que se tenga; también es vital que cuidemos nuestro bienestar, nuestra salud y nuestra calidad de vida.

No importa cuánto cambie la vida, apreciemos lo más importante de la misma, la existencia es corta y el tiempo es oro, seamos inteligentes y decidamos en qué merece la pena “invertir la vida”. Hay cosas que realmente valen la pena disfrutar y hacen que nuestro paso por la tierra tenga un propósito: tiempo con la familia, con el cónyuge, y con Dios. No sacrifiquemos lo valioso por pasar horas frente a una computadora, a un móvil, o a un televisor tratando de estar al corriente.

Aunque no podemos frenar el ritmo acelerado de este mundo, debemos hacer un esfuerzo para saborear lo que realmente importa y nos hace felices. Hay que ser conscientes que un paso demasiado rápido puede perjudicarnos; por lo que es primordial administrar sabiamente nuestro tiempo y energía para los asuntos más esenciales.

El mundo seguirá girando, y debemos aprender a disfrutar los cambios, sin que esto resulte en frustración, y nos robe el gozo de vivir. Para muchos la vida se ha convertido en una vertiginosa y agotadora carrera para actualizarse. Sin embargo, como todo en la vida, es importante tener un balance para no llegar convertir algo positivo en algo nocivo, que podría enfermarnos.

Fácilmente podemos involucrarnos en una vida acelerada y llena de actividades, queriendo aprovechar hasta el último minuto del día. Es por ello, que el tener un balance es importante, seguir aprendiendo y actualizándonos con mesura; sin descuidar nuestras prioridades.

El uso sabio de nuestro tiempo contribuirá a que nuestros días cuenten. Es primordial disfrutar de nuestros seres queridos y cultivar una relación íntima con Dios, ya que quizás una de las experiencias más tristes que puede tener un ser humano es despertar en la vejez y descubrir que por adaptarse al ritmo frenético de este mundo, se olvidó de su creador y de sus beneficios.

Es importante no olvidar lo que Dios hizo por nosotros, por eso la Biblia nos enseña a ser agradecidos, y a rendir alabanzas a Dios: “Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre…Y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias”.

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