Los Patriots Y Brady engrandecen su dinastía
NFL
El Mercedes Benz Stadium, fue testigo de cómo Los New England Patriots volvieron hacer historia al alzarse con el Super Bowl LIII, al imponerse 3-13 a los Ángeles Rams. Con este triunfo Brady alcanza su sexto anillo y sigue incrementando su historia.
La primera mitad del Super Bowl fue un juego de damas chinas muy rígido con un exceso respeto por el rival y con una catarata de errores de los equipos ofensivos. Tom Brady y Jared Goff, los mariscales de campo, estuvieron tan erráticos que en el marcador escaseaban los puntos. Los Patriots, en la pierna de Stephen Gostkowski, fallaron un gol de campo y se redimieron con otro que sí fue válido para el 3-0. El marcador hizo historia como el segundo más pobre en puntos durante los primeros dos cuartos de juego, solo superado por la edición de 1975, cuando Pittsburgh lideró a Minnesota con 2-0.
Con un tablero austero en cifras, las fichas se volcaron al show de medio tiempo. Este espectáculo, que ha sido protagonizado anteriormente por artistas de la talla de los Rolling Stone, Prince, Beyoncé, entre otros, estuvo en manos de Maroon 5 y los raperos Travis Scott y Big Boi. No fueron suficientes las bolas de fuego que parecían caer directamente del cielo al escenario en llamas para encender a los 77.000 espectadores en el estadio de Atlanta. Las fallas en el audio y los artistas no terminaron de convencer. Tampoco el juego sobre las yardas.
El entrenador en jefe y el más joven en hacerse cargo de un equipo en la NFL, Sean McVay, agotó todo el libreto de jugadas. Lo único que pudieron conseguir fue un gol de campo con Greg Zuerlein, 3-3. El reloj marcaba los últimos ocho minutos de juego. Y Brady se enchufó. Encontró a lo largo del campo a Rob Gronkwoski, un golem que encontró un espacio para llegar a la frontera de la zona de anotación. Ese lance resquebrajó la moral de los Rams porque significaba estar solo a dos yardas. Y Michel Sony lo hizo posible con un acarreo donde su fuerza superó a la de los defensivos. Gostkowski anotó el punto extra para un letal 10-3.
Goff estaba al límite. Tenía que remontar el juego, hilar una serie de jugadas precisas para batir a New England. A falta de cuatro minutos y 17 segundos, el quarterback de los Rams lanzó un misil que fue interceptado por el esquinero Stephone Gilmore. Fin del juego. Los Patriots, con la Super Bowl en el bolsillo, se dedicaron a jugar con la desesperación de Los Ángeles. Gostkowski se dio el tiempo para anotar otro gol de campo de 41 yardas y el definitivo 13-3.