Columnas

Los vicarios de la lucha contra la corrupción

Catarsis

Así como lo escuchan, hay un grupo de “vicarios” atacando a todo aquel que no apoye abiertamente a la candidata Thelma Aldana. Todo aquel que cuestione, disienta, critique o tan siquiera dude, es acusado de “corrupto” por este grupo de achichincles. Si disentir, cuestionar, criticar y dudar me hacen corrupta, pues debo decirlo que a mucha honra. Me alegro de no pertenecer a la manada de militantes y fanáticos que pretenden silenciar al resto de guatemaltecos. Es más, como ciudadanos tenemos la obligación de cuestionar y por supuesto que no solo a ella, sino a todos y cada uno de los candidatos que se van a presentar a las elecciones generales, sea cual sea el cargo al que aspiren.

Esto ha ido evolucionando y escalando, tomando matices cada vez más preocupantes. Al inicio llamaban “netcenter” a cualquiera que no opinara como ellos, al punto que la palabra perdió valor porque las mismas personas se dieron cuenta que no era más que un burdo peyorativo para tratar de silenciarlos y restarle mérito a sus opiniones. Sin embargo, como la única fortaleza de su candidata es la bandera de la lucha contra la corrupción, ahora lo han convertido en un eslogan de campaña, anticipada, por cierto, y han comenzado a llamar corrupto a todo aquel que no esté de dispuesto a sumarse a sus filas o que no diga amén a todo lo que ellos dicen, cual monigote. Tristemente la lucha contra la corrupción está siendo prostituida y el peligro es que deje de tener la connotación correcta y la palabra corrupto deje de ser una acusación seria, puesto que acusan de corrupto a cualquiera, sin tener bases o fundamentos sólidos, pues como ya lo indiqué anteriormente, disentir, cuestionar, criticar y dudar se ha convertido en sinónimo de corrupto. Y como dato curioso los individuos que se dedican a imponer sus ideas a través de insultos y peyorativos son los verdaderos “netcenters”.

El TSE en su intento de evitar la campaña anticipada y el abuso dentro del período de campaña, consiguió que cada candidato tenga sólo 12 vallas y que no abran la boca, pero en su lugar se desató un ataque visceral y espurio de todos contra todos. ¿Era ese su objetivo?

El fin de semana pasado un periodista perdió el glamur porque su nombre había aparecido en un mapeo político, cuando le preguntaron, acertadamente, ¿qué diferencia había entre ese mapeo y otros que han realizado distintos medios y personas?, no supo responder con precisión. Claro, la respuesta era simple pero engorrosa, en uno apareció él y en el otro quienes piensan distinto a él, ergo este es un engaño los otros no. Considero que era un cuestionamiento válido, sin embargo, se lanzaron cual gavilanes hambrientos detrás de su presa en contra de quienes cuestionaron y ¿adivinen qué? Al final la conclusión de estos vicarios fue que eran corruptos, ¿qué pruebas tienen de que una persona que hace una simple pregunta es corrupta? Es más, ¿porqué habría de serlo? Corruptos son estos vicarios que pretenden imponer su pensamiento porque eso es inmoral, y también es una forma de corrupción con escuela de los mejores regímenes totalitarios en donde acusan de crímenes a sus detractores, aunque sean inocentes y no tengan pruebas, y quien recurre a prácticas tan viles puede ser capaz de cualquier cosa. La oposición es sana y esta no debe ser silenciada.

TEXTO PARA COLUMNISTA

Carmina Valdizán

Abogada y analista guatemalteca, presentadora de televisión y escritora.

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