De Autos, el Benceno y la Contaminación Global
Energía Ambiente y Población
Un automóvil estacionado a la sombra durante el día con las ventanas cerradas puede contener de 400-800 mg. de Benceno.
Si está bajo el sol a una
temperatura superior a 16º C., el nivel de Benceno subirá a 2000-4000
mg., 40 veces el nivel aceptable.
La gente que se sube al coche manteniendo las ventanas cerradas inevitablemente
aspirará en rápida sucesión excesivas cantidades de esa toxina.
El Benceno es una toxina que afecta al riñón y al hígado.
Lo que es peor, es extremadamente difícil para el organismo expulsar esta substancia tóxica.
En el manual del conductor se indica que antes de encender el aire acondicionado, debe uno abrir las ventanas y dejarlas así por un tiempo de dos minutos, pero no especifican «el porqué», solo dejan entrever que es para su «mejor funcionamiento».-
Aquí viene la razón médica: el aire refrescante antes de salir frío, manda todo el aire del plástico caliente el cual emite Benceno, una toxina causante de Cáncer (lleva un tiempo darse cuenta del olor del plástico calentado en el coche).
Por eso la importancia de mantener los cristales abajo unos
minutos.
(Alguien consciente de la toxicidad en el aire que respiramos, publicó las anteriores advertencias).
En lo que sigue, comentamos en general sobre el tema, a nivel global:
Como sabemos, la energía es crítica para la prosperidad a nivel global, en el crecimiento económico, el desarrollo social y la reducción de la pobreza.
Mediante los avances técnicos en diversidad de aplicaciones, se impulsó el desarrollo económico global a partir de la revolución industrial. No obstante, el hecho de que hoy día por arriba de un 70% de la energía global aun es generado a partir de fuentes fósiles (petróleo y carbón mineral), el crecimiento de la demanda energética ha conducido al incremento de la emisión de los llamados gases de invernadero.
Consecuentemente, parece axioma muy aceptado hoy, afirmar que el reto es: desenganchar el crecimiento económico y el desarrollo social, de la generación de energía a base de las actuales fuentes de origen fósil y consiguientes emisiones dañinas al entorno climático. Pero esto resulta más fácil decirlo que lograrlo, pues está claro que lo mismo requiere del esfuerzo de los gobiernos tanto centrales como locales, del sector energía en sí, además de los sectores industriales y comerciales, las comunidades y los individuos en general. Además en agregado, el imprescindible aporte del avance tecnológico.
En consecuencia, la Agencia Internacional de Energía contribuye de por sí, con aproximaciones y puntos de vista sobre la mitigación climática para el periodo 2020-2030, que sustentarán los próximos acuerdos a que se llegue.
Dado que ya las estadísticas del 2014 revelaban por cuarto año consecutivo, una continuada tendencia hacia la baja en las inversiones globales en materia de energías renovables, Marie van der Hoeven, Directora Ejecutiva de la AIE anotó: “por primera vez desde que la AIE inició el monitoreo del progreso de la energía limpia, ninguno de los campos de tecnología seguidos está cumpliendo sus objetivos” (The New York Times, International weekly, 9 de agosto, 2015). Y de esto dicho ha transcurrido al día de hoy, casi todo un lustro. Y ¿qué tanto ha cambiado el estado de las condiciones comentadas?
