Columnas

Hacia un Estado promoviendo el desarrollo humano, (Parte V).

Crisol Literario

El subtítulo, escrito a propósito, conlleva una doble disyuntiva ya que generalmente la empresarialidad va de la mano con la parte laboral; por cuanto, al hablar de empresarialidad subyace en el fondo la contribución de la fuerza laboral de la Población Económicamente Activa -PEA- en la producción total del país. El título, además, viene como anillo al dedo ya que gracias al bono demográfico  (según expertos de la CEPAL, tuvo su inicio en Guatemala, a partir del año 2015) se experimentará, desde hoy y durante los próximos 30 años, mayor expresión en términos de población económicamente activa -PEA-. Todo lo cual,  (la PEA),  debe aprovecharse localmente, mediante implementación de políticas de emprendimiento empresarial a nivel nacional (ejemplo: agilizar, por parte del Congreso de Guatemala, la iniciativa de ley de Competencia)  para formalizar y uniformizar criterios de empresarialidad en territorio nacional a nivel horizontal en apoyo a la formación de la micro, pequeña y mediana empresa, con sus respectivas capacidades de creación de fuentes de trabajo formal para el desarrollo económico local -DEL- contribuyendo en la reducción de la tasa migratoria, allende de las fronteras patrias.

La formalización de la economía se da como una condición necesaria para generar entornos de crecimiento sostenible de las empresas; y por ende, un crecimiento que deberá estar acompañado de competitividad  y  productividad. El Ministerio de Economía ha generado una excelente política nacional de competitividad y productividad que habría de aprovecharse al máximo. Así mismo, la formalización pasa primero por la empresa, que a su vez debe procurar la formalización de todos sus empleados, porque la informalidad en el ámbito de las empresas dificulta luego los procesos de formalización laboral (Organización Internacional del Trabajo, 2012). Sin embargo, alcanzar un bajo nivel de informalidad en la economía no es una tarea fácil, porque este problema tiene varias causas y por tanto no se puede lograr con un único tipo de política o programa; es más, es una condición de cultura empresarial-laboral de país.

La característica multifacética de la informalidad y sus causas hace difícil  la aplicación de políticas públicas adecuadas. Diversos estudios sugieren que el tránsito de la informalidad a la formalidad requiere de un conjunto de políticas generales que contribuyan a la formalización de las actividades económicas y de trabajo. Una de las principales políticas es la comunicacional, concerniente a programas masivos que visualicen las ventajas empresariales y laborales de formalizar comercios, en fase de informalidad. Como dijera acertadamente, en el programa ´Sin Filtro´, uno de los presidenciables que apuesta por el humanismo democrático que del cien por ciento de la actividad económica del país, el veinte por ciento tributa al fisco; el 80 % restante, se mantiene subterráneamente en la economía informal. Indicando, además, que la economía informal  (en palabras más, palabras menos) se puede entender como la ausencia total o parcial de requisitos legales establecidos por el Gobierno para el funcionamiento de una actividad económica y/o condiciones laborales de los trabajadores, refirió.

El sector informal, envuelve las actividades de comercio que presentan una o varias de las siguientes características: i) desarrollarse en pequeñas unidades de producción, ii) no llevar contabilidad, iii) no estar registradas ante la entidad correspondiente, iv) no cumplir con el pago de impuestos, v) falta de derechos de propiedad, y vi) bajos niveles de productividad como, por ejemplo, el manejo de efectivo. Por otro lado, las condiciones laborales de los trabajadores, con base a la informalidad, se clasifican según los siguientes elementos: i) aportes y beneficios hacia y desde la seguridad social, nulos o insuficientes ii) categorías de trabajadores no registradas en la Oficina Nacional de Servicio Civil -ONSEC- o en el IGSS, y iii) garantías laborales restringidas o inexistentes.  Así mismo, es importante resaltar que entre las características de la economía informal está, ser multifacética, manifestándose en combinaciones o superposiciones entre sectores y el empleo informal; es decir, la informalidad tiene diferentes grados y puede variar por sectores económicos.

Aunque transitar hacia la formalidad empresarial requiere de acucioso y profundo consenso entre las fuerzas vivas de la economía, se reconoce que ello es el principal anhelo económico-financiero de todo país. En este sentido, los gobiernos deben interesarse reducir los niveles de evasión, elusión y desvíos fiscales, por un lado; pero también, favorecer la vigilancia administrativa de reportes del IVA, para una mejor recaudación fiscal. Los puertos (marítimos, aéreos y terrestres) deben ser sometidos a un tratamiento de control especial. Sin esto, la modernización el Estado quedaría paticoja o incompleta.

Thomas Piketty, economista francés, ofrece soluciones fiscales  integrando holísticamente sectores en desarrollo para el logro de Estados Sociales en el Siglo 21. Conste, él no habla de socialismo, habla de bienestar solidario en el que todos se levanten y ninguno se quede atrás.  En ese sentido y tomando nota que el principio de derrame -spillover- económico no llega a la población guatemalteca (prueba de ello, el 59.3 % de la población es vulnerable a la pobreza económica y de ellos, el 23.4 % se mantienen en pobreza extrema) con base a esto, en este espacio #Crisol Literario estimamos que un buen promedio para Guatemala sería consolidar la economía social de mercado -ESM- comentada y explicada, reiteradas ocasiones, en este honroso medio de comunicación escrita.

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