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Las comisiones de postulación: Un sistema caduco

Barataria

La Corte de Constitucionalidad amparó a la señora Eleonora Muralles de FADS, quien había presentado la acción constitucional, a efecto de que se suspendiera la convocatoria a integrar las comisiones de postulación debido a que el Congreso de la República había convocado con 8 meses de anticipación cuando la Ley de Comisiones de Postulación establece 4 lo cual evidentemente viola los principios de seguridad jurídica y legalidad.

Cuando se promulgó la actual Constitución Política, se pretendió transparentar el procedimiento para la elección de los Magistrados tanto de la Corte Suprema de Justicia, como de las Salas de Apelaciónes y otros órganos jurisdiccionales de igual categoría.  En la mente del legislador constitucional estuvo presente la idea de que tales Magistrados fueran independientes y que el Organismo Judicial como tal no estuviera supeditado, subordinado o cooptado a grupos de poder o bien a otros organismos del Estado.  Es por ello que las Comisiones de Postulación, por disposición constitucional la integran académicos (Un Representante de Rectores y los Decanos de las Facultades de Derecho), además de representantes de los propios Magistrados; lo cual evidenciaría la posibilidad de que, alejados de toda actividad e influencia política puesto que son académicos y funcionarios judiciales, eligieran debidamente a los Magistrados.

El vicio que se dio en este sistema ha sido más que evidente.  Las comisiones de postulación, son órganos que han sido cooptados por grupos oscuros de poder.  Muchos de sus integrantes se han prestado a la más grande corrupción.  No digamos lo que sucede con el Consejo de la Enseñanza Privada Superior –CEPS- que se ha prestado para autorizar “Universidades de Garaje”, con el solo fin de que creen Facultades de Derecho con veinte o treinta estudiantes y cuya finalidad es la de participar en las Comisiones de Postulación.  De tal suerte que al día de hoy nos encontramos con un sistema caduco, del cual no podemos esperar nada bueno a menos que en realidad los postuladores sean personas éticas y comprometidas con el futuro de Guatemala.

Nunca he entendido la finalidad de que la integración de las Comisiones de Postulación se haga mediante planillas, tanto en el Colegio de Abogados, como en el seno de la Asamblea de Magistrados de Salas Jurisdiccionales.  Este es como todo evento “electoral” muy politizado, en el Colegio de Abogados y Notarios vemos como el día de elecciones hay todo tipo de viandas, publicidad “a montones”, y previo a ese día muchas actividades “académicas”, en restaurantes y otros sitios.  Creería más sano para el sistema que en ambos casos, Colegio de Abogados y Asamblea de Magistrados, se haga un sorteo público, verificado por todos en donde los colegiados cuyo número aparezca sean quienes en nombre propio puedan ser postuladores, y en el caso de los Magistrados de Salas, de igual manera, igualmente debería ser los Magistrados de la Corte Suprema.  Este sorteo en cada una de estas instancias, elegiría postuladores independientes, no cooptados por grupos de poder,  quienes sumados a la Academia (los Decanos de Derecho) realizarían un trabajo independiente sin ligamentos de ninguna naturaleza y sin responder a ningún grupo de poder.  En realidad el vicio que está privando de independencia a los Jueces y Magistrados en las Cortes, tiene su pecado original en la integración misma de las Comisiones de Postulación.

Es tal el grado de cooptación de las Postuladoras que parece irrisorio, cómo elaboran una “tabla de gradación” que provee un puntaje para cada uno de los aspirantes. ¿De qué sirve los puntos obtenidos por los aspirantes? ¿Qué finalidad tiene?  En realidad no tiene ningún objetivo, puesto que hay aspirantes que pese a tener más puntaje que otros, al final no son incluidos en el listado.  Es decir que “frente a nuestras narices” de una forma más que desvergonzada y con total desfachatez, los miembros de las Comisiones de Postulación, explican estúpidamente “no tengo nada contra tal y cual aspirante, llena los requisitos pero prefiero votar por otras opciones”, en otras palabras el postulador está diciendo que pese a que el aspirante llena los requisitos, quizá haya punteado más alto que otro, no lo elegirá porque seguramente ya tiene obligación de votar por otros a los que ya se les ha señalado y efectivamente se han visto casos que quienes “apenas” llegan a entrar en la tabla con mínimos punteos son electos sobre otros más calificados. Así las cosas, es mejor que la Comisión de Postulación a Magistrados de ambas cortes, no elaboren tabla de gradación, porque de todos modos no servirá para nada en lo absoluto, puesto que deberán entonces solo verificar si cumplen los requisitos y votar por las opciones que ya se les ha impuesto.

Como puede verse las Comisiones de Postulación se encuentran en serio entredicho, parece un sistema caduco que afecta seriamente al sistema judicial guatemalteco, puesto que quienes integrarán las postuladoras representan grupos de poder que han politizado la justicia, han metido sus sucias manos en un sistema que agoniza porque el verdadero vicio en el sistema judicial no inicia en el Congreso de la República cuando elige Magistrados a las Cortes, sino que inicia en la integración de las Comisiones de Postulación que ya se encuentran cooptadas antes de que se promulgue la convocatoria a integrarlas.  ¿Habrá que pensar en una integración más transparente de las Comisiones de Postulación?

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Emilio Estrada

El Doctor Emilio Estrada, es abogado egresado de la Universidad de San Carlos de Guatemala, obtuvo su PhD en Sociología en la Universidad de Salamanca, España, es abogado litigante.

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