Columnas

¿Hacia dónde va el voto de la izquierda moderada?

La Picota

El avance de los partidos de centro izquierda, también llamados “progres” o izquierda rosada, ha quedado evidenciado por la cantidad de votos obtenidos. El éxito se lo deben a las redes sociales y a los medios digitales que les dieron cobertura abundante. El llamado tuvo eco entre los jóvenes que manejan con mayor facilidad la tecnología. De esa cuenta, candidatos completamente desconocidos en zonas populares, lograron sumar votos del aire y subieron a primeros lugares.

Para la segunda vuelta, el panorama es distinto. Los antisistema se verán comprometidos entre, votar por una candidata con serias denuncias penales interpuestas por el MP y la CICIG, de una tendencia socialista bastante marcada y con intenciones de perpetuarse en el poder por más de un período presidencial o, en contrario, votar por un candidato de centro derecha que ha venido subiendo de puesto en cada proceso electoral y que además, cuenta con menos antivoto que Sandra Torres.

El asunto radica en la congruencia que estos grupos progresistas estén dispuestos a mostrar. Por ejemplo, el candidato Alejandro Giammattei fue procesado y salió libre, al no poderse probar su participación en el caso Pavón. Thelma Aldana, la candidata preferida de los antisistema y en favor de la lucha contra la corrupción, en contraposición, se encuentra en Estados Unidos y se niega a entregarse a la justicia para demostrar su inocencia.

Sandra Torres es la personificación de todos los males que aquejan a la sociedad guatemalteca. Dejó a los guatemaltecos endeudados, para poder montar una serie de programas clientelares con el fin de ganarse al electorado de bajos recursos y hasta se divorció para tratar de seguir gobernando cuatro años más. Es de suponer que, Thelma Aldana e Iván Velásquez, ahora se arrepienten de no haber actuado a tiempo para cortar el mal de raíz. Han pagado caro ese error.

¿Entonces, en dónde quedaría el discurso anticorrupción si los progres decidieran votar por la más corrupta? Sería un contrasentido votar por la persona que más daño le ha hecho al país, aplicando programas que no tuvieron un efecto en el combate a la pobreza, pero si le proporcionaron a Torres una masa de votantes que se decantan por una bolsa de víveres, sin darse cuenta que comprometen la estabilidad política y económica de Guatemala.

Considero que los discursos de la extrema derecha y de la extrema izquierda son poco constructivos y solamente coadyuvan a la inestabilidad. La división ideológica de los partidos no está definida en los extremismos, sino en una posición moderada de centro izquierda y centro derecha, mucho más dispuestos al diálogo y la construcción de un mejor país.

Solo hay dos caminos, o escogemos la democracia con todos sus defectos o llevamos a nuestro país por un rumbo incierto que instalará el hambre en nuestras mesas. El voto nulo es eso, nulo. El abstencionismo es la acción de los tímidos.

Si no lo tiene claro todavía, haga conciencia e investigue sobre la deuda flotante que nos dejó el gobierno de la UNE, los negocios turbios, como el caso del Transurbano, la misteriosa muerte de personas que participaron del saqueo y las amenazas a la libre emisión del pensamiento por parte de Sandra Torres.

Este 11 de agosto, usted elija, pero hágalo a conciencia y no se deje llevar por los discursos populistas que ofrecen láminas, bolsitas de comida o dinero a cambio de su voto.

TEXTO PARA COLUMNISTA

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Roxana Ávila Martínez

Doctora en Ciencias Sociales y Políticas, Universidad pontificia de Salamanca, Madrid, España. 2015. Licenciada en Informática y Administración Pública, Universidad Francisco Marroquín 2003. Colegiada No. 9228