Haití, Venezuela y…. Guatemala
NuevaSociedad
Un país para ser autosustentable, en primer lugar, tiene que tener resuelto o producir y asegurar la alimentación para toda la población. Cualquier nación que quiera desarrollar, como su principal riqueza, el capital humano, debe posibilitar una buena dieta: carbohidratos, proteínas y vitaminas, y contar con una población saludable e inteligente. Para toda sociedad lo más importante son las personas. Una población desnutrida, además de muchos peligros de salud, enfrenta enfermedades crónicas, menor cantidad de años de vida y está expuesta a muertes prematuras.
Si comparamos a los tres países señalados, ninguno ha logrado estas metas. O por el contrario, con sus particulares historias, la han perdido. Venezuela con su extraño socialismo, lo que ha hecho es destruir su base productiva de pequeños y medianos productores, al estilo cubano. Haití con sus terribles crisis ambientales y económicas es incapaz de producir lo que se come su población. Y Guatemala, ante la deforestación y destrucción del medio ambiente, la sequía ha sido la que se ha generalizado en casi todo el país, en unas regiones más que en otras. El corredor seco es un ejemplo de esto. Las cifras de los periódicos de esta semana demuestran lo que era un secreto a gritos y que el señor presidente negaba casi todos los días, que la desnutrición y la escasez de alimento crece y crece. El Ministerio de Medio Ambiente que está jugando un papel fundamental en casi todas las naciones, ante el cambio climático, aquí es inexistente.
Guatemala es un país de ingreso medio según las estadísticas económicas, a pesar de esto, aún, no es una país de clases medias, resultado de políticas públicas distributivas, donde las mayorías tienen asegurado una buena educación, salud y alimentación adecuada. Esta situación además de las malas políticas públicas sociales, es resultado de una cultura de racismo y de marginalidad hacia los más pobres, que son, sino una mayoría, una cifra considerable, que no es tomada en cuenta por el Estado, ni por los gobiernos. Resultado de esta triste historia, es evidente la desnutrición de la población infantil -urbana y rural- en todo el territorio nacional.
¿Es posible hacer algo todavía? Pareciera que no si se sigue con gobiernos como el actual, que trata de negar sistemáticamente esta crisis y que hace responsable a la prensa de ello. Es urgente que instituciones responsables de estos problemas como es La Procuraduría de Derechos Humanos se involucre a fondo, así como otras que tienen una mejor calificación, se hagan cargo de mediar y de luchar contra este flagelo. La sequía que azota este año, 2019 traerá aún más graves situaciones de hambruna y desnutrición. Las universidades: pública y privadas pueden jugar un papel fundamental, pues son instituciones que trabajan, producen el conocimiento y pueden proponer soluciones, realizar planteamientos y proyectos para en el corto y mediano plazo ser capaces de resolver esta situación gradualmente. De lo contrario la problemática socio alimentaria que se avecina a los productores de maíz y frijol es enorme. Esta es la base para el consumo y venta de la población pobre.
Guatemala está cerca de una profunda crisis alimentaria, si los diferentes sectores económicos y sociales no se involucran en un proyecto de país que incluya a todos los sectores sociales afectados por la pobreza, la desnutrición y ahora al medio ambiente con la sequía, ya que la válvula de escape de la migración hacia Estados Unidos y México ha sido cerrada. Será posible esperar una respuesta, o por el contrario será la anarquía o el egoísmo los que se fortalecerán. Pero si esto sucede, todos, todos serán los perdedores.

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