Vamos hacia la segunda vuelta
La Picota
Pese al desánimo de algunos actores políticos, nos acercamos vertiginosamente a una segunda vuelta electoral en donde iremos a votar por un gobierno derrochador o uno productor. No tendremos más opción que elegir entre la libertad y la mordaza; la democracia o la peligrosa dictadura. La moneda solo tiene dos caras. En una está grabada la falsa esperanza de un obsequio a cambio de empeñar nuestro futuro. En la otra, la propuesta de un cambio profundo en las instituciones públicas que permita la modernización y el desarrollo.
A pocos nos queda la duda de unas elecciones amañadas. Los dados estaban cargados desde que empezó el proceso, con una ley claramente favorable a los candidatos más conocidos. Es un secreto a voces que, en el Registro de Ciudadanos, se vendieron las resoluciones al mejor postor. El dinero ilícito fluyó sin contemplaciones para apartar del camino a los contrincantes más duros. Es allí donde se tendrá que probar el fraude y no en el conteo de los votos. A ella, el Tribunal Supremo electoral le perdonó todo; la campaña anticipada, el financiamiento ilícito, su inscripción a pesar de las denuncias y su falta de idoneidad.
Aun así, Sandra Torres se tendrá que enfrentar con un candidato fuerte, con experiencia en campañas y en la administración pública. Además, Alejandro Giammattei no tiene pendientes con la justicia, algo de lo que Sandra no puede presumir, pues tiene más de veinte denuncias penales que deberá enfrentar al terminar la segunda vuelta.
Derrotar a una candidata dispuesta a todo para conseguir el poder no es nada fácil, pero ciertamente tampoco imposible. Giammattei es conocido por su recio carácter y por la valentía con la que ha enfrentado las adversidades en su vida. Dará la batalla hasta el final y en ese proceso le acompañarán miles de guatemaltecos que irán a votar convencidos de hacerlo por una opción confiable, genuina y valiente.
Por Sandra Torres también votarán miles. La mayoría, confiados en recibir las bolsas solidarias que nos dejaron la deuda flotante más abultada de todos los gobiernos democráticos. Otros, aparentemente más pensantes, parecen olvidar el caso de los 40 millones de financiamiento ilícito, las muertes misteriosas de dirigentes de la UNE que se le voltearon, la intolerancia a la prensa, la promesa de amordazar a los detractores y su relación cercana con las mafias. Votarán porque se dejaron envolver por la mentira, la astucia y la codicia del poder.
A los amigos que siguen indignados gritando el fraude, no les auguro ninguna ganancia. La única forma de evitar que la estafa se consume es evitando que Sandra gane. En ese punto, algunos no logran aun enfocarse. Piensan que repitiendo las elecciones tendremos resultados distintos, lo que es un craso error. El llamado es a votar masivamente derrotando el abstencionismo, derrotando el voto nulo o blanco, cambiando la indignación por la sabiduría y la valentía para no dejarnos robar estas elecciones. Este 11 de agosto VAMOS por una Guatemala diferente.

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