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Triunfará Alejandro Giammattei

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En la nueva elección presidencial que se celebrará el próximo 11 de agosto, opino que el candidato ganador será Alejandro Giammattei y, por consiguiente, el candidato perdedor será Sandra Torres. Es impredecible cuál puede ser la diferencia de proporción de votos; pero la mayoría de electores, con extraordinaria sensatez, probablemente votará por Giammattei.

Mi opinión se fundamenta en dos encuestas a las que confiero validez. La primera es la encuesta CID-Gallup Latinoamérica, patrocinada por la Fundación Libertad y Desarrollo, que adjudica 41% de intención de voto a Alejandro Giammattei, y 33% a Sandra Torres. La diferencia de intención de voto es de 8%. La segunda es la encuesta de Prodatos, patrocinada por el diario Prensa Libre, que adjudica 50% a Giammattei, y 32% a Torres. La diferencia de intención de voto es de 18%.

Ambas encuestas me parecen confiables porque tienden a suministrar un producto estadístico similar; y creo improbable que, entre los agentes patrocinadores de tales encuestas, haya habido algún convenio de similitud de tal producto estadístico. Por supuesto, ambas encuestas pueden ser objeto de duda; o pueden no acertar en la proporción de voto finalmente adjudicada a cada candidato. Empero, la convergencia de ambas en adjudicarle el mayor porcentaje de intención de voto a Giammattei, le confiere a cada una más confiabilidad que inconfiabilidad.

Sabemos que una encuesta de intención de voto no tiene valor predictivo. Solo notifica tal intención durante la realización de la encuesta misma. Posteriormente puede haber un cambio, que puede ser extraordinario. Sin embargo, Cid-Gallup y Prodatos investigaron la intención de voto durante días muy recientes, de modo que es improbable que,  hasta el 11 de agosto, es decir, durante los poquísimos días siguientes, tal intención sufra un cambio tal que le confiera el triunfo a Torres.

La proporción de intención de voto en favor de Giammattei puede quizá dividirse de esta manera: una parte es intención en favor de él mismo, y una parte es intención en contra de Torres. No disponemos de datos para cuantificar cada una de esas partes; pero podemos conjeturar que es mayor la parte de intención en contra de Torres. Esta conjetura es sugerida por el porcentaje de votos que obtuvo Giammattei en la elección del pasado 16 de junio, y la intención de voto que le adjudica la encuesta  de Cid-Gallup y la encuesta de Prodatos. Y yo, en la vida cotidiana, en conversación con ciudadanos de los más diversos estratos sociales, he comprobado que la intención es votar contra Torres. Inclúyese la intención de aquellos ciudadanos pobres que no pretenden beneficiarse del subsidio prometido por el populismo repudiable y la demagogia criminal de la ilimitadamente detestable Torres.

Puede haber un fraude electoral, cometido por los magistrados del Tribunal Supremo Electoral, como el que presuntamente fue cometido en la elección del pasado 16 de junio. Supongamos que lo cometerán, o que por lo menos intentarán cometerlo. Empero, un número de votos notoriamente mayor en favor de Giammattei, dificultará el pretendido fraude, y suministrará un fundamento para denunciarlo.

Post scriptum. Las encuestas que he mencionado sugieren que, en la elección del próximo 11 de marzo, la mayoría de ciudadanos votará con gratificante sensatez: Sandra Torres no será el próximo Presidente de la República.

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