Columnas

¿Falsa Democracia?

Divi Filius

¿Qué es lo que la democracia representativa logra realizar con mayor exactitud? ¿ Qué es lo que se espera de ella?  Fundamentalmente, que sea capaz de reflejar con la mayor exactitud posible.las apetencias electorales de las grandes mayorías de ciudadanos.  Ese reflejo de las apetencias ciudadanas no tiene, nada que ver, con el resultado muy concreto y particular de cada elección.

Esto es importante tenerlo en cuenta, ante todo frente a los argumentos que apuntan a que el resultado de la pasada elección general en Guatemala muestran una ´falsa democracia´.  Que los dos candidatos al ballotage fueran ´viejos zorros´ de la política no demerita en nada, el proceso electoral.  El elector, al igual que un consumidor selecciona entre lo disponible aquello que le satisfaga.  En algunos casos serán candidatos nuevos sin experiencia en la administración pública y en otros casos, serán candidatos con más de una década de exposición pública.  Pero nada de esto, pone en tela de juicio el funcionamiento de la democracia guatemalteca.  La democracia guatemalteca hizo lo que tenía que hacer: opera bajo el criterio de la regla de la mayoría.

Ahora bien, aspectos que deberían de alguna forma poner en tela de juicio la calidad de la democracia guatemalteca son el altísimo porcentaje de abstencionismo.  El ballotage tuvo una participación de 3.6 millones de votantes, de un universo de ocho millones.  Sin duda alguna, hay un desencanto con el instrumento democrático.  Al mismo tiempo, no se debe olvidar que el presidente electo tendrá un mandato muy cuestionado, no en su legitimidad democrática pero si claramente sin un respaldo popular.  Razón por la cual, la nueva administración tendrá que comenzar a producir resultados muy temprano o el escaso apoyo popular podría transformarse en una crisis de popularidad muy grave al inicio de su mandato.

Votar es un acto, un acto mecánico, pero detrás del voto hay una enorme cantidad de procesos no precisamente racionales que toman lugar.  La decisión del votante no siempre es congruente con la selección de un set de ideas o el respaldo de una plataformas de proyecto político.  Y esto si debe, en cierta forma ser un elemento de preocupación.  La campaña electoral fue atípica, apática, y los electores no fueron bombardeados sistemáticamente con la información necesaria.  Pocos electores tomaron el tiempo para revisar los planes de gobierno (o pueden identificar al menos los 5 puntos fundamentales).  Todo lo anterior, es muy grave que suceda y que aún así, los electores concurran a las urnas.

¿Qué debe preocupar de la democracia guatemalteca? Que al momento de trascender la tercera década de vida, nos muestre un electorado apático, tan alejado del necesario debate ciudadano basado en obtener la mejor información.  Y por último, que teniendo el derecho del voto garantizado, se decida no usarlo.

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David Martínez-Amador

Becario Fulbright del Departamento de Estado Norteamericano. Politólogo, UMASS-Amherst. Investigador Social en las áreas de Consolidación Democrática, Crimen Organizado Transnacional, e impacto del crimen transnacional en la gobernabilidad democrática. Miembro de la Red de Investigadores Latinoamericanos por la Paz y la Democracia ÍNSUMIISOS´ con sede en Ciudad de México. Profesor universitario y consultor. Ha trabajado en Centroamérica, México, Estados Unidos y Canadá.

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