Columnas

Un duro reto a futuro

Guatemala Al Rescate

Guatemala lleva varios períodos gubernamentales en los que el gobierno central va perdiendo de manera constante legitimidad ante la población y el país sumido en una crisis política que cada vez se profundiza y que, de no empezar a trabajarse con seriedad y con responsabilidad en la solución a los problemas que nos aquejan, no tardaremos como sociedad en colapsar.

Un país en crisis se caracteriza por la pérdida de control físico de parte de su territorio, por la pérdida de monopolio del uso legítimo de la fuerza, por la erosión constante a que se somete la autoridad legítima en la toma de decisiones, el colapso de los servicios básicos, altos niveles de corrupción, y una conflictividad social permanente.

Pero esta crisis política hoy se agrava con elementos extraterritoriales que de igual manera nos están afectando como por ejemplo, en el área económica porque de un tiempo para acá, se ha venido generando una controversia internacional entre los EEUU y China continental, y otros países entre ellos México y otros de Europa, situación que ha generado inestabilidad y desconfianza en los mercados internacionales y como resultado se ha deprimido el consumo y contraído la economía, lo que al parecer de acuerdo con los expertos provocará una recesión en el comercio internacional, que tarde o temprano tendrá un impacto en la economía local, es aquí donde el gobierno central debe trabajar con la empresa privada para buscar alternativas para mitigar el efecto de esta posible depresión internacional para que no afecte de manera brutal a la empresa privada ni a la economía familiar.

En el área social existen estudios que proyectan que para el año 2040, o sea en 20 años, duplicaremos el número de pobladores en el país, por lo que se hace necesario un plan de nación que permita modernizar el Estado especialmente en las áreas de educación, salud y seguridad para dar a los ciudadanos las condiciones de vida necesarias para que estos se puedan desarrollar, de no ser así las condiciones se agravarán y la conflictividad social se incrementarán a límites impensables, por lo que hay que definir un plan de trabajo para consensuarlo con la sociedad, partidos políticos y organizaciones sociales y así poder concretarlos sin importar partido político o ideología.

De forma inmediata hay que buscar una solución que permita desactivar la conflictividad social que se produce en una gran parte del territorio nacional y que está relacionada con la problemática de la tierra, del agua, y otras demandas sociales que hay que ir solucionando rápidamente y, por otro lado, el acuerdo migratorio firmado con los EEUU que, en todo caso, deberá beneficiar a ambos países.

En lo político, la experiencia de este último evento electoral fue desastrosa no solo para el TSE quienes demostraron poco profesionalismo en la conducción del evento electoral sino para la población en la cual se generó una desconfianza total hacia el propio evento electoral y a sus autoridades, esto obliga a una reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos para lograr que en los años venideros este tipo de situaciones no se vuelvan a repetir y que la población vuelva a tener confianza no solo en el TSE sino en los partidos políticos.

El reto a futuro es muy duro, sacar a Guatemala adelante del atolladero en el que estamos, no va a ser fácil, es un proceso en el que tenemos que empezar a trabajar y en el que todos los guatemaltecos debemos de participar, independientemente de la etnia a la que pertenecemos, posición social o ideología, lo fundamental es lograr el desarrollo del país y generar mejores  condiciones de vida para todos, y lograr el sueño al que aspira todo país vivir en paz y tranquilidad.

TEXTO PARA COLUMNISTA

Lea más del Autor:

http://40.117.131.136:8080/2019/08/18/un-duro-reto-a-futuro/