Richard Sorge, espía
Editado Para La Historia
¿Quién de nosotros no ha pensado cuánto lo hubiera gustado poder ser espía durante una guerra? Las películas de Hollywood nos han hecho ver de forma glamurosa el trabajo de estos personajes. Pero el trabajo de espía no le está dado a cualquiera. Hay que tener muchas cualidades para poder ser un buen espía y sobrevivir. Se necesitan nervios de acero, hablar varios idiomas, ser extremadamente culto y mundano, tener varias profesiones, saber de códigos y de formas secretas de enviar la información, ser excelente en posiciones horizontales y tener las mejores relaciones para lograr las informaciones más precisas y secretas.
Desde la antigüedad, cuando se descubría a un espía, el castigo era la pena de muerte. En nuestros días, en que la pena de muerte es despreciada en casi todos los países del mundo, cuando se descubre un espía es enviado a la cárcel de por vida.
Es durante los periodos de guerra que más se utilizan los servicios de los espías. Muchos de ellos son especialmente entrenados para las tareas que tienen que realizar. Algunos trabajan por un sueldo (generoso) y otros trabajan simplemente por convicción política y humana. Fue durante la Segunda Guerra Mundial que trabajó un personaje por el cual cambió radicalmente el curso de la historia. Hablamos de Richard Sorge.
Desde finales del siglo XIX, la ciudad de Bakú, capital de Azerbaiyán, era una importante ciudad cosmopolita que vivía del petróleo. Mucho extranjero vivía en Bakú. Richard Sorge nació en esta ciudad de padre ingeniero alemán que trabajaba para el petróleo y de madre rusa. De niño fue a vivir a Alemania, pero su madre le inculco el amor a la patria rusa. La familia vivía en un ambiente de burguesía acomodada y al declararse la Primera Guerra Mundial se alistó como voluntario ganando la Cruz de Hierro. Ahí conoció las obras de los clásicos del comunismo y en los agitados años 20 de la posguerra en Alemania tuvo tantos problemas por sus convicciones políticas, que decidió huir a la recién creada Rusia Soviética. De inmediato comenzó a trabajar para la Internacional Comunista, que era una forma de injerencia de la nueva Unión Soviética en los diferentes países del mundo a través de sus partidos comunistas.
Sorge era un hombre muy guapo y carismático (lo que forma parte del paquete para ser espía) Era admirado por los hombres y no había mujer que se le resistiera. Llegó a trabajar a China como corresponsal del Frankfurter Zeitung y allí comenzó a crear una red de colaboradores que le ayudaran en su trabajo de espionaje. Después de la invasión de Manchuria por parte de Japón en 1932 creando un reino vasallo (¿recuerdan la película “El último emperador”?), la URSS estaba muy interesada por saber cuáles eran las intenciones de Japón respecto al Extremo Oriente soviético. Se le encargó a Sorge saber qué haría Japón respecto a la URSS.
Ya en 1939 anunció a Moscú que Japón trataba de crear una alianza militar con Alemania, razón que llevó a Stalin a la firma del pacto Ribbentrop-Molotov. También en 1940 anunció ya la posibilidad de que Alemania invadiera la URSS, incluso más adelante llegó a dar la fecha exacta prevista para la invasión de abril de 1942, pero su información fue menospreciada por Stalin considerando que era un pequeño burgués, muy mujeriego y alcohólico como para darle crédito. Por su trabajo viajaba entre China y Japón donde terminó instalándose.
Sorge tenía claro que Japón no podía hacerle la guerra a China, a las colonias europeas en Asia y al mismo tiempo atacar la URSS, por lo que informó a Moscú que no era necesario acantonar grandes reservas militares y que podían ser enviadas al frente alemán. Una inmensa cantidad de divisiones, caballerías, tanques y aviones abandonaron el Extremo Oriente soviético para dirigirse al frente europeo, refuerzo fresco contra Alemania.
A pesar de que el sistema de encriptado que utilizaba Sorge era muy sofisticado, los japoneses fueron cerrando el círculo hasta que lograron dar con él. Fue encarcelado y se le propuso a la URSS canjearlo por otros espías en manos de Moscú. Para Stalin era muy embarazoso recibirlo en Moscú, porque él había ignorado la información de la fecha exacta de la operación Barbarroja de invasión a la URSS. Después de 3 años de cautiverio fue fusilado y en 1963 póstumamente se le concedió la medalla de héroe de la Unión Soviética.
Richard Sorge fue quien inspiró a Ian Fleming para la creación de su personaje 007.
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