Globalismo y Socialismo – Parte I
Políticamente Incorrecta
Varias personas me han pedido que escriba sobre esto, para aclarar el tema, así que haré el intento de hacerlo en estas pocas líneas.
En diversas culturas y épocas han surgido pensadores y filósofos que soñaron con un mundo global en el que hubiera un sólo gobierno, una sola moneda, etc. En el 2002, el Globalismo fue definido por Joseph Nye, ex Decano de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, como una ideología política que busca entender las interconexiones que existen en el mundo moderno y de explicar sus patrones (https://www.theglobalist.com/globalism-versus-globalization/). Muchos aún confunden globalismo con globalización. Globalización es un término eminentemente económico que describe como el mundo se interconecta para producir bienes y prestar servicios, a un costo menor para el consumidor en todo el planeta.
Mientras que con el tiempo, el Globalismo se ha manifestado como una filosofía en clara oposición al nacionalismo o patriotismo, a leyes e instituciones basadas en la Constitución y los símbolos patrios, a los valores tradicionales que establecen el matrimonio como entre un hombre y una mujer, va contra el derecho a la vida promoviendo el aborto e inclusive, condenando el tener hijos y son contrarios a la profesión de fe, y hasta pretende reescribir la Historia. Para crecer, a nivel mundial, tomó el tema de la desigualdad social y declaró que la corrupción es la causa de esa desigualdad. Demoniza al que tiene dinero, a las empresas (pero quieren empleo), a las leyes (quieren protección para ellos, no para quienes se oponen a ellos), quieren todo gratis sin entender la relación entre productividad e impuestos. Es en ese punto que se ha unido al Socialismo del Siglo XXI.
El Socialismo es actualmente entendido por algunos como una “economía democrática (mayor igualdad)”, otros la ven como un sistema económico planificado donde el gobierno pueda ser empresario, para otros es el gobierno por la clase trabajadora y por ejemplo muchos millenials lo ven como la filosofía que exalta los valores sociales más humanos. Sus principales promotores en los USA son los Demócratas, entre los que sobresalen Bernie Sanders y Alexandra Ocasio-Cortez (AOC). Ellos condenan el uso de combustible, pero él tiene su propio jet y ella viaja en avión entre su distrito en Nueva York y su curul en Washington-DC. Ambos usan escoltas, carros de lujo, y toda la tecnología que dependen directa e indirectamente del uso de combustibles. Odian a las grandes empresas, pero acuden a ellas para financiar sus campañas, además de las donaciones directas individuales. Si uno lee el Green New Deal (Nuevo Acuerdo Verde) que AOC propone y lo compara con los principios del Socialismo, es Socialismo puro. Además de buscar la destrucción del sector productivo, sin importarle los millones de empleos que genera, y de pretender que el gobierno pague salud, seguro y educación completamente gratuita (de dónde piensan que sacará dinero si la gente no tiene de donde pagar impuestos), quiere abolir aviones, trenes etc. Propone que sólo exista la energía limpia. Es como cuando en Guatemala la gente se opone a la minería moderna, a las hidroeléctricas y a las plantaciones, todas empresas generadoras de empleo y de progreso, pero los que se oponen quieren carreteras, centros de salud, etc, todo gratis y quieren empleo.
Esa unión que nos ha dado el Globalismo Socialista o el Socialismo Globalista (da lo mismo), en América Latina ha apoyado los principios de la Internacional Socialista para tomar el poder. Para ello, deben dominar el campo académico, indoctrinar a las nuevas generaciones. Posicionar a sus mejores alfiles en posiciones de poder administrativo y político. Politizar la administración de justicia. Anular a las bases y cambiar los pilares de las fuerzas armadas para tener control sobre ellas.
En Guatemala, al igual que lo vemos en USA y que ha sucedido en muchos ejemplos en Europa, la manipulación de la educación por esa elite intelectual es evidente. Controlan incluso la versión de la Historia que los niños aprenden actualmente. La politización de la administración de justicia, es evidente. Pasó de ser objetiva, ecuánime, pronta y cumplida, a ser un instrumento de venganza contra quienes se oponen a los ideales “modernos” del socialismo globalista. La presunción de inocencia, prisión preventiva, debido proceso, violados completamente. Continuará…

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