Mirilla indiscreta

Es la hora de los pensadores

Mirilla Indiscreta

PENSAR es un proceso intelectivo que reacciona frente al reto de responder o resolver la duda de quién lo acciona para sobrevivir

¡ESO PIENSO YO QUE ES PENSAR!

Los filósofos dirían que “Es una forma de pensamiento crítico, racional, no empírico, que busca respuestas científicas sobre las causas primeras y razones últimas de la existencia, que es objeto de estudio de la filosofía”.

“Ergo cógito sum”…”Pienso luego existo” afirmaría el filósofo René Descartes al plantear uno de los fundamentos del Racionalismo que en sucesión de Juicios de Valor nos podría llevar a afirmar: Yo existo porque pienso que existo, si no pensara que existo no existiría y en consecuencia relacionado con un ser superior podría pensar: Dios existe porque yo pienso que existe Dios.

Antes de desquiciarnos pensando que es pensar, mejor bajemos a nuestra esfera existencial que generalmente nos lleva a pensar que todo lo hacemos sin pensar.

Lo cierto es que Pensamos sin Pensar que estamos Pesando: automáticamente, casi mecánicamente, como resultado de una actividad innata que activamos al nacer y se termina al morir.

¡En consecuencia una cosa es Pensar y otra muy distinta Pensar que estamos Pensando!

Estamos acostumbrados a Usar, Disfrutar, Aprovechar, el pensamiento de los pensadores, sean estos: Filósofos, científicos, intelectuales versados sobre todos los temas que abarca la cultura humana, que finalmente es El Resumen del Pensamiento de la Humanidad, desde los primeros tiempos hasta nuestros días.

El conocimiento humano, valga decir nuestra cultura, no se conforma por la suma de las ocurrencias cotidianas de la gente.

Por lo regular la gente transforma en ocurrencias, el pensamiento humano que tanto como su propia existencia, le ha costado acumular como nuestra cultura.

La política también ha sido producto de la cultura humana sobre el escabroso tema de la convivencia.

Y por esa razón: Disfrutamos o Sufrimos las ocurrencias de los Políticos en ejercicio de la función que los diferentes modelos de ese control social les ha asignado desde el momento en que como seres esencialmente gregarios, nos ampliamos de la familia a la tribu y de la gen a todas las formas de coexistencia que igualmente exigieron el surgimiento de Modos, Reglas y Normas: así como de Comportamiento Social, Morales, Normas Éticas o Religiosas hasta llegar a las Normas Jurídicas.

Habíamos sobrevivido al Matriarcado, Jefaturas Tribales, Visires, Sultanes, Emperadores, Zares y Monarcas que en dolorosa evolución prosperaron teóricamente, coexistiendo entre guerra y guerra, y a engendros malvados como la esclavitud, los sacrificios: paganos o cristianos en el circo romano o la inquisición.

Creímos llegar finalmente al Estado de Derecho, donde prevalecen más que nombres propios las instituciones y más que monarcas o dictadores, la denominada Democracia, cuya esencia radica, en que el poder, teóricamente lo detenta el pueblo.

UNA DEMOCRACIA SIN INSTITUCIONES Y SIN EL MANDATO DEL PUEBLO DEJA DE EXISTIR Y YA NO TIENE RAZÓN DE SER.

Un fenómeno generalizado nos indica fehacientemente en distintos puntos del globo terráqueo, que el régimen democrático como la suma de instituciones cuyo poder delegado radica en el pueblo ha entrado en una crisis de legitimidad generalizado.

Chile, Bolivia, Venezuela, México, Ecuador, Nicaragua, los propios Estados Unidos de América y otro tanto, en el resto del mundo, están alertando a la humanidad, que un cambio de ciclo político está irrumpiendo sin cortesías diplomáticas de ninguna especie.

Guatemala, no ha sido la excepción y posiblemente, como antecedente de ingrata recordación para la historia, si fuera su primer mal ejemplo en este inicio del siglo 21.

En medio de esta cuasi convulsión universal, por pequeños, casi insignificantes, no fuimos capaces de llamar la atención del mundo para que se conociera nuestra singular agonía como democracia fallida.

Culpa de los Políticos, no necesariamente.

La decadencia acelerada de nuestro sistema provocó únicamente, que los políticos circunstancialmente en control del andamiaje electoral, reaccionaran naturalmente a su vocación de ejercer el poder de acuerdo a las circunstancias.

Ellos no inventaron la Democracia… solamente la usaron… la disfrutaron… hasta que dejo de servir.

¡La pregunta de hoy… La crucial… La retadora… La definitiva!

¿Cómo le llamaremos ahora a nuestro sistema?

¡Ha dejado de sustentarse, en el sistema de Partidos Políticos y en la voluntad popular¡

¡Y que conste que no estoy acusando a los actores principales del pasado proceso electoral!

¡Se vieron frente a lo inevitable!: ¡La sentencia de muerte del sistema electoral guatemalteco como lo conocíamos!

¡Su reacción ha sido lógica y hasta necesaria!

¡No se puede dejar abandonado el Poder!…¡El país caería en Anarquía!… Y nos encontraríamos bajo la ley de la selva… del más fuerte… jugando a sobrevivir todos los días frente al desorden, la confrontación y finalmente la Guerra.

¡Urge en consecuencia! ¡Qué clarifiquemos que seremos de aquí hacia el futuro!

¿Somos un país regido por las Organizaciones de la Sociedad Civil, constituidas corporativamente en el núcleo del poder nacional?

¿Decidiremos en un sistema nacional de Asambleas Populares Regionales, los actos de Gobierno?

¿Qué sistema utilizaremos en cuatro años para decidir quiénes gobernarán el País?

¡El simulacro Republicano, parece llegar a su recta final, pero no podemos dejar a la deriva al país.!

¡Aceptar existencia de Partidos Políticos o formarlos en un sistema que no reconoce su intermediación entre la sociedad y el Estado, es una estafa mayor, a la de proponer un nuevo modelo político de convivencia y control social.!

¡Corto el espacio para debatirlo. Demasiada larga la Mentira sobre la vigencia de un sistema que hoy parece carecer de un Ordenamiento Constitucional, supremo y respetado!.

¡Mantener la peña, será tarea de los políticos, en espera de un próximo modelo a explotar.!

¡La recreación de ese urgente modelo de convivencia social e institucional, será tarea de los pensadores!.

¡PENSADORES DONDE ESTAN!

¡AUXILIO!

TEXTO PARA COLUMNISTA

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Danilo Roca (Edmundo Deantés)

Jurista, analista político, luchador por la libertad.

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