Navidad significa: Nacimiento
Emunah
La Biblia no menciona la fecha exacta del nacimiento de Jesús en Belén, así como tampoco existe evidencia histórica referente al día o mes de su llegada al mundo; pero es un hecho que por muchos años millones de personas de todo el mundo han conmemorado el 25 de diciembre como la fecha oficial del nacimiento de Jesucristo.
La polémica de que si se debe celebrar la Navidad o no ha estado en discusión por siglos. Se ha dicho repetidamente que este acontecimiento no sucedió en diciembre. De igual forma se ha tildado que esta celebración era una costumbre pagana que se adaptó para darle un nuevo propósito con un retoque cristiano. Mucho se ha dicho sobre este tema y se han dado múltiples razones del porque los cristianos no deberían celebrar la Navidad.
Lo que más me sorprende es que aquellos que han confesado creer en Jesucristo y en la Biblia como la palabra de Dios han sido los que más han atacado este festejo al nacimiento de Jesús. Resulta bastante ilógico que, en vez de unirnos como hermanos por ser hijos de Dios, a la celebración de ese momento histórico en que Dios, en la persona de su Hijo Jesucristo, bajó del cielo a la tierra con el propósito de salvar a la humanidad, decidamos atacarnos y crear más divisiones.
Así como lo mencionó Cantinflas en la película “Su Excelencia” hemos confundido los términos ya que si no fuéramos tan ciegos, tan orgullosos, si tan solo rigiéramos nuestras vidas por las sublimes palabras que hace dos mil años dijo aquel humilde carpintero de Galilea, sencillo, descalzo, sin frac ni condecoraciones: “Amaos los unos a los otros”; pero desgraciadamente entendimos mal, confundimos los términos, ¿y qué es lo que hemos hecho?, ¿qué es lo que hacemos?: “Nos armamos unos con los otros”.
En vez de usar la Biblia para unir, para amar, para servir a los demás, y practicar las enseñanzas de Dios, la usamos como arma para atacar o denigrar a aquellos con criterios opuestos a los nuestros. Es cierto que cada día de nuestras vidas debemos procurar tener una excelente relación con Dios y celebrar nuestra salvación diariamente, pero ¿Que hay de malo en querer rendirle un homenaje a Jesús con nuestra familia y amigos una vez al año? Claro que no hay nada nocivo en querer festejar un evento que tiene antecedentes en las mismas Escrituras y nos recuerda la manera en que Dios nos salvó.
Aquellos que celebramos la Navidad, lo vemos como una oportunidad global para proclamar a Cristo como el Salvador del Mundo, tener un tiempo de promover sus valores, agradecer en familia todo lo que él ha hecho por nosotros y sobretodo un tiempo apropiado para reflexionar en cuanto a nuestro destino eterno. A pesar de todas las distracciones que han minado la temporada navideña, nos esforzamos por darle al Señor el lugar más importante en nuestras vidas y compartir ese amor con los demás.
Considero que celebrar la Navidad o no, es una decisión personal; sin embargo, difiero con aquellos que usan sus diferentes puntos de vistas para destruir un evento que se está usando para glorificar el nombre de Dios. Eso trae a mi memoria las palabras de Jack Fleming “los cristianos somos el único ejército que mata a nuestros propios heridos”. Triste pero cierto, ya que Jesús mando a mantenernos unidos como hermanos en armonía, pero lamentablemente lo que más hacemos es atacarnos.
En vez de entrar en argumentos sobre si es bíblico o no, deberíamos centrarnos en el hecho de que estamos honrando a nuestro Salvador quien estuvo dispuesto a venir al mundo para que podamos ir al cielo. Tristemente en estas fechas, por absurdas disensiones, en vez de rendirle homenaje al festejado, las celebraciones se centran en actividades muy diferentes; olvidándonos que la Navidad es básicamente el plan de Dios para la salvación de la humanidad.
Aunque probablemente no nació en la primavera, hay que tener en cuenta que la Biblia afirma que nació, por lo tanto, en ésta Nochebuena seamos agradecidos con Dios y pidamos que Jesús encienda su luz en nuestros corazones para que él viva en ellos. Él es nuestra esperanza de vida que nunca debe morir en nosotros por lo que debemos sentirnos invadidos de gratitud durante la Navidad y todas las temporadas de nuestra vida. Así que festejemos al homenajeado: Jesucristo nuestro Salvador, no tan sólo un día al año, sino para toda la vida, hasta que el regrese de nuevo.
“He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” Mateo 1:23

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