Desafíos ambientales para el nuevo gobierno

Lugar Hermenéutico

Luego de una elección atípica y un extendido periodo de transición ayer fueron juramentadas las nuevas autoridades que administraran la cosa pública durante los próximos cuatro años.  Deseo de la manera más sincera les vaya muy bien, que la tenacidad, capacidades e ímpetu del nuevo presidente se inyecte a todos los funcionarios que conformaran la nueva administración.

Mucho se ha hablado en los diferentes medios sobre los principales desafíos en materia de seguridad, educación, salud pues claro esta son elementos prioritarios en el día con día de la agenda nacional, sin embargo, poco se ha escrito o analizado sobre los grandes desafíos ambientales pese a que estos condicionan la calidad de vida de los guatemaltecos, tal es el caso de la calidad del aire y del agua por mencionar dos sistemas ambientales.

La Constitución Política de la República de Guatemala de 1985 en su artículo 64: “Patrimonio Natural”, expresa que “se declara de interés nacional la conservación, protección y mejoramiento del patrimonio natural de la Nación”. Y en el artículo 97 de la Constitución Política menciona “Medio Ambiente y Equilibro Ecológico. El Estado, las municipalidades y los habitantes del territorio nacional están obligados a propiciar el desarrollo social, económico y tecnológico que prevenga la contaminación del ambiente y mantenga el equilibrio ecológico. Se dictarán todas las normas necesarias para garantizar que la utilización y aprovechamiento de la fauna, de la flora, de la tierra y del agua, se realicen racionalmente, evitando su depredación, contaminación y agotamiento”. Es evidente que el deber ser que se enmarca en la carta magna dista mucho de la realidad.

En general, puede mencionarse que la gestión ambiental en Guatemala está en función de los sectores que incorporan las preocupaciones ambientales según sus intereses y prioridades, tal es el caso del gobierno, sector académico, ONGs, empresarios, cooperación, etc.  Aunque constan intereses comunes, entre los actores existe una clara dispersión de las acciones y pocos avances significativos frente a la problemática ambiental del país. Además, la falta de seguimiento y evaluación dificultan poder establecer los impactos de reducción del deterioro de los bienes y servicios naturales del país.  Por ello, ante la magnitud de la problemática ambiental se requiere mayor esfuerzo para que la acción coordinada, conjunta, complementaria y suplementaria de todos estos sectores pueda detener y revertir las tendencias de deterioro del patrimonio natural de los guatemaltecos.

El problema es aún más grave si se pone en perspectiva las actuales condiciones de un aparato estatal sumamente débil lo cual hace que, aunque existan marcos legales y políticas públicas congruentes, estos muchas veces queden reducidas a excelentes ejercicios metodológicos, pues la capacidad del Estado para hacer cumplir dichos instrumentos y marcos regulatorios, es débil, “sumamente débil.”

En este sentido me permito proponer algunas líneas de acción que den respuesta a los desafíos ambientales del país:

  1. Coordinación Socio ambiental Interinstitucional en los niveles central, regional y local potenciando los esfuerzos de descentralización y desconcentración.

Debe integrarse un espacio técnico por medio del cual las instancias públicas que tienen responsabilidades sobre el medio ambiente aumenten su efectividad en el logro de resultados de desarrollo ambiental del país; que velen a su vez porque en el diseño y la implementación de todas las políticas del Gobierno de Guatemala incorporen plenamente la visión del medio ambiente.

A su vez, lograr una planificación del quehacer de las instituciones públicas del Sector ambiental que permita que sus programas, subprogramas, actividades y proyectos queden reflejados en el Presupuesto General de la Nación, ahora que tocara readecuarlo, generando resultados medibles en aporte a las metas nacionales trazadas, para ello es necesario el desarrollo de agendas compartidas entre las diferentes dependencias públicas y lideradas por el ente rector del medio ambiente en Guatemala.  Entre las instituciones con las cuales debería implementarse estas agendas, deberían estar en al menos las siguientes instituciones:  MAGA, CONAP, INAB, IGN, AUTORIDADES DE LAGOS, CONRED, MINEDUC, MINSALUD, MEM.

Es necesario que el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales en su calidad de ente rector delimite institucionalmente el sector de ambiente para hacer más eficiente la gestión pública y orientarla al logro de resultados.  La delimitación ha de servir para la construcción y aplicación de instrumentos de gestión como son las políticas, los planes estratégicos y operativos (multianuales o anuales), normas, regulaciones, incentivos, y prácticas de acuerdos voluntarios.

Así mismo es importante que esta coordinación se de en los niveles regionales y locales del país, que se fortalezcan los procesos de descentralización institucional y territorial; buscando promover y fortalecer las capacidades de gestión y autogestión de las delegaciones regionales y departamentales de las instituciones. Eso permitirá desconcentrar y transferirles funciones y competencias en materia de gestión ambiental en el ámbito regional, departamental y municipal.

2 Formación, educación, e investigación Ambiental a todo nivel con base en la bioética.

Debe promoverse la articulación del sistema educativo nacional y promover el contenido de programas de investigación, formación y educación que permitan la interiorización de la problemática del medio ambiente tanto a nivel general (mundial), como a nivel especifico (medio donde vive) y sus niveles de solución.  Se necesita establecer un puente entre la ciencia experimental y las humanidades que permita establecer las relaciones de interdependencia que se dan entre el ambiente con el hombre, para iniciar una relación armónica entre el mundo natural y las actividades humanas a través del desarrollo sostenible, buscando la mejora de la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras, propiciando la regeneración de los ecosistemas.

Para lo anterior es fundamental el desarrollo de la investigación en temáticas ambientales, la cual presenta importantes avances en los últimos años  en gran medida gracias a la Red Nacional de Formación e Investigación Ambiental REDFIA dada su proactividad en la coordinación interinstitucional entre las universidades, Centros de Investigación y las autoridades responsables del medio ambiente, debe potenciase que estas investigaciones tengan mayor impacto en el interior de la República, especialmente en las regiones con mayor vulnerabilidad al fenómeno del cambio climático.

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