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Un nuevo ejercicio presidencial en Guatemala

Relaciones Internacionales

El acto de la toma de posesión de un nuevo gobernante siempre genera nuevas suspicacias, emociones encontradas y hasta puede llegar a profundizar la polarización que determinado país puede tener, especialmente nuestra Centroamérica que tuvo la amarga experiencia de los conflictos civiles que finalizaron con firmas de Acuerdos de Paz en la década de 1990. Guatemala y El Salvador tienen ese antecedente histórico que no puede olvidarse. Esta semana en Ciudad de Guatemala ha asumido la presidencia de la república, el Doctor Giammattei en medio de un océano de especulaciones de todo tipo, lo cierto es que comienza una nueva etapa democrática en la vecina Guatemala.

Auguro que esta nueva transición político-democrática sea genuina por el bien de todos los ciudadanos guatemaltecos que anhelan un mejor país, en progreso como todos los centroamericanos queremos y merecemos. Siempre en toda ceremonia que superficialmente se ve ordenada existen sucesos que hacen ver mal todo lo bueno que se ha realizado. Pocas horas posteriores que el presidente Giammattei asumió el ejecutivo se conoció en medios de comunicación locales que Morales el expresidente era juramentado como nuevo miembro del polémico PARLACEN.

¿Acaso no está suficientemente lesionada la percepción popular sobre PARLACEN? ¿Por qué cierto grupo del PARLACEN se empeña en querer hacer buenas acciones que en realidad son malas? El mecanismo del PARLACEN realmente es necesario pero si se utiliza y ejerce las funciones para lo que fue creado y previsto que al fin de cuentas es para tener mejores países en su forma general de vida y no solapando malas acciones.

Guatemala, un país vecino y amigo de El Salvador ha tenido gobernantes que proyectan mala imagen país lo cual no es conveniente para toda esta región norte del punto medio del continente. Bien dicen, el que nada debe pues nada teme. Merecemos gobernantes y ex gobernantes que de verdad se preocupen por el bien e intereses nacionales. Es un territorio que cuenta con una riqueza cultural sorprendente que es ejemplar para el resto de nuestro vecindario centroamericano.

Las dinámicas democráticas han cambiado y mutado de una forma impresionante en los últimos 20 años, por ende las exigencias ciudadanas son de calidad y mayores en cantidad. El triángulo Norte Centroamericano debe avanzar, salir de este retardo socioeconómico en el que nos encontramos atrapados los ciudadanos del nuevo milenio y con exigencias astronómicas comparadas con décadas anteriores.

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Andree Cardona

Profesional en relaciones internacionales y consultor de prensa internacional.

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