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El que nada debe nada teme

Kidon

Frase popular que usó durante su gestión, la exfiscal general del Ministerio Público Thelma Esperanza Aldana Hernández, en relación con toda persona sindicada de cometer algún delito, y que, por alguna razón alegaba desde el país o fuera de el, persecución política, selectiva o desproporcionada.

Tiempos de gloria donde los fiscales y el personal de la extinta CICIG, bajo el falso argumento de combatir la corrupción e impunidad, allanaban casas y negocios, encarcelaban sindicados sin límite de tiempo, difamaban a personas y familias, expropiaban sus bienes y los reducían a su mínima expresión.

Algunos de los inquisidores en total ignorancia, vociferaban presunción de culpabilidad, otros, que la Constitución de la República, estaba por debajo del mandato de la fallida comisión y otros criminalizaban a cualquier sujeto procesal, qué en uso de su derecho de defensa, interpusiera recursos judiciales o acciones constitucionales, para tutelar sus derechos, tildándolos de pertenecer al pacto de corruptos.

Como siempre el tiempo se encargó de dar la razón, y hoy vemos como los ex paladines de la justicia pervertida, critican los procesos judiciales que se tramitan en su contra, algunos desde el extranjero, otros vinculados a proceso penal y otros más desde el cargo que aún ostentan.

Me refiero a la licenciada Thelma Esperanza Aldana Hernández, quien debido a dos ordenes de aprehensión que pesan en su contra, se encuentra huyendo del país en los Estados Unidos de América, lugar donde a pesar del esfuerzo de la maquinaria demócrata, le será imposible conseguir asilo, debido a qué según la legislación internacional, esa petición debe efectuarse directamente en el primer país a donde llegó.

Así como a los ex fiscales, Óscar Shaad, Andrei Vladimir González Arteaga y Luis Mejía, quiénes ante los graves hechos delictivos cometidos, no les quedó otro camino más que renunciar al cargo que ejercían y en su caso salir del país para evitar su procesamiento penal.

El exjefe de la fiscalía de Derechos Humanos del Ministerio Público, Orlando Salvador López, responsable del encarcelamiento de nuestros veteranos de guerra, y quien debido a que asesinó cobardemente a una persona en el departamento de Zacapa, fue destituido del cargo y hoy enfrenta a la justicia por ese delito.

Pero el caso de mayor trascendencia debido al nivel de victimización al que lo elevaron, es el relacionado con el licenciado Juan Francisco Sandoval Alfaro, el jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad, quien atemorizado por los graves hechos delictivos cometidos en el caso Odebrecht, empezó a entrampar el proceso mediante la presentación de una serie de recursos maliciosos; lo cual, no tiene congruencia si tomamos en consideración aquel adagio popular que tanto recalcó la prófuga de la justicia.

Hoy, este mal fiscal sabe que una cosa es tener el poder y otra muy distinta es ser sometido a ese poder, y más, si sobre el, pesan graves acusaciones de violación a los derechos humanos, así como hechos delictivos cometidos en contra del patrimonio el Estado, acciones qué, por la propia naturaleza del sindicado, le impiden afrontar la justicia como caballero.

Siempre advertimos que el poder es efímero y que más temprano que tarde en esas mismas instituciones que cooptaron, serían juzgados, con la única diferencia que ahora les tocará defenderse solos, sin la cobertura impune que por muchos años les proveyó el colombiano.

TEXTO PARA COLUMNISTA

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Raúl Falla

Abogado y notario