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La aviación y la sostenibilidad ambiental

Lugar Hermenéutico

Se estima que la aviación es responsable entre el 2% y 3% del total antropogénico global de emisiones de CO2, lo que a simple vista puede considerarse como una contribución pequeña comparada con otros sectores, sin embargo, es importante recordar que este sector presenta un crecimiento acelerado en todas las regiones del planeta, por lo que dentro de las previsiones a futuro estas contribuciones habrán aumentado considerablemente.

En este sentido, desde el 2004, la Organización de Aviación Civil Internacional, OACI, el organismo especializado de Naciones Unidas para el sector aéreo, adoptó tres principales objetivos en materia ambiental: a). Limitar o reducir el número de personas afectadas por el ruido significativo de las aeronaves; b). Limitar o reducir el impacto de las emisiones de la aviación en la calidad del aire local; c). Limitar o reducir el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero de la aviación en el clima global.

Estos objetivos se han ido materializando a través de la industria aeronáutica, los operadores aéreos y los Estados miembros por medio de los órganos reguladores de aviación civil en cada país, lo que ha llevado al sector alcanzar altos índices de eficiencia en sus operaciones, con la introducción de mejoras tecnológicas en la flota de aeronaves, mejoras en los procedimientos operacionales, en el desarrollo y producción de combustibles alternativos.

De esa cuenta se han mejorado las normas para los motores de aeronaves con un nuevo nivel de rigurosidad que limitaría las emisiones de materia particulada no volátil (nvPM) de los motores de aeronaves.  Se espera que la nueva norma OACI lleve a las tecnologías a ocuparse de la nvPM, lo que a largo plazo reducirá al mínimo sus posibles repercusiones en el medio ambiente y la salud.

Con esta nueva norma, la OACI ha completado todas sus normas ambientales principales para la certificación de las aeronaves y sus motores, que tienen que ver con el ruido, la calidad del aire local (NOx, HC, CO, nvPM) y el cambio climático (CO2), lo que convierte a la industria de la aviación en el único sector que cuenta con requisitos de certificación ambiental obligatoria a nivel mundial para la operación de sus equipos.

Una vez que puedan aplicarse, todas las aeronaves nuevas deberán ser certificadas conforme a esas normas OACI antes de entrar en operación.  Así mismo se han fijado nuevas metas tecnológicas para el sector, incluidas mejoras del ruido de las aeronaves de hasta 15,5 decibeles, dB, por debajo de los límites actuales.  También cabría esperar un mejoramiento del rendimiento del combustible de hasta 1,3% anual con las nuevas aeronaves que entren en producción.  

Es importante mencionar que el sector ha realizado publicaciones importantes sobre aeropuertos ecológicos en las áreas de energía renovable, gestión de desechos, gestión ambiental y diseño ecológico de los edificios de aeropuertos. Así mismo se trabaja en protocolos importantes sobre el estado de la vida útil y el reciclaje de las aeronaves y sobre la navegación basada en la performance y la participación de la comunidad. Se han hecho estimaciones que, con la aplicación de estas medidas conforme a los planes mundiales de la OACI, puede lograrse un ahorro de combustible de 167 a 307 kg por vuelo para 2025, lo que se traduce en la reducción de millones de toneladas métricas por concepto de C02 lanzados a la atmosfera.

Merece la pena ponderar que, desde hace algunos años, la industria de la aviación se planteó el desafío de la neutralidad de sus operaciones a partir de un horizonte temporal determinado para el 2020. Para ello, la Organización de Aviación Civil Internacional, OACI, planteo una canasta de medidas para el logro de este objetivo aspiracional, en materia operacional, medidas de reducción en el uso de combustibles y un plan global de medidas basadas en el mercado que se implementara a través del mecanismo para la compensación y reducción del carbono para la aviación internacional (CORSIA).

Sin duda alguna, la implementación de dicho mecanismo constituye un paso fundamental en el esbozo de un nuevo modelo económico que ponga en valor los diversos niveles de contaminación que se dan en toda actividad productiva, así como la forma de buscar su reducción, su reparación y su compensación.  Bien por la aviación y su compromiso por el medio ambiente global.

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