La mejor utilización de los recursos públicos
Barataria
Los recursos públicos en Guatemala vienen siendo una suerte de botín de guerra después de cada una de las elecciones y algunos funcionarios públicos, vienen considerando estos recursos como una forma de hacer negocios que les aseguren ser incipientes “ricos”. De hecho en nuestro país cada cierto tiempo emergen muchos “nuevos millonarios” que luego de pasar cuatro, ocho o más años en el Gobierno, pasan de vivir en modestas casas pagando hipotecas y con deudas y préstamos que los ahorcan a trasladarse a otros inmuebles en zonas residenciales, muchos de estos, adquieren automóviles lujosos, fincas y casas de descanso, incluso algunos hasta aeronaves que en su vida pensarían en adquirir pero los negocios y trinquetes que hacen con los recursos del Estado, les da la vida que desearon a costa del derroche y mal uso de los recursos públicos.
De todos es sabido casos y casos en los que muchos funcionarios públicos adquieren fortunas al cabo de varios años en el ejercicio de la función pública y además de ello los medios de comunicación muchas veces han denunciado estos casos que muchas veces la Contraloría General de Cuentas ni se da por enterado, porque esta institución, cabe resaltar es de reacción, que en lugar de controlar el gasto público reacciona ya cuando los recursos se han ido al bolsillo de muchos funcionarios coludidos con empresarios. Por otro lado no hay una efectiva persecución de estos casos por parte del Ministerio Público y los Tribunales de Justicia.
Con la llegada del señor Alejandro Giammattei al poder se inició una especie de denuncia de actos de corrupción del anterior gobierno, que van desde sobrevaloración de pan francés, plazas fantasmas, gastos superfluos y otros aspectos como estos. Estas denuncias ya han llegado al Congreso de la República en donde algunos Diputados se han negado a consumir almuerzos durante las sesiones de trabajo, además de renuncias a ciertas prebendas que van desde seguro médico, celular y otros aspectos. Estos asuntos han causado un verdadero revuelo en las redes sociales, en donde la denuncia de la compra de pan sobrevalorado o no, y la actitud de los Diputados en realidad son actos que llevan admiración de muchos porque en realidad existe un verdadero clamor popular para que las Instituciones públicas utilicen adecuadamente los recursos públicos y no los desvíen en cuestiones superfluas o en actos corruptos que únicamente buscan desviar los escasos recursos públicos a manos de funcionarios y particulares que ordeñan el Estado para sus aviesos intereses.
Lo cierto es que la población está cansada de ver que todos los recursos del Estado, que son los impuestos que pagamos todos los guatemaltecos, no se utilicen como debería de ser para buscar los satisfactores que implican naturalmente el bien común y que con obras sobrevaloradas y gastos superfluos en vehículos, rentas de inmuebles altísimas, plazas innecesarias y algunas veces fantasmas, en fin la desviación de los fondos a otras manos. Esto también debería ser una fuente de reflexión para el actual Presidente de la República, funcionarios públicos y las Municipalidades que el gasto del dinero público deberá ser cuidadoso. Pero que también deberá revisarse otros rubros. Nunca he comprendido la especie de monarquía que existe con el Presidente de la República en Guatemala, pero se le asigna presupuesto para gastos que en realidad ya no son parte de la función presidencial porque tiene asignaciones de alimentos y otro tipo de gastos que en realidad no debería salir del erario nacional. Lo mismo sucede con muchos funcionarios públicos que le asignan vehículos, teléfono celular y seguridad a sus esposas y familiares; algunos otros contratan en las instituciones a su cargo a cuñados, ex esposas, hijos, amigos y otros muchos personajes como si en realidad fueran sus propias empresas y con salarios exorbitantes lo cual es igualmente censurable.
Al final, pensaría que el señor Giammattei ha iniciado una cruzada en contra de los gastos superfluos y el mal uso de los dineros públicos, es una cruzada en contra de la corrupción, que si tiene sentido, no solo se detendrá para verificar si la fila de pan francés está sobrevalorada, porque quedarse en esos asuntos es realmente patético, quisiera ver al señor Giammattei diciendo que las compras de las medicinas por parte del Ministerio de Salud también están sobrevaloradas y que por ello las farmacéuticas que le venden al Ministerio de Salud siempre han sido buenos financistas de los candidatos y que, de ahora en adelante no se va a permitir que una aspirina la vendan a precios exorbitantes; ni alquileres de inmuebles por millones de quetzales, ni compra de vehículos innecesarios. Pero sobretodo la lucha contra la corrupción y el clamor popular por la utilización correcta del erario público, debe ser frontal y sin ambages de tal manera que este gobierno no permita la corrupción de sus propios funcionarios, porque si estamos con la idea de que no se debe permitir la sobrevaloración de pan francés por ejemplo, también debería entrarle de lleno a evitar la corrupción porque al no hacerlo únicamente quedaría en que tenemos un Presidente desbocado y bocón, que cree que con una palabras ya eliminó la corrupción.

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