Atención al público y Reforma Fiscal

Crisol Literario

Cuando se habla de la Superintendencia de Administración Tributaria, es complejo demostrar ante la comunidad ciudadana la importancia de esta institución estatal, todos deberíamos tener conocimiento que la finalidad de la misma es realizar de manera eficiente y amigable la recaudación tributaria para que el Estado con una buena gestión de los recursos pueda cumplir su finalidad de llevar bienes y servicios a su población. La administración correcta de los recursos facilitará atender de mejor manera las necesidades fundamentales existentes en territorio guatemalteco. Ahora bien, el concepto que a primera vista se viene a la mente cuando se habla de Administración Tributaria son los impuestos, estos son importantes porque a través de ellos se brinda educación, salud seguridad, justicia, obras públicas, combate a la pobreza y el impulso a los sectores económicos que son fundamentales para el crecimiento de la economía del país. Aunque no está demás decir que para lograr este objetivo tan importante y primordial debemos continuar fortaleciendo la transparencia, la democracia y la rendición de cuentas reduciendo aquellas prácticas que minimizan la eficiencia de la recaudación tributaria y que en su conjunto han venido afectando la política fiscal del país.

La configuración económica guatemalteca basada en la acumulación de riqueza con imperceptibles o bajos  niveles de distribución de capitales debido a falta de trabajo, altas tasas  de desempleo, subempleo, trabajo informal y explotación infantil unido a una discreta Tasa Interna de Retorno de capitales para la inversión local, hace que la recaudación fiscal se torne insuficiente para resolver las necesidades y problemas de pobreza, desigualdad económica e indiferencia social que padece la sociedad guatemalteca.  La acumulación por años de este rezago se manifiesta en la existencia de una crisis fiscal.

Realidad que se agrava cuando las instituciones relacionadas desestiman o desatienden al público usuario que requiere de las atenciones del Sistema de Tributación Nacional. En este sentido, el primer peldaño a superar en la reforma fiscal, que desde este espacio #CrisolLiterario se ha venido proponiendo, es la atención decorosa al usuario del sistema que con su tributo aporta al desarrollo social del país. Sería de gran valor que la intendencia a cargo de la asistencia al usuario de la SAT, revise y ponga en práctica metodologías que agilicen la administración interna relacionada con el servicio y atención al cliente. Sin bien es cierto que la tecnología y firma electrónica avanzada es una condición esencial para la efectividad del proceso fiscal (facturas FEL y libro tributario para el pequeño contribuyente en tiempo real) es igual de importante la relación sociológica entre el funcionario público y el usuario. Es acá la importancia del título del presente artículo.

Un segundo peldaño a superar para la reforma fiscal es la realización de un correcto análisis de las finanzas públicas; el cual engloba, tanto los problemas de recaudación como la de ejecución y calidad del gasto. Sin embargo, señalar como causa única de los desequilibrios financieros del presupuesto nacional al incremento del gasto y su baja ejecución, sería considerar solamente una cara de la moneda. En realidad, la crisis fiscal es un problema complejo y crónico. Por un lado, la evasión y la elusión fiscal continúan siendo el talón de Aquiles del sistema tributario. Por otro lado, la carga (o tasa)  tributaria con relación al Producto Interno Bruto, para el caso de Guatemala, es una de las más bajas de la región (entre 9 y 10 por ciento). Se estima que para el presente año 2020,  supere los dos dígitos. Al menos, un 10.8  por ciento. Aun así, si ocurre, sería considerada todavía como una de las tasas de recaudo fiscal más bajas del continente. Lo que evidencia una clara debilidad financiera del Estado. En publicaciones anteriores hemos señalado que Estado somos todos, no solo el gobierno.

No obstante los esfuerzos de recaudación fiscal, es digno reconocer que el gasto público es insuficiente para resolver las necesidades locales de infraestructura productiva, salud preventiva y combate a la pobreza. Aunque es indudable, que en última instancia, podría ser efectivo para evitar el agravamiento de las mismas. Lo anterior es importante mencionarlo porque, pese a que la capacidad financiera del Estado en términos relativos ha aumentado, esto no se ha traducido en un mejoramiento de los niveles de vida de la población guatemalteca. Muestra de ello, el alto índice migratorio que se evidencia, especialmente en los territorios del cinturón fronterizo Guatemala-México.

El tercer peldaño a superar para una efectiva Reforma Fiscal es la modernización política vista como un proceso inseparable de la modernización económica. Debemos revisar la economía y la política para transformarlas en instrumentos eficaces que contribuyan al fortalecimiento del sistema tributario. La modernización del sistema abriría los espacios y condiciones para discutir ideas, confrontar planteamientos y probablemente, lo más importante, permitirá llegar a consensos de Desarrollo Nacional.

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