Coronavirus: 4 ideas fundamentales para la crisis
Evolución
Quiero referirme brevemente en esta ocasión a cuatro ideas que han demostrado ser fundamentales y sumamente importantes y que se deben implementar en nuestro país para aliviar la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. Las primeras dos tienen que ver con la contención del virus y la prevención de la epidemia; las otras son de vital importancia para aliviar la crisis económica provocada por las medidas de protección que se han impuesto, pero que han paralizado la economía.
Pruebas masivas. El éxito de Corea, uno de los países que mejor supo lidiar con esta crisis y que mejor controló la epidemia, radica en que desde muy temprano realizaron una cantidad significativa de pruebas para detectar contagios. Contaron incluso con un sistema de autoservicio para pasar a hacerse la prueba. También es importante resaltar que su sistema de salud, que en buena medida descansa en servicios privados, fue muy eficiente en este proceso. Estados Unidos está siguiendo este modelo, realizando hoy día más de diez mil pruebas diarias y habiendo incorporado en el mercado mecanismos muy prácticos para hacerse la prueba, aprobados con mucha celeridad por la FDA. El gobierno de Guatemala debe, sin más demora liberar por completo la importación de todos los mecanismos efectivos de prueba y permitir su comercio sin restricción. Esta es quizá la medida más importante y efectiva. Esta medida también le ahorrará una inmensidad de recursos al gobierno, puesto que habrá muchos particulares y empresas privadas que estarán en la mejor disposición, para su propia seguridad y la de sus empleados, en invertir en estas pruebas, ya que el costo de una población enferma es mucho mayor, aliviándole así la carga al gobierno. Éste podrá así enforcarse en llevar a cabo las pruebas priorizando sus recursos.
El doctor Anthony Fauci, una de las figuras más importantes en Estados Unidos sobre el tema, hizo el miércoles una recomendación muy importante basado en el análisis que la OMS hizo sobre la experiencia en China, lugar de origen de la pandemia, y las medidas que deben adoptarse una vez se ponga bajo control la propagación del virus. La idea es que luego de que se logre cierto control y se reduzcan los casos a niveles manejables, se debe tener mucho cuidado en implementar políticas para no reimportarlos y reiniciar el ciclo. Esto es de vital importancia para no reiniciar la crisis y volver a una situación de emergencia. El gobierno de Guatemala tomó medidas importantes en cuanto a restringir el influjo de viajeros de países de alto riesgo; pero esperanzados en que lleguemos a poner la situación bajo control, una vez lo logremos, se deberán implementar políticas efectivas para no volver a ponernos en riesgo.
La economía, individual, familiar, nacional, ha recibido un golpe severo por la paralización de actividades derivada de la crisis. La primer medida para aliviar esta situación va en el sentido de abaratar los precios de los productos para la población. Se debe tomar en cuenta que el dólar ya se ha disparado. También se debe entender que el incremento en la deuda pública generará inflación. Esto es letal para la economía familiar puesto que el efecto será un incremento severo en los precios. Lo ideal sería eliminar por parejo los aranceles y permitir la importación de toda clase de bienes. Para los estatistas, no se preocupen, el agujero fiscal provocado por la reducción de aranceles se verá en buena medida compensado por un incremento en recaudación en IVA. No es que el efecto neto será cero, pero no será tan malo para las finanzas públicas como algunos adversan. Si no se tiene la valentía de hacer una desgravación total, por lo menos que se eliminen los aranceles a productos alimenticios, agrícolas, pecuarios, farmacéuticos y de primera necesidad y todas sus materias primas e insumos para su producción.
La segunda clave para rescatar la economía es mantener las empresas a flote para salvar el empleo. Para ello hago eco de una propuesta muy sensata que ha circulado que consiste en reducir el Impuesto Sobre la Renta del 25% a un 15% con la condición de que las empresas mantengan al menos el 90% de sus empleados y extender este beneficio también a las empresas que se incorporen a la actividad formal, no solo tributando sino también reportando sus planillas al seguro social. Se debe también eliminar el Impuesto de Solidaridad, que no es más que un impuesto confiscatorio que opera como un ISR que se paga anticipadamente, aún cuando las empresas tengan pérdidas. Para cualquiera que piense que lo más importante es que el gobierno recaude más impuestos, véalo de esta manera: en la medida que más empresas quiebren por no poder afrontar la crisis, habrá menos empresas pagando impuestos y por ende menos recaudación. Esta medida no solo le da a la oportunidad a las empresas de sobrevivir a la crisis, sino al gobierno mismo, pues sin producción de riqueza en la iniciativa privada, tampoco puede haber impuestos qué recaudar. Está de más decir también que mientras más empresas quiebren, más desempleo habrá, agravando más la crisis.
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