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La Disciplina en la vida

Ventana Cultural

En el momento en que esto se escribe, se ha escuchado tanto el término disciplina que solo se da en la escuela. A los maestros les han hablado de mantener la disciplina dentro del aula, porque, aunque en la universidad se dan atisbos del tema, pero en la práctica, es donde más cuesta realizarlo, dado que no se tiene en claro qué es la disciplina.

Las antiguas culturas, especialmente las orientales, toman el término como servicio, porque la disciplina deriva la palabra discípulo y esta quiere decir servidor, el discípulo es aquel que sirve, el que pone en práctica aquello que aprende, el discípulo es servidor de la verdad.

En el área educativa, – ya que la educación se da desde la concepción, y complementa con la escuela – en la tradición formal, en la educación que la disciplina es represión. Como se ha forjado bajo la idea de las líneas de producción, todo tiene que ir limpio y ordenado solo porque sí, en una línea de producción que no tiene un fundamento que lo sustente.

No se sabe exactamente por qué se debe ser disciplinado, ya que nunca nos han dado una explicación propia aunque se llegue a preguntar ¿Por qué? Y vamos a tratar de explicarlo en estas pocas líneas.

Antes que nada, debemos tomar en cuenta que el gran instrumento de la disciplina es la voluntad, el discípulo, el servidor no puede actuar sin la voluntad, la voluntad que lleva a buscar en sí mismos esos cambios que se quieren ver en su entorno y comunidad.

La disciplina se mueve en cuatro principios primordiales, que sin ellos, la disciplina no sería posible:

  • La disciplina lleva orden: cuando no hay orden el entorno es un caos, de allí surge la idea que todo tiene que estar limpio, y ordenado, para que todo fluya.
  • La disciplina lleva un ritmo: cuando hay ritmo, hay constancia, y la constancia lleva a la persistencia y la determinación.
  • La disciplina es armonía: cuando hay orden esta lleva a la armonía, cuya raíz es el mundo espiritual y nos permite poner los pies en la tierra.El ritmo es acción, y la acción destruye a la pereza, pero hay que tener cuidado cuando este se descontrola y se llega al extremo de la activitis sin sentido. El ritmo es la actividad mesurada, el equilibrio en lo que se hace entre la actividad extrema y la inactividad.
  • Una mente indisciplinada es cual péndulo que se mueve a la misma velocidad de un lado a otro, entre el quiero y no quiero, el me gusta y no me gusta, en cambio una mente disciplinada no pierde su centro y se afirma en las Ideas Fundamentales.

Por eso, podemos decir y afirmar sin temor a equivocarnos que la disciplina nos la presión ni la restricción que se impone a la fuerza sin un motivo que la sustente, la disciplina es libertad que obedece a las leyes fundamentales del universo.

Podemos decir, también, obedece el que quiere saber, y el conocimiento es el motor fundamental de la disciplina.

TEXTO PARA COLUMNISTA

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Claudia Alexandra Figueroa Oberlin

El arte siempre lo llevé de la mano con la literatura, me dediqué al teatro, a la danza por más de quince años, y a las artes marciales, ahora soy miembro de diferentes asociaciones y academias de poesía: Asociación Actuales Voces de la Poesía Latinoamericana, donde participo con crítica literaria, Academia Nacional e Internacional de Poesía de la Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, América Madre, Unidos por las Artes, Movimiento Literario de Centroamérica, y locutora de la radio el barco del romance con el programa Una Ventana al Mundo, donde hablo de los viajes, la historia y la cultura, recito poemas y leo cuentos o fragmentos de otros autores y propios.