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Apreciar este paseo hermoso

Tanmi Tnam

“Quédate en casa” para disminuir y derrotar al Coronavirus y fortalecer la vivencia de las prácticas que hacen feliz a las familias. El tiempo crítico que hoy vivimos invita a dedicar minutos a apreciar lo que tenemos en familia: hijas, hijos, papá, mamá, abuelita y abuelito. En muchos casos, todavía viven los bisabuelos.  Imagínense los conocimientos, prácticas y valores que han hecho posible vivir ochenta, noventa o cien años. Esta cantidad de años vividos permite identificar algunos secretos interesantes. Al platicar con personas ancianas, cuentan, por ejemplo, que se vive muy bien con una alimentación con base a frutas, vegetales, granos y té de plantas del lugar.  No condimentos artificiales y preferible el cocimiento ancestral de alimentos. Tocar o escuchar música que relaja el cuerpo y permite agradecer la vida. Es muy alegre el ambiente familiar donde al caer la tarde, el abuelo o abuela toca música de violín, guitarra, arpa o marimba. Pero también están los discursos que enaltecen la vida, el pasado, el presente y el futuro. El pasado, es recordar, agradecer y respetar a la generación de ancianos y ancianas. Nosotros somos sus bastones. Traer a la memoria a quienes ya no están físicamente con nosotros, gracias a ellos por la vida que hoy tenemos. El presente, tiempo dedicado a la población adulta de hoy, vivir el mejor ambiente con todos, saludarles, respetarles, admirar el modelo de vida que tienen, evitar que nuestros actos aceleren su vejez y saber escuchar el lenguaje de sus aspiraciones. El futuro, es el tiempo dedicado a apreciar la vida en plena ternura, es el tiempo que arranca del corazón aquellas palabras que admiran a la niñez, sentir la más alta responsabilidad de dejarles un mundo como el que nos permitieron las generaciones pasadas.

Apreciar este paseo hermoso. Porque este paseo es la vida misma. Debe ser agradable y de transcurrir pleno. Así lo dicen los abuelitos, dura poco tiempo, por eso hay que trabajar, silbar, saltar, cantar y agradecer. Vivir la vida. Agradecer a los rayos del Sol por la energía que hace crecer a las plantas, es la energía que sostiene la vida de todos. Por eso se llama Padre Sol.  Apreciar este hermoso paseo con las percepciones afinadas para identificar, escuchar y comprender a los demás. Saber platicar con la vida en medio del silencio. Gracias al Dueño de Vida por este hermoso paseo, este gran regalo, este préstamo momentáneo e incalculable: la vida. Agradecer por ella todos los días, en cualquier momento y lugar.

Apreciar este paseo hermoso para servir a los demás. Recordar, recuperar y fortalecer lo que hace feliz a los demás. Están presentes todavía, aquellos hechos solidarios para ayudar la siembra del vecino, construir entre todos el rancho al que no tiene, cambiar maíz por frijoles, decir al débil las palabras que curan y las palmadas que alivian el dolor. Ayudarle a vivir el tiempo. Fortalecer el uso y comprensión del lenguaje del corazón porque sostiene prácticas que aprecian la presencia y la vida de los demás. Competir, acumular, explotar, arrebatar, ignorar y hacer sufrir son palabras y hechos que hacen llorar a los demás.

Apreciar este paseo hermoso, eso sí, con mucha pasión para admirar la naturaleza. Tener presente la importancia de traer del bosque lo necesario, usar el agua para mantener la vida, afinar los oídos para escuchar e interpretar el trinar de los pájaros, caminar momentitos, descalzo para sentir y vivir el significado de muchas expresiones de vida, hablar y agradecer a todos los seres vivos. Qué maravilla conservar la vida entre todos.

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