El virus prepara un cambio… de algo…
Sueños…
Navegamos por aguas turbulentas. Nadie sabe cuándo, dónde y por qué terminará esta funesta prueba. La paradoja, el aislamiento social para proteger la salud de la mayoría se enfrenta a la amenaza de escasez elevada de alimentos, medicinas y servicios públicos. Tenemos que escoger nos aislamos, y pasamos hambre con salud, o salimos a desarrollar la producción y el consumo y nos enfermamos. Pocas veces la humanidad, en su conjunto, ha tenido en sus manos estos conjuros tan letales.
La vida ya marca el derrotero final. Pronto volverá la calma, “la normalidad” le llaman, y volveremos a producir con eficiencia, consumir sin límites y destruir la vida de especies animales, plantas, bosques, ríos, lagos, mares. O, por el contrario, la devastación será tan grande que nos obligará a reconstruir la sociedad y nuestra relación humano-naturaleza con otros paradigmas, otras formas de consciencia.
Stefania Gozzer, en BBC News Mundo, https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52267326, recapitula lo que se está discutiendo en el mundo, ¿qué escenarios podemos adivinar para reconstruir la vida social, y su relación con la naturaleza, al finalizar la pandemia?
No podemos desconocer que la pandemia covid-19 está preparando, además de una elevada mortalidad de seres humanos, está preparando una recesión profunda, todas las relaciones económico-sociales y social-naturales será transformadas. ¿Qué pasará con las naciones?, ¿qué pasará con la gente?, ¿cómo será la nueva economía?, ¿cómo nos vamos a relacionar con el resto de animales que aún quedan?, ¿construiremos una sociedad sin clases o volveremos a las desigualdades?
Todos sabemos que la sociedad moderna es el fruto de un largo proceso de desarrollo, apenas hará 300 años éramos sociedades de subsistencia rodeados de naturaleza y una gran diversidad de seres vivos. En apenas 300 años hemos impuesto, como humanos, nuestro poder sobre el mundo, hasta extinguir más de la mitad de los seres vivos grandes. Hoy, las trompetas del juicio final suenan por nosotros. Tenemos que reconstruir la sociedad sobre bases nuevas, el planeta necesita un respiro, y esto significa no seguir destruyendo el mundo. Lo primero, es que tenemos que garantizar que en la mitad de cada territorio del planeta el ser humano no pueda actuar, que deje la mitad de la naturaleza en su forma primitiva, libre y feliz. ¿Podremos prohibir que los humanos destruyan la naturaleza?
Al pasar la pandemia, la sociedad humana entrará en una nueva realidad, se tendrán que reconstruir las relaciones sociales y sociales-naturaleza, tendremos que reconstruir la política. Los centros de poder tienen que descentralizarse.
El principal reto es construir una sociedad sin propiedad privada. Una sociedad basada en un poder descentralizado, democrático, sin ejército, laico. En donde, la tierra no sea de nadie y sea de todos. En donde los alimentos básicos sean producidos por las familias en pequeñas extensiones de tierra común, en dónde se produzca únicamente lo básico para promover la vida y el desarrollo intelectual y cultural del ser humano.
El clarín, diario chileno, resume lo que consideran la propuesta más atinada de todas, proveniente, según el periódico del gobierno de Holanda. Es una propuesta a la que tenemos que poner atención, hoy en día surgen muchas propuestas más, a todas hay que poner atención. ¿Cuál será la mejor?, nadie sabe. ¿Cuál será la que se ponga en práctica?, es un enigma. Todo depende de quién tome el poder en cada región o país al terminar la crisis: serán poderes con visión democrática o serán poderes autoritarios. Todo está en el limbo.
Qué hacer, según la versión holandesa, resumida por El clarín:
- Pasar de una economía enfocada en el crecimiento del PIB, a diferenciar entre sectores que pueden crecer y requieren inversión (sectores públicos críticos, energías limpias, educación, salud) y sectores que deben decrecer radicalmente (petróleo, gas, minería, publicidad, etc).”
Una propuesta esencial. Ya no medir el éxito económico por el crecimiento, sino planificar en forma consciente. Qué crezca y se invierta socialmente en salud, investigación, educación sin títulos ni rendimientos, seguridad ciudadana, energías y alimentos vegetarianos. Y, se deje de producir gas, petróleo, vehículos motorizados, minería, destrucción del ambiente. Que el humano se humanice, vuelva a ser natural.
- Construir una estructura económica basada en la redistribución. Que establece una renta básica universal, un sistema universal de servicios públicos, un fuerte impuesto a los ingresos, al lucro y la riqueza, horarios de trabajo reducidos y trabajos compartidos, y que reconoce los trabajos de cuidados.”
La humanidad tiene que comprender que en cada territorio nacional se tienen que dividir los territorios en dos partes. Una para la convivencia del ser humano en sociedad, con un número determinado de habitantes por Km2; y otra, para la existencia natural de plantas, animales y otros elementos naturales.
Tiene que desaparecer la propiedad privada y la diferencia de ingresos. Tiene que existir un salario universal único.
Sí procedemos así empezaremos a salvar nuestras almas.

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