¿Cómo ser mejores seres humanos?
Debemos Saber La Verdad
Por la situación que vivimos, que cambiará nuestras vidas; deseo hacer ver lo siguiente para ser mejores seres humanos:
Insisto que dejemos de seguir usando la palabra coronavirus y de este covid19, porque no hacemos más que reforzar la idea de este virus. No hay que negar la realidad, pero si recibimos tanta información sobre esto nos llenamos de miedo y el miedo baja las defensas y ahora debemos tenerlas bien altas. No se debe enviar información y noticias desagradables.
Nuestra energía interna nos ayudará a superar lo que estamos viviendo, por lo que debemos hacer algo para todos y es que viralicemos nuestra energía interna que es el amor por los demás seres humanos, el planeta, la naturaleza y los animales y todo para que tengamos una mejor vida y para ayudar en lo que se pueda, presento las siguientes pequeñas historias:
1ª) En cierta ocasión se le preguntó a un agricultor si podía divulgar el secreto de su maíz, que cada año ganaba el concurso al mejor producto.
El agricultor confesó que únicamente se debía a que compartía su semilla y el agua con los vecinos y cuidaba sus tierras.
¿Por qué comparte su mejor semilla de maíz y el agua con sus vecinos, si usted también entra al mismo concurso año tras año? Se le preguntó al agricultor.
Verán ustedes, dijo el agricultor. El viento lleva el polen del maíz maduro de un sembrío a otro, si mis vecinos cultivaran un maíz de calidad inferior y sin agua, la polinización cruzada degradaría constantemente la calidad del mío. Si voy a sembrar buen maíz debo ayudar a que mis vecinos también lo hagan, para que todos tengamos éxito y estemos sanos.
2ª) Un Viejo méndigo que deambulaba por las calles y con un perro callejero a su lado no pedía dinero, aceptaba lo que le daban, aunque fueran sobras de comida. Cuando su ropa ya no era más que hilachos, era socorrido por algún alma caritativa. Cambiaba su apariencia y era burla de bromas. El Viejo era conocido como un hombre bueno, pero había perdido la razón, la familia, los amigos e incluso la identidad.
No tomaba bebidas alcohólicas, estaba siempre tranquilo, incluso cuando no había recibido un poco de comida. Decía que Dios le daría un poco a la hora precisa. Agradecía con reverencia y oraba a Dios por las personas que lo ayudaban.
De todo lo que le daban o encontraba, le daba primero a su perro que paciente comía y se quedaba esperando un poquito más. No tenían dónde dormir y donde anocheciera se quedaban. Cuando llovía buscaban abrigo bajo un puente o marquesina.
El Viejo se quedaba meditando con mirada perdida en el horizonte. Aquella situación lo dejaba siempre pensando, pues no entendía aquella vida vegetativa, sin progreso, sin esperanza y sin futuro.
El Viejo pensó que había conocido a su perro cuando ambos se encontraban por las calles, el Viejo tenía un pedazo de pan y se lo dio al perro, quién lo agradeció moviendo la cola. Desde entonces no se han abandonado y se ayudan mutuamente. El perro vigila a el Viejo cuando está durmiendo y nadie puede acercarse porque ladra y ataca. El Viejo vigila al perro para que otro perro no lo ataque.
El Viejo tenía deseo de comer un hotdog – perro caliente – y un día le regalaron uno. Lo primero que hizo fue agradecer el regalo con una sonrisa y en seguida saco la salchicha y se la dio al perro y el Viejo se comió el pan con aderezo.
La lección del Viejo es que para el prójimo el mejor pedazo. La historia nos dice que hay que tener un ser humano en quien podamos confiar y, por otro lado, es bueno ser amigo de alguien y tener la satisfacción de ser reconocido como tal y así somos responsables unos con otros y nos podemos ayudar y cuidar.
3ª) Durante la era glacial, muchos animales morían por causa del frío. Los puercos espines, percibiendo esta situación, acordaron vivir en grupos, así se daban abrigo y se protegían mutuamente. Pero las espinas de cada uno herían a los vecinos más próximos, justamente a aquellos que le brindaban calor. Por eso se separaron unos de otros.
Nuevamente volvieron a sentir frío y tuvieron que tomar una decisión: o desaparecían de la faz de la tierra o aceptaban las espinas de sus vecinos. Con sabiduría, decidieron volver y vivir juntos. Aprendieron así a vivir con las pequeñas heridas que una relación cercana les podía ocasionar, porque lo que realmente era importante era el calor del otro y fue así como sobrevivieron.
4ª) Una verdad que a lo mejor duele a las nuevas generaciones. Durante una conferencia un estudiante se tomó la molestia de explicarle a unos profesores mayores por qué le es imposible a la vieja generación comprender a su generación y les dijo en voz alta, para que lo escucharan alrededor:
Ustedes crecieron en un mundo diferente, realmente casi primitivo. Los jóvenes de hoy crecimos con televisión, internet, teléfonos celulares, aviones jet, viajes al espacio. Nuestras sondas espaciales han visitado y estudiado Marte y otros planetas. Tenemos naves con energía nuclear y autos eléctricos y de hidrógeno, computadoras con procesos de velocidad de la luz y muchas cosas más.
Luego de un breve silencio un profesor mayor respondió diciendo: Tienes razón, nosotros no tuvimos esas cosas cuando éramos jóvenes, así que las inventamos. Ahora dime ¿Qué estás haciendo tú para la próxima generación?
Con los cambios que estamos viviendo, debemos inventar la forma en que todos, incluyendo las nuevas generaciones, podamos vivir mejor y con salud.
Lo mismo es con otras situaciones de nuestras vidas, quienes deseen lograr tener éxito, deben ayudar a que los demás también lo tengan y quienes desean estar sanos y saludables, deben ser precavidos para no permitir la contaminación de otros seres, del planeta, de la naturaleza y de los animales.
Insisto, quienes decidan vivir bien y sanos deben ayudar a que los demás vivan bien y sanos, porque el valor de una vida se mide por las vidas y situaciones que se tocan y que no se contamine al prójimo, al planeta, a la naturaleza y a los animales.
Y quienes optan por ser felices, deben ayudar a que otros encuentren la felicidad, porque el bienestar de cada uno se halla unido al bienestar de todos en un planeta y naturaleza no contaminados.

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