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Libertad de prensa en tiempos de COVID-19

Poptun

El día de hoy se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa, el que fue decretado por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), a través de la resolución 48/432, en el año 1993. La ONU ha anunciado que el lema de este año es “Por un periodismo valiente e imparcial”

La libertad de prensa no es absoluta, su principal límite es la seguridad física de las personas, porque los derechos se han hecho para hacer el bien, y no el mal. En la Constitución Política de la República de Guatemala, se instaura que no se puede abusar de ese derecho, y que el mismo se debe ejercer con responsabilidad, garantizando a los que se crean ofendidos, el derecho a la publicación de sus defensas, aclaraciones y rectificaciones.

La libertad de prensa, constituye un valor fundamental de la vida democrática, a tal punto que se le considera una de las libertades que constituyen signo positivo de un verdadero Estado Constitucional de Derecho, ya que la historia nos ha demostrado que al cercenarse el derecho de informar objetivamente, surgen las mayores tiranías.

En la conmemoración de este Día, la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) publicó un informe sobre la Libertad de Expresión en Guatemala, respecto a los primeros cuatro meses del 2020.

En el documento alusivo se relatan una serie de hechos violentos que han sufrido distintos periodistas, reporteros y locutores en el ejercicio de su función que “involucra a autoridades, empleados públicos y trabajadores de funcionarios” derivado de las limitaciones y restricciones asumidas por las autoridades de gobierno para contrarrestar la propagación del COVID-19.  Así mismo denuncian la restricción de información a periodistas y medios de comunicación a quienes se les ha vedado su participación en chats institucionales del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.

Del mismo modo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Relatoría sobre la Libertad de Expresión, han señalado que poseen registros que en el transcurso de la crisis sanitaria existen “restricciones en el acceso de periodistas a ruedas de prensa y en la posibilidad de realizar preguntas sobre la pandemia; también algunos Estados han recurrido a figuras del derecho penal para sancionar la difusión de ideas e información calificadas como falsas o incitaciones al pánico respecto a la salud pública.”

En el ámbito nacional, la Constitución establece que la “actividad de los medios de comunicación social es de interés público y éstos en ningún caso podrán ser expropiados. Por faltas o delitos en la emisión del pensamiento no podrán ser clausurados, embargados, intervenidos, confiscados o decomisados, ni interrumpidos en su funcionamiento las empresas, los talleres, equipo, maquinaria y enseres de los medios de comunicación social. Es libre el acceso a las fuentes de información y ninguna autoridad podrá limitar ese derecho.”

Guatemala se encuentra en el lugar 116 de 180 países analizados en la clasificación mundial del 2020 de la libertad de prensa en el mundo, que divulga Reporteros Sin Fronteras.  Ese número rojo que ocupa nuestro país se corrobora con el informe de la –APG- que nos alerta sobre los distintos obstáculos que está afrontando la prensa para desempeñar su trabajo durante la emergencia.

Con el informe de la –APG- y otras situaciones que son de conocimiento público, se visibilizan graves infracciones al derecho de prensa en la Nación, entre ellas: Los periodistas no ejercen con libertad su función, sino que al contrario son criminalizados; no existe una política de comunicación social que incluya a todos los medios no importando su ideología; no se resguarda la seguridad de los reporteros, periodistas y locutores en el ejercicio de su oficio;  no se observa el debido proceso para aplicar las sanciones a los medios de comunicación; continúa prevaleciendo la libertad de empresa sobre la de expresión pues son las compañías las que deciden que se debe o no publicar.

Estas contravenciones a este derecho fundamental deben constituir una real preocupación para todos los guatemaltecos, en virtud que el derecho a la libertad de expresión se encuentra íntimamente relacionado con el derecho de los ciudadanos de recibir información veraz.

En la conmemoración de este Día Internacional expresemos nuestra solidaridad e indignación por los atropellos que tolera este gremio en su trabajo diario que ha provocado muerte y ataques a la integridad personal de un sinnúmero de sus integrantes, por tal de mantenernos informados.

Defendamos el periodismo libre, pluralista e independiente, puesto que no se puede tener una democracia sin libertad de expresión. No permitamos que los estándares en libertad de prensa disminuyan en ningún momento. Hagamos acopio del refrán que dice: Hoy por ti, mañana por mí. Recordemos que el periodista defiende a todo mundo, menos a sí mismo.

171205 Autor columna
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Mireya Batún Betancourt

Abogada, Notaria y Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales, postgrado en Criminología, especialista en ejecución penal con estudios en Doctorados de Ciencias Penales y Derecho Constitucional Internacional.

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